Exsilium

Prefacio

En el tercer cielo

Luzbel; el enorme poder que tenía hizo que su vanidad aumentase...

el ángel más hermoso y soberbio del cielo se encontraba encadenado desde sus seis alas, las dos que cubren su rostro las habían quemado, dejándo el camino de cenizas donde su padre se encontraba. Sus ojos que siempre transportaban las hermosas nubes del cielo, hoy estaban cubiertos de furia; mientras recorría el lastimado cuerpo de su hijo.
Atado desde las alas que cubren sus pies, convierte su rostro en repudio.
La corte celestial de Dios se veía angustiada de presenciar un acto jamás visto, que cambiaría por lejos el camino luego de la muerte.

-siempre habéis sabido que quiero ser como tú. Aunque me hayais dado el honor de ser tu hijo, jamás me quitarás las ganas de ser el señor de los cielos. Me habéis hecho para crear, y ahora me estaís echando a la tierra donde vosotros escapais.- levantando la cabeza, Luzbel había llamado al ejército de ángeles rebeldes, que tal como él, se habían opuesto al señor de los cielos.

-me habéis mandado a un ejército para querer ocupar mi lugar, conseguiros ustedes el poder de vivir en el inframundo, donde reinarán. No podráis ocupar el tercer cielo nuevamente.

El señor, padre de Luzbel, Miguel y Gabriel, junto con sus fieles de la corte celestial, procedieron a la quita de alas de los rebeldes que se habían opuesto a su mandato.

El grito de ahora señor del inframundo se hizo escuchar en todos los cielos, aterrando hasta la última alma que habitaba allí. Procedieron por sus seguidores Semyazza, Kesabel, Azrael, Yakun, entre los otros.

Luzbel, eternamente en el inframundo, vagando entre las tierras donde yacían Adan y Eva, condenado a vivir la vida de un humano, enviados por Dios para velar por la humanidad.

Lucas 10:18: 18 Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo.