Capítulo 9. "Nada"

10.3K 737 117
                                    

Bueno, la verdad que me complicaron musheÉësimo lo del salseo. Solo les pedí veintidós votos y ya me van trayendo casi cincuenta así que... Creí se merecían algo mejor que el salseo que pensaba trerles.

También creo que este cap está algo desganado, pero bueh, ya la próxima les recompensaré con uno bien bueno y largo, lo juro.

Disfruten^^
'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-

Me revolví en la cama vagamente, intentado que el cansancio se vaya de mis músculos. Sin éxito, obviamente.

Sentía cada jodido músculo de mi cuerpo totalmente destruido, como si me hubiese arrollado un camión. No tenía dolor, sin embargo, pero me sentía como si hubiera hecho tanto ejercicio como no había hecho jamás. Mis ojos se sentían pesados y al abrirlos dolían, tenía todo mi cabello enmarañado encima de mi cara y no me dejaba respirar con libertad, pero me molestaban hasta los músculos de mi mandíbula como para correrlo.

Cansada de no poder respirar, hice un gran sacrificio a el poder seguir durmiendo, y me senté en la cama; hasta ahí, todo bien. Lo peor pasó, cuando me levanté.

Apenas levanté el trasero de las sábanas, caí de bruces al suelo. Había sentido cosas raras antes, pero esto era el infierno; los músculos de mis piernas estaban totalmente entumecidos, como si me hubieran golpeado con un palo hasta gritar. Esa horrible sensación de extendía desde las rodillas hasta justo debajo del ombligo, donde -en especial- sentía un pequeño pero insistente pinchazo. Creí al principio sólo sería acidez, pero no pasó mucho antes que me diera cuenta que ese dolor estaba situado demasiado cerca de lo enrepierna.

De inmediato, quise recordar lo que hice antes de dormirme, después de todo, era casi obvio que Offender hubiera vuelto para cumplir lo que había prometido hace poco. Pero no.

Absolutamente nada.

Creí tener algún recuerdo, pues ya me ha pasado antes, que al tener pesadillas me revuelvo en la cama y despierto con calambres, pero este no era el caso. No tenía recuerdo alguno de que me haya ido a mi cuarto, acostado en mi cama y taparme, ni nada por el estilo. Lo último que recuerdo fue que salí del baño con una toalla en mi cabeza, secando mi cabello, y luego de eso, nada; mi mente esta totalmente en blanco.

Unos pequeños toques en la puerta me interrumpen —¿____?— era Splendorman. Inconscientemente sonreí —¿Estás bien?

—Sí...— dije fuerte y claro. Como pude, me levanté del suelo y avancé a la puerta, abriéndola de par en par y dejando ver a Splendor con una sonrisa dormida—... No te preocupes... Buenos días.

Bostezó —Serán buenos cuando le corte el pene a mi tío.

Reí a carcajadas —Suerte con eso...— iba a decir más, cuando Splendor me sorprendió bajando su rostro y dejándolo a milímetros del mío. Bajó su mirada a mi cuello y lo observó por lo que me parecieron años, con un ceño fruncido.

—¿Por qué tu marca ya no está?

Ahora la que frunció su ceño fui yo, subí mi mano a mi cuello y noté que ya no tenía nada; ni marcas, ni dolor. No había ningún rastro de Offender. Me encogí de hombros.

—No lo sé, acabo de despertar— su boca se torció en una mueca de disgusto al darse cuenta que su control mental para que diga la verdad no servía, porque estaba diciendo la verdad, y antes de poder decir otra cosa, Slender apareció tras Splendor, y puso una mano en su espalda amistosamente. Un escalofrío recorrió mi espalda al ver que me regalaba una sonrisa oscura, como si supiera algo que yo no. Al verlo directamente, una extraña sensación se posó en mí, como si de repente su presencia no indicara algo bueno para mí, incluso después de que me haya salvado de Offender.

Él estuvo conmigo anoche. Él me quitó la memoria.

