Capítulo dieciocho.

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Nos separamos por falta de aire pero solo unos milímetros, él estaba arriba mío apoyando su peso en cada uno de sus brazos.

-No sabes cuánto extrañaba tus labios.- dijo él con media sonrisa

-Yo también los tuyos.- dije un poco sonrojada.

-¿Entonces la apuesta sigue en pie?- preguntó un poco emocionado.

-Recuerda que sigo teniendo novio.- dije con un poco de tristeza.

-Por ahora.- susurró.

-Eso sí, nunca ha acabado.- dije con un tono de picardía.

-Excelente.- dijo para volver a besarme.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Iba en camino a casa de Frank, ya me aburrí que no me preste atención ni un momento, esto ya iba como advertencia, sino me toma más atención como antes tendremos que cortar por qué yo no ando para el tonteo de él.

Toqué la puerta de su casa pero como era de esperarse no me abrió nadie, puse la oreja derecha en la puerta como ya me era de costumbre, pero esta vez no escuché los típicos ruidos de risas o gritos provenientes de él, solo escuchaba como alguien gemía.

-Esto va a acabar mal.- pensé.

Saqué la llave de repuesto que deja Frank en una planta al lado izquierdo de su casa, y abrí.

Con lo primero que me encontré fue con un camino de ropa hacia arriba, donde provenían los gemidos. No quería seguir entrando, tenía miedo no sé por qué, pero no quería seguir, pero como dice el dicho; “La curiosidad mató al gato”.

Seguí sigilosa y silenciosamente los gemidos y el rastro de ropa que llegaban directamente a la habitación de Frank, tenía la mínima esperanza que sea de Abel, ya que ellos viven juntos, pero al abrir la puerta de la habitación de la persona que alguna vez fue solamente mía, me di cuenta que no lo era.

Al momento de abrir la puerta me di cuenta que era ella y Frank, por ella, me refiero a su ex, a la que “dejó” por mí, pero al parecer nunca la dejó y menos por mí, era Claudia.

-¡Por eso no tenías tiempo para mí!- grité.

El del susto se calló de la cama desnudo dejándome verlos a los dos completamente desnudos, hijos de puta.

-¿__-____? Es-Esto n-no es lo que parece.- tartamudeó.

-¿A si?- pregunté irónica.- No me busques, hasta aquí ¡TERMINAMOS!- le grité a la par que azoté la puerta de su habitación.

Rápidamente salí de su casa y azoté nuevamente la puerta principal, y como no, nuevamente me fui a casa de Samu.

Este es el peor día de mi vida, primero me dicen que mis padres probablemente estén muertos, tengo que irme a Chile, mi “novio” me engañó con Claudia, joder, buen día ¿No?

Toqué nuevamente la puerta de Samu, pero esta vez me abrió el mismo, rápidamente me tiré a sus brazos sollozando.

-¿Qué pasa chiqui?- preguntó desconcertado.

-F-Fr-Frank.- tartamudeé en un susurro.

-¿Qué te hizo ese gilipollas?- preguntó furioso.

-E-El me en-engañó con Cla-Claudia.- susurré nuevamente abrasándome más fuerte a él.

Solo sentía como el me tomaba en brazo y me llevaba a su habitación mientras mis lágrimas no paraban de salir por mis ojos.

-Gracias Samu.- le susurré mientras me dejaba en su cama.

-No es nada.- dijo levantándose.- ¿Quieres algo?- preguntó.

-Quizás esto te suene un poco precipitado.- hice una pausa.- ¿Te vendrías conmigo a Chile?- le pregunté un poco avergonzada. Estoy lo bastante mal como para separarme de él y enfrentar mis problemas sola, lo necesito conmigo.

-¿Cuándo?- preguntó.

-Mañana por la mañana.- susurré.

-¿Por cuánto?- preguntó con un suspiro pesado.

-No losé.- dije insegura.- Pero estoy súper, súper segura que los chicos tienen de todo para grabar, o sino yo pido que envíen todo para que puedas grabar tranquilo.- dije segura.

-Vale.- dijo en un suspiro.

-Te lo juro que no te arrepentirás.- dije con una sonrisa.

Bueno, no ha sido del todo malo el día.

-Eso espero.- dijo a punto de salir.

-¿Te puedo pedir otro favor?- le pregunté.

-Claro.- dijo con media sonrisa.

-¿Me podría quedar a dormir contigo?- pregunté un poco sonrojada.

-¿Vamos a dormir a tu casa mejor?- preguntó.

-¿Lo dices porque mi cama es matrimonial?- pregunté.

-Ci.-  dijo tierno.

-Vale.- dije rodando los ojos.- Pero está Rubén.- dije recordando a mi hermano.

-Vale.- dijo.- ¿Nos vamos a tu casa en un rato para arreglar algunas cosas?- preguntó.

-¿Te dejo solo?- pregunté sentándome en su cama.

-No.- dijo cabizbajo.- Quiero estar contigo.- susurró sonrojado.

-Oww.- dije acercándome a su lado y pellizcándole los cachetes.

-Ya.- dijo tomándome por la cintura y acercándome más a él.

Por instinto puse mis manos en su cuello, el miró mis labios y después mis ojos, yo hice igual que él, para tener los ojos normales sus ojos me hipnotizan.

-Amo tus ojos verdes.- dijo mirándome con ternura.

-Calla que me sonrojo.- dije ocultándome en su pecho.

-¡Samu, hijo!- llamó su madre.- ¡Te buscan!- gritó.

-¡Voy!- gritó de vuelta Samu.

En el momento que escuché “Te buscan” pensé instintivamente en Frank, tenía tres opciones, mi día podía seguir empeorando y que sea Frank, que mejore un poco mi día y sea Evita o solo sea Rubén buscándome.

-¿Quién crees que sea?- le pregunté separándome.

-No losé, mejor ir a ver.- dijo inseguro.

-¿Puedo ir a la cocina?- pregunté.

Rara vez tengo hambre y este es uno de mis momentos hambrunos(?

-Mi casa es tu casa.- dijo saliendo

-Gracias.- dije mientras bajábamos la escalera.

Él se fue a la puerta principal mientras yo iba a la cocina, abrí el refrigerador y encontré nutella, lo mejor para días como estos.

Saqué el frasco con una cuchara pequeña y me puse a comer, podía escuchar como alguien gritaba en la puerta principal.

-¡Yo sé que ella está aquí!- gritaba ese “alguien”, reconocí en un momento esa voz; Frank.

Me acerqué un poco a la puerta para poder mirar sin que ellos me vieran.

-Por favor Frank, entiende ella no está aquí.- dijo a punto de perder la paciencia.

-¡_____!- empezó a gritar mi nombre.

¿Qué hago? ¿Me arriesgo o me quedo escondida? Pensándolo... Igualmente algún día tendré que enfrentarlo.

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¡Oh DAMN! ¿Vaya día no? Pobre rayisTnT ¡Dejadmelo en los coments que queréis que haga;)!

"Hermana de tres YouTubers (Vegetta, sTaXx y Tú)" [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora