Capítulo 47.

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Yoshua.

Abrí los ojos pareciendo un maldito cadáver en la cama mientras escuchaba las voces de los chicos conversando con Miguel en su cocina.

No pude escuchar bien lo que decían porque tenía un dolor de cabeza del infierno y noté que tenía una pastilla para calmar el dolor junto con un vaso de agua en la mesa de noche.

Entonces me emborraché.

Cielos.

-Buenos días, mi chico imprudente favorito.- me saludó Kyle al entrar a la habitación con el cabello un poco mojado y la ropa ya puesta.- Ayer hiciste un espectáculo genial. No te recordaba así.- comentó para molestarme y me puse una almohada en la cara sin querer escucharlo.

-Dime que no la cagué.- le pedí cerrando los ojos sin que pudiera verme y se rió.

-Sólo estuviste a punto de decirle a Bradley que te mueres por Nadia y le diste muchas indirectas acerca de ella. Después te pusiste a bailar con el chico que cantaba en el restaurante que fuimos, le cantaste a Nadia sin disimulo alguno y cuando se fue, te besaste con una señora que tenía aspecto de ser sugar mommy.- me explicó guardando su pijama en su maleta y yo me quedé callado.

Ahora me quería matar.

-¿Enserio?-le pregunté levantándome de la cama después de unos minutos para ver si tenía algún golpe en el cuerpo.

-Tranquilo, no te hizo nada. Eso sí, lo pusiste a dudar muchísimo y Nadia debe de odiarte ahora mismo. - aseguró como si no fuera nada malo

-No creo que pueda hacerlo más.- respondí poniendo los ojos en blanco cuando busqué