Dinero

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Un pelinegro iba saltando de árbol en árbol con dos bolsas llenas de monedas de oro mientras unos hombres le intentaban seguir el paso.

¿Cómo llego a esa situación? Simple, la casa de los Senju, una prestigiosa familia del lugar estaba muy sola y llena de dinero.

Sin mucha dificultad entro al Salón de Oro, así le llamaban a la habitación donde las familias guardaban sus tesoros y joyas, rápidamente tomo todo lo que pudo antes de ser descubierto por uno de los guardias de la casa y perseguido hasta ese punto.

Luego de un rato logró perderlos de vista y se encaminó a la casa de los Sarutobi a darles dinero para comer.

-Muchas gracias Sasuke-kun- Dijo un hombre llamado Konohamaru.

-No es nada-

-Con esto podremos vivir el resto de nuestras vidas- Dijo Asuma.

-Espero que así sea- Se despidió el azabache y se marchó.

Aunque físicamente no lo mostrara, adentro se sentía muy feliz de saber que poco a poco habría menos hambruna en el reino.

Al día siguiente camino hacia las afueras del bosque con esperanzas de mirar a la princesa, ayer la había dejado insatisfecha y él lo sabía, debía recompensarlo de alguna manera.

Espero algún tiempo y ella apareció.

-Creí que no vendrías- Dijo llamando la atención de la azabache.

-Bueno, no pensaba hacerlo- Contestó jugando con sus dedos.

-¿Estás ocupada?- Preguntó algo extrañado, ella siempre aunque siguiera con sus estudios salía un rato sin dudarlo.

-Un poco, mañana será el festival de arqueros por la tarde-

-Ya veo ¿puedo participar?- Preguntó burlón.

-N-no creo que sea buena idea- Dijo sorprendida.

-¿Cuál es el premio de este año?-

-Un saco de monedas de oro- Contesto.

-Me convenciste, participaré- Se burló.

-Si te ven te capturaran- Dijo preocupada.

-Nunca han podido, verás que todo saldrá bien. Además, así puedo verte- Sonrió de lado y le guiño el ojo.

-¿Prometes que irás?- Consultó sonrojada

-Lo prometo- Le dijo mientras le beso la frente.

Luego charlaron de algo más y la muchacha se retiro del lugar para continuar con los preparativos del día siguiente.

Miró como un águila lo llamaba, indicando la dirección de la casa Uzumaki.

Se acercó al lugar y desde lejos se pudo ver que dentro no estaba solo el rubio, había mucha más gente.

-¡Teme!- Gritó Naruto levantando un vaso lleno de alcohol cuando vio a su amigo entrar por la puerta.

-¿Dobe?- Miro a su alrededor y habían muchísimas personas con el cabello rojo sangre festejando.

-Teme, esta es mi familia, llegaron antes- Celebró Naruto sirviéndole un vaso para festejar.

-Wow...-

Creyó que el día en que llegara la familia de Naruto sería uno de los mejores para él, pero por alguna razón no se sentía nada feliz.

Mientras tanto en el castillo, la ojiluna estaba en la cocina, sirviendo unos panes y botellas de leche en una charola. Cuando estuvo lista con mucho cuidado bajo las escaleras del calabozo.

-Hola, vine a dejarles la merienda de hoy- Dijo con una sonrisa a la familia Uchiha.

Ellos no contestaban nada, tenían rotundamente prohibido hablar con ella, a pesar de que esa muchacha conversaba con ellos.

-Sasuke-kun mañana participará en el festival de arqueros, seguro le irá bien- Comento la muchacha con una hermosa sonrisa.

-Me debo ir, los veré mañana- Se despidió con una mano y se marchó.

-¿Sasuke para qué participará en eso?- Pregunto Mikoto

-Seguro es parte de su plan- Comentó Fugaku.

-Tal vez quiere el premio- Agregó Itachi.

-No, Sasuke no necesita nada de eso. Él quiere impresionar a la princesa- Se burló Shisui.

En otro lugar un joven de lentes decidió escapar de su casa, ocultándose en una torre que no tenía nada más que miles de escaleras y una habitación.

-Malditos Hyuga, me las pagaran- Gritó golpeando la pared.

Sasuke-kun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora