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Capítulo 16: La Prueba

Capítulo XVI: La Segunda Pieza, 1° parte: La prueba

Resumen:

Después de escuchar que Sasuke "salvó" a Sakura y Naruto, Ino está más decidida que nunca a asegurarse de que ella sea la que gane al hambriento de poder de Sasuke. Llevándola a buscar vacilante a nuestro shinobi favorito en busca de ayuda en ese asunto; pero, Naruto tiene una prueba para ella antes de ofrecerle su ayuda completa.

Sakura, luego de los eventos de la invasión de Konoha; se había unido a la procesión para honrar, entre muchos otros, al Tercer Hokage de la Aldea de la Hoja. No hizo su mejor trabajo apoyando a Naruto, o evitando que el chico fuera un paria; sin embargo, lo que sí logró fue proteger a su aldea de una destrucción aún mayor. Incluso si al hombre le costaba la vida detener a ese sannin con forma de serpiente. Los esfuerzos del sannin incluso fracasaron, uniendo a la Aldea Escondida de la Arena en contra de Konoha, unidos por la traición compartida de Orochimaru. Entonces, cuando la pelirrosa se unió a la sesión de duelo; las cosas no parecían demasiado desesperadas para la aldea recientemente invadida. Solo necesitaban encontrar una Hokage de reemplazo, una que fuera adecuada para el trabajo de liderazgo y protección de la aldea.

El conocimiento de que Naruto la salvó tuvo un efecto extraño en la kunoichi de cabello rosado; que recurrió a la negación directa del hecho, incapaz de manejar los sentimientos que vendrían con la admisión. Se sentía más fácil mentirse a sí misma; Sasuke solo estaba siendo tímido, pensó ella, engañándose pensando que él era su verdadero héroe, su príncipe azul. No aquel sensei pervertido que era Naruto. Entonces, cuando le preguntó Ino, su enemiga en el amor; con quien Sakura recién comenzó a hablar nuevamente, la pelirrosa dijo varias mentiras.— “Tienes suerte de que Sasuke estuviera contigo, Sakura... dudo que tú o ese tonto pudieras haber eliminado a ese psicópata que tiene la calabaza mágica,” —le dijo Ino a su vieja amiga, dándole una palmada en la espalda a Sakura mientras caminaban por las concurridas calles de Konoha.

Su aldea seguía siendo un desastre, pero su camino estaba libre de escombros, por lo que podían moverse con pequeños problemas. Sakura se quedó callada después del comentario de Ino; su mente se sentía bastante contradictoria, sabía que esa afirmación era incorrecta; pero no se atrevía a decir la verdad. Que su verdadero héroe era Naruto, no el chico que amaba y por el que estaba obsesionada. Sakura, en cierto nivel, atribuyó esto "al entrenamiento", creyendo que estos extraños sentimientos provenían de toda su práctica de ser el recipiente de semen de Naruto, comenzando a creer que podría estar afectándola más profundamente de lo que esperaba.— “Sí-sí, fue aterrador... que Gaara fuera un monstruo total... bueno, Sasuke estuvo ahí para nosotros”. —Sakura mintió, sonriendo suavemente mientras tartamudeaba un poco sobre sus palabras engañosas. No es una mentira de intención, más una necesidad para mantener la cordura en esta situación. No quería que los sentimientos que venían de reclamar a Naruto, no a Sasuke, los salvaran. Sasuke era su heroico caballero de brillante armadura y su salvador, no Naruto. Ino, por supuesto, tomó la palabra de Sakura, sin tener ninguna razón para no creer que su enamorado no era la persona fuerte y heroica que creían que era. Ni siquiera sabían del odio en su corazón, o su próximo deseo de desertar y unirse a Orochimaru para volverse más poderoso.

Obviamente, esto solo funcionaría a favor de Naruto, ya que el shinobi rubio se despertó al día siguiente con un golpe en su puerta. Esperaba que fuera Sakura, ya que no había tenido "práctica" con ella desde el día de las finales de los Exámenes Chunins; algo que esperaba que la hubiera tenido "sedienta" de más atención. Pero, en lugar de la pelirrosa, Naruto se alegró de encontrar a Ino al otro lado de la puerta; con las manos en las caderas, claramente impaciente con el chico que se tomó su tiempo para abrir la puerta.

“¿Ino? ¿Qué necesitas exactamente? Estoy un poco ocupado en este momento” —Naruto mintió, jugando con la kunoichi rubia; sabiendo exactamente lo que estaba buscando. Mordiéndose los labios, irrumpió, tomando asiento en un sofá cercano de Naruto, sin planear desocupar la casa del futuro Hokage.— “Me dijiste que podrías ayudarme a evitar que Sakura se llevara a Sasuke. No puedo dejar que continúe superándome cuando se trata de Sasuke; así que quiero cualquier ayuda que puedas darme”. —Naruto escuchó, conociendo a estas dos lo suficientemente bien; hasta el punto de que era solo cuestión de tiempo antes de que el shinobi consiguiera lo que buscaba. No había prisa, y las emociones de la rubia, como las de Sakura, serían su perdición. Todo lo que Naruto necesitaba ahora era tiempo para manejarla y asegurarse de que ninguna de las kunoichis se interpusiera en el camino de la otra. Con una sonrisa, cerró la puerta y se enfrentó a Ino; asintiendo con la cabeza en señal de que podía ayudar a Ino.