—Me temo eso es mi culpa— dijo su boca en un gesto serio—. Ayer en la noche vine a verla y oí que se quejaba por el dolor de esa marca, así que se la quité.

Un gruñido salió de la boca de Splendor —No fue complicado darme cuenta, tiene tu aroma impregnado en la piel. Dime la verdad, Slenderman, ¿Eso fue lo único que le hiciste anoche?

Automáticamente tomé mi camiseta y sentí un aroma totalmente distinto a mi esencia natural, al jabón que uso para asearme, o a mi perfume habitual, en todo caso, pero lo único que sentí fue a él. Splendorman estaba en lo cierto; Slenderman tiene algo que no nos está diciendo.

Slender levantó sus manos en señal de rendición —Mira su cuello. Ni una sola marca ¿Qué mejor prueba que esa?

—No lo sé, que ella recuerde algo, tal vez.

Mis ojos se abrieron de par en par. ¿Así que él también puede leer mentes? ¿Osea que sabe perfectamente que no recuerdo nada de lo que hice anoche?

Slender pasó su mirada de Splendor a mí —¿Es eso verdad?

Asentí algo nerviosa —Lo último que recuerdo fue haber tomado una ducha.

—Lástima— dijo con un suspiro—. Esperaba me agradecieras por haberte quitado la única evidencia que quedaba de que Offender intentó algo contigo.

Sin decir más, desapareció.

Un pequeño suspiro involuntario de decepción salió de mis labios, lo que provocó Splendor posara su vista en mí. Al ver que no me pasaba nada, dejó el tema de lado y me dio una sonrisa de confianza.

—¿Quieres desayunar?

Asentí frenéticamente.

El resto, no será necesario detallarlo. Desayunamos los cinco juntos, estuvimos en la sala viendo televisión, y para el almuerzo, el único que se nos unió fue Slender. Todo fue risas y alegría, como si nunca nada hubiera pasado, excepto por el hecho de que él usaba sus tentáculos para tocar mis piernas bajo la mesa. Al principio creí que era Splendorman haciéndome una broma pesada, pero recordé que él tenía pequeños cascabeles en sus tentáculos, y mis sospechas se confirmaron. Era Slenderman. No fue el que fuera él quien lo hiciera, o que cada vez que lo hacía me daba una sonrisa pícara lo que llamó mi atención, sino el hecho de que yo permitiera que eso pasara. Mi mente me decía a gritos que lo golpeara, que vaya a mi cuarto y lo mutile con mi sable, pero mi cuerpo no respondía. En realidad, lo hacía, pero de una manera que yo no quería. Mi cuerpo se acercaba a Slender bajo la mesa; cada vez que subía su tentáculo por mi pierna, ésta se estiraba por sí sola y se acercaba a él, como si me gustara su tacto. Tengo suerte de comer rápido y pararme a cada rato a servirme, o les juro que Slender hubiera terminado violándome bajo la mesa.

Al terminar el día, lo primero que hice antes de irme a dormir, fue ir a la habitación de Slenderman, completamente decidida a saber qué mierda paso anoche, y por qué no recuerdo nada. Me acerqué a la puerta y levanté mi mano para golpear suavemente, cuando una voz de dentro del cuarto me interrumpió:

—Pasa, ______.

Él sabía que iba a venir.

Dios santo, ¿En qué mierda me metí?
*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-*-'-

Huehuehuehuehuehuehuehue!

Lo prometido es deuda, y creo es la primera vez que cumplo desde que hice la nove xD

*Todas tipo: IM IN LOVE WITH THE COCO(/^▽^)/ヽ(*≧ω≦)ノヽ(^。^)丿┐( ̄ヮ ̄)┌IM IN LOVE WITH THE COCO╮(╯▽╰)╭(ノ*゚ー゚)ノヽ(*゚ー゚*)ノ(〜^∇^)〜(ノ^o^)ノ* okno.

Eeeen fin. Disfruten, comenten, voten y quiero veinticinco votos y diez comentarios para que siga el que viene eh.

Las amo<3

—Eve.

Esto... No Está Bien. (Familia Enderman y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora