Capítulo 6.

12.5K 770 449
                                    

Al despertar, saqué algo de ropa nueva de mi armario y fui directo al baño. Me di una corta ducha y me vestí. Me puse ropa interior, una camiseta negra con el logo de Linkin Park, unos jeans azul Francia, y unas converse rojas; cepillé mis dientes e hice algunas ondulaciones a mi cabello.

Cuando bajé, me encontré a Splendor y a Trender desayunando. Saludé a ambos con la mano y me dispuse a hacerme un café, pero Splendor se interpuso y levantó mi mentón con su pulgar, lo suficiente como para que estemos cara a "cara".

—¿Y eso de tu cuello?

Fruncí el ceño —¿Qué cosa?— levanté mi mano izquierda y la puse en mi cuello, cuando sentí un terrible dolor justo en la clavícula, por lo que me retorcí, mal diciendo en voz baja.

—¿Qué mier...?— corrí hacia el baño y me vi en el espejo, al mismo tiempo que ahogaba un grito.

El dolor en mi cuello no era por nada; había un hematoma del tamaño de mi puño, de un color rojo en los bordes y morado en el centro, con ocho pequeñas marcas alineadas, como dientes.

Offenderman.

Splendor apareció tras de mí antes de que me diera cuenta. No tenía ojos, solo cuencas vacías, pero la expresión en ellas me daba la impresión de que iba a matar a alguien.

—¿Cuándo lo hizo?

—Comenzó unos minutos antes de que vinieras a mi cuarto, y terminó unos minutos después.

Cubrí mi boca de inmediato, consciente de que manipuló mi mente para que diga la verdad, justo como había hecho Offender anoche.

Inspiró y exhaló profundamente por la nariz, antes de murmurar en una voz aún más terrorífica que la de Slenderman —¿Por qué no me avisaste? ¿Manipuló tu mente?

Asentí con la cabeza, avergonzada de mí misma. Splendor puso una mano en mi hombro, alentándome.

—No tienes nada de lo que avergonzarte. Estabas bajo su poder, no podías hacer nada.

Le di una mueca en forma de sonrisa, mientras intentaba convencerme a mí misma de lo que decía. Pero por mucho que cueste admitirlo, muy en el fondo sabía que no hice nada porque lo disfruté. Mucho. Simplemente no podía admitirlo debido a que soy muy orgullosa, lo suficiente como para nunca admitir que un hombre -humanoide violador, en este caso- me tuvo prácticamente en su cama sin pestañar. No me gusta pensar -y que los demás piensen- que soy fácil.

Splendor interrumpió mis pensamientos, saliendo del baño y dirigiéndose a las escaleras. Lo frené, tomando una de sus manos con fuerza.

—No hagas nada, por favor.

Lentamente se dio vuelta, dejándome ver el terror en su expresión.

—¿Lo disfrutaste?

¡Sí, como si no hubiese un mañana!

—¡No! Pero no quiero que por mí se...

—Eso vasta para mí — me interrumpió.

—Al menos si vas a hacer algo... No metas a nadie más — dije con una mirada de súplica. Él frunció en ceño, confundido.

—¿A qué te refieres?

—Porque es posible que Ofender diga mentiras y no qu...

—Eso no fue lo que pregunté.

—Es que Slender...— me interrumpí, cubriendo mi boca con ambas manos. Me esforcé lo suficiente como para alejar los trucos mentales de Splendor de mi cabeza, y poder hablar por mí misma.

Esto... No Está Bien. (Familia Enderman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora