Primer Acto: Tentación

213 20 5
                                    

Tentación

Hacia cuatro días que Amity no iba a clases en Hexside, Luz estaba preocupada por la chica, desde que se volvieron más cercanas, la morena notaba un cambio en la pelimenta, la notaba más silenciosa, más dócil, un tanto retraída.

Por momentos, la latina sospechaba que Amity había cambiado 180 grados, de la furica y enérgica chica de antes a una sumisa y callada compañera más, cierto era que almorzaban juntas, iban a clase juntas y se iban a casa juntas a la vez que trataban de integrar por completo su círculo de amistades sin descuidar lo que tenían.

Una sonrisa jugueteó en los labios de Luz, la amistad que Amity y ella estaban consolidando era diferente de la que había tenido en un principio con Willow, Gus e incluso los hermanos de Amity, la relación de ambas era diferente.

Luz casi siempre deducía lo que le ocurría a su amiga con su lenguaje corporal, Amity había hecho mucho de su parte para abrirse a ella con elegancia y docilidad.

Y Luz por su lado correspondía aquella dulce sumisión con galante caballerosidad, la sonrisa se le marcó más en sus labios evidenciando lo agradable de sus pensamientos.

- Si fueras chico... - balbuceó accidentalmente.

Un rubor leve cubrió sus mejillas, no, eso no podía ser, al menos no en esta vida. La chica pensó en qué hubiese ocurrido si ella, Luz Noceda fuera del sexo opuesto.

Amity, saldría con ella? Casi con seguridad no, siempre había sido un tanto tímida con los chicos y sería lo mismo si fuese uno y tuviese que impresionar a la más pequeña de los Blight.

No, jamás se hubiese dado, en un modo bastante irónico, era más probable que tuviese una oportunidad con la hermosa heredera de los Blight como Luz, la chica humana.

La sonrisa se le heló en el rostro.
¿Y si no es del todo imposible?

Luz era una chica que, pese a ser joven, sabía comprenderse bien y permitirse ocasionalmente un pensamiento más que amistoso hacía alguna chica, principalmente del anime y manga, no era raro del todo, y era que eso le parecía la pelimenta, era una chica del anime, una waifu de carne y hueso.

Si, claro, era por eso que se sentía atraída por Amity, era una magical girl real y era su amiga.

La sonrisa de Luz comenzó a borrarse poco a poco.

Recordó muchas cosas de golpe, los rubores continuos de Amity siempre le habían parecido signo de timidez, una timidez producida por el subconsciente sentimiento de inferioridad que Luz había notado en ella. Y la culpa de aquella miseria interna no eran otros que los señores Blight. Los propios padres de Amity la habían hecho así.

- Quiero llevarmela lejos de ellos... - se atrevió a pensar.

Decidido, saliendo de clase iría a ver a Amity, tenía que ver qué estuviera bien, últimamente había estado más ausente y rara que nunca.

La última tarde que estuvieron a solas, en una parte del bosque que debían pasar para llegar a la bifurcacion que las llevaba, a una a Owl House y la otra a la mansión Blight, Amity le hizo una petición muy curiosa.

- Noceda... - le pregunto Amity a Luz deteniéndose en el camino. - no quiero ir a casa, no aún...

- ¿Por qué? - le preguntó preocupada. ¿Tus hermanos están metiéndose contigo? Pensé que habíamos arreglado el bullyng que te hacían...

- Mis hermanos son adorables conmigo, gracias a ti... - murmuró con timidez desviando la mirada.

- Tus padres... - añadió Luz, su voz había bajado hasta sonar ronca y feroz más que preocupada. Tan amenazadora y con rabia que incluso Amity dio un paso atrás mirándola inquieta. - lo... Lo siento... Me da coraje que sean tan duros contigo, te esfuerzas tanto y nunca es suficiente. No es justo.

Amity se relajó y le sonrió.

- No, sólo... Yo... - la chica se mordió el labio, en este momento, en aquél recuerdo, Amity se veía extrañamente hermosa, una hechicera dulce y encantadora. - siempre he querido... Hacer ésto... - dijo Amity acariciándole los lóbulos de las orejas a Luz, la morena se ruborizó, así que era eso.

- Bueno... Ya que así están las cosas. - Luz a su vez también comenzó a curiosear con las orejas de la pelimenta.

Las dos chicas estuvieron así un buen rato, en silencio, examinando aquellas curiosas diferencias entre ambas, cuando Luz volvió a su realidad, notó que ahora examinaba el cabello de Amity, era sorprendentemente sedoso.

- Cabello de chica de ánime. - dijo con asombro. - Lindo...

Se despidieron poco después, esa fue la última vez que se vieron, Amity no había asistido más y nadie sabía de ella, las clases y los diferentes horarios le hacían imposible hablar con los hermanos de Amity y nadie sabía de ella, Luz lo había decidido, iría a visitarla en cuando terminaran las clases.

Continuará

Miseria, Cuando El Amor Nos AlcanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora