Capítulo 13. "Offenderman ¿Humano?"

9.1K 587 110
                                    

#NotaDelaAutora: las voy a dejar con la intriga de si hay lemon o no xD

Otra semana había pasado de la última visita de Trender y, sinceramente, estaba muriendo.

No veo por qué mentirles, los extrañaba, a los cuatro. Y sí, ya sé que suena una locura, pero en estas dos... Casi tres semanas les había tomado más cariño que a nadie en mi vida. A Splendor, y su maravillosa manera de siempre sacarme una sonrisa; a Trender, la facilidad que tiene de hacerme flaquear cuando sonríe, nuestro parecido con respecto a nuestros gustos y sus berrinches cuando le gano en el Counter Strike; a Slender, por su suave y sensual voz al hablarme, además de su pasión y brutalidad. Y por último, pero no menos importante, Offender. Nunca lo creí, pero es el que más extraño de los cuatro. Lo impulsivo que era al besarme, sus labios sobre mi cuello y demás. Era algo extraño, ya que la primera vez que "me violó", no fue exactamente contestaste otra mi voluntad, y mucho menos hace dos semanas, que casi tenemos sexo, si no se le hubiera ocurrido intentar curar lo que Slender me había hecho.

En fin. Hoy me tocaba la limpieza, y a pesar de que hacía un frío de muerte, simplemente me puse unos shorts que suelo usar como pijamas y una camiseta sin mangas azul cielo. Limpié lo más que pude de la casa y, al terminar, me tomé la libertad de ducharme y depilarme por completo. Fui a la cocina y tomé del refrigerador una manzana, y al volver, casi grito al ver a Offenderman en medio de mi cuarto. Estaba mirándome fijamente, su respiración era agitada y pesada, como si acabara de correr una maratón fumando al mismo tiempo. Su boca estaba estirada en una línea seria, y un cigarrillo medio consumido colgaba de la misma. Sus manos aún tenían las vendas que le puse la última vez, pero estaban hechas puños de nuevo, y cada centímetro de la tela estaba teñido de un tono de rojo oscuro, casi negro. No parecía sangre, pero era igual al líquido que salía de su palma la última vez, por lo que pasé mi mirada de sus manos a la suya, y viceversa.

—¿Ya te lastimaste de nuevo?— pregunté.

—Te extrañé.

Eso me tomó tan por sorpresa que di un respingo y puse una mano en mi boca.

—Necesito que me cures de nuevo— dijo dando un paso hacia mí. Intenté dar un paso hacia adelante, o hacia atrás, pero nada sirvió, mis pies estaba completamente paralizados, por lo que traté con otra cosa.

—Lo haré, pero primero baja y déjame vestirme.

Sin titubear, se teletransportó fuera de mi cuarto, dejándome sola con mis pensamientos. Suspiré.

Nunca más vuelvo a pensar en él.

Antes de volver a bajar, me vestí con una calza negra ajustada, una camiseta de mangas largas roja, calcetines rojos y zapatillas vans. Ya en la sala, me sorprendí al ver a Offender sentado igual que la última vez, en el suelo. Sus manos estaban sobre el suelo, las palmas hacia arriba, y su cabeza caída, mirando hacia abajo. Enarqué una ceja.

—¿Sabes que tengo una sofá, verdad? Está justo frente a ti, por si no lo has visto.

Fingió no haberme escuchado. Rodé mis ojos y fui al baño, en busca de gasas y alcohol. Afortunadamente, era algo tarde, por lo que mientras pensaba qué hacer o decir frente a él, lavé mis dientes y até mi cabello en un moño desordenado, tomé las gasas y el alcohol y volví a la sala, donde Offender aún estaba en el suelo, pero ahora sus piernas estaba estiradas y juntas, por lo que no tenía de otra que sentarme a horcajadas sobre ellas. Para picarlo, me senté lo más lejos que pude de él, casi sobre sus rodillas, y puse sus manos sobre sus muslos, manteniendo las palmas para arriba para que pare el sangrado. Cuando buscaba la punta de las vendas pará quitárselas, noté que tenían cuatro pequeños agujeros, lo que no era buena señal, pero nunca hubiera imaginado lo que había debajo de ellas; la piel estaba levantada y totalmente roja, a dos se les había hecho una costra de sangre seca que emanaba un olor espantoso, y pará colmar las cosas, no paraban de sangrar. Gracias al cielo que sólo eran dos.

—Dios mío ¿Qué mierda les pasa a tus manos? ¿Por qué no puedes regenerarte?— pregunté asqueada.

Él simplemente endureció su mandíbula, desviando su mirada de mí. Como me lo pidió, curé sus manos y logré vendar una, pero no me alcanzó para la otra, por lo que tuve que ir por más. Al volver, Offenderman por fin había captado la idea y se movió a mi sofá, dejando su sombrero sobre la mesa frente a él. Me le acerqué y senté junto a él, puse su mano sobre mi regazo y comencé a vendarlo lentamente. Esta era su mano más lastimada, y por alguna extraña razón sangraba aún más que la otra. Al terminar, me quedé jugando con sus dedos.

—Debes dejar de hacer eso, tus manos no tienen la culpa de nada...— dije suavemente, sin obtener respuesta. Rodé los ojos, consciente de que no me escucharía en absoluto. Me levanté un segundo y me senté a horcajadas sobre él pero sin apoyar mi trastero, tomé su rostro con una mano clavando mis dedos en sus mejillas y lo acerqué a mi rostro, ya enfurecida—... Creí haberte dicho que no me gusta que desvíes la mirada cuando te estoy hablando.

Él se encogió de hombros —También dijiste que no te irías, y mirá dónde estamos.

Lo solté bruscamente, sentándome sobre su regazo —Te dije que nunca quise irme, fue decisión de Splendor y Trender.

—Ellos no pueden obligarte a nada, debiste decirles que no querías irte.

Reí sin humor —De acuerdo, sí. Pero suponiendo que se me haya ocurrido ¿Qué mierda esperas que diga? "Oh, no, Splendor, no quiero irme porque creo estar enamorada de Offender y él me pidió que no me vaya"... No sería una buena idea, sabes.

—¿Estás enamorada de mí?— me respondió bruscamente, taladrándome con su mirada.

Ay dios, ¿Qué mierda dije?
13169131369131369131369131369131369131369131369131369
Bueno, sí, ni yo puedo creer lo tarde que actualicé la nove...
Si les digo la verdad, planeaba darles un capítulo más largo, con lemmon y todo... Pero últimamente mi mente está en otro lado(no sé por qué), y no puedo escribir, mi imaginación se fue a la mierda, así de fácil.

Tal vez sea porque voy a tener otra hermana, o simplemente por el hecho de que estoy madurando y ahora me divierto más siendo sociable y jugando con mis otras hermanas, les juro que no tengo la menor idea, pero creo que la última es la más factible.

No porque ya no me gusta escribir, si no porque diferentes situaciones vienen apareciendo en mi vida y no siempre tengo tiempo/ánimos de escribir.

En fin... necesito volver con mi psicóloga TmT (mi mejor amiga)

Las ama,
—Eve.

Esto... No Está Bien. (Familia Enderman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora