Oh no, Yoshua.

Capítulo 23

-¿Qué demonios me estás haciendo, Yoshua?-le pregunté directamente sin saber qué decir o hacer, pero el chico estaba impaciente esperando una respuesta de mi parte.

-Confía en mí, es lo único que te pido.- me dijo tendiéndome la mano para caminar hacia la montaña rusa y yo me le quedé viendo con duda hasta que solté un suspiro y la tomé.

El ruloso sonrió ampliamente al ver lo que hice y me jaló para correr con ánimo hacia la gran montaña rusa que comenzaba a llenarse porque mucha gente quería subirse. Me impresioné mucho al ver que había personas de todas las edades y al parecer, era la única que tenía mucho miedo por subirse.

Maldita sea.

Quería gritar e irme corriendo de aquí hacia cualquier otra parte que no pusiera mi vida en peligro mientras Yoshua compraba dos boletos en la taquilla que había en uno de los edificios del hotel.

Sabía que podía irme y negarme a hacer esto sin que el chico se diera cuenta porque no podía obligarme a nada, pero una parte de mí quería retarme a hacer algo que siempre me dio miedo.

Quería demostrarle a Yoshua y a mí misma que podía hacer cualquier cosa aunque fuera con miedo.

Lo raro es que ni siquiera lo hice cuando era más joven y vivía la etapa de la rebeldía porque siempre me dieron pavor esas cosas.

Lo estaba pensando muy bien mientras observaba la rueda que tenía aquella montaña y escuchaba los gritos emocionados de la gente que la atravesaba hasta que escuché su voz detrás de mí.

-¿Estás lista?-me preguntó con una sonrisa ansiosa, a lo que yo negué mientras sentía mi cuerpo temblar por lo que había visto.

-No, ¿y tú?-le pregunté sabiendo que estaba más que emocionado por subirse cuando hicimos fila detrás de unas veinte personas.

-Siempre lo estoy.- contestó encogiéndose de hombros y me miró con cautela- No se siente nada, te aseguro que te va a gustar.

-No hablemos de la montaña rusa o me iré.- le advertí caminando unos pasos hacia adelante porque la fila comenzaba a avanzar rápidamente.

Joder, joder.

Estábamos a muy poco de meternos al hotel porque el juego arrancaba desde adentro y juraba que sentía que mi corazón se saldría de mi pecho en cualquier momento.

-Vale, te voy a distraer hablando de cualquier otra cosa.- me respondió el ruloso con diversión mientras sonreía sin tener ninguna preocupación.

Asentí un poco agradecida por su propuesta, sin embargo, yo tenía una gran pregunta que necesitaba hacerle desde hace rato y no podía contenerlo más.

-¿Por qué no estás interesado en el amor ahora?-le pregunté de repente al quedarnos callados por un momento y noté cómo el chico alzaba las cejas con sorpresa porque no se esperaba eso.

Yo traté de no regañarme mentalmente porque jamás hubiera preguntado algo tan imprudente, pero necesitaba saberlo y no sabía por qué.

Por eso traté de actuar como si fuera una pregunta normal porque sabía que lo había sacado de sus pensamientos sobre cuál tema de conversación proponer en lo que subíamos, pero no le importó y me respondió sin problemas.

-Simplemente dejé de buscarlo, solía hacer cualquier cosa por amor porque me enamoraba muy rápido de la primer chica que se me cruzaba por el camino, y obviamente, las cosas nunca funcionaban.- comentó negando con la cabeza con una media sonrisa y después me miró.- Pasé gran parte de mi vida forzando las cosas y eso es lo peor que puedes hacer. Además, recuerdo que mi abuela siempre me dijo que el amor vendría a mí en el momento más inesperado y con la persona más inesperada, así que estoy esperando a que eso suceda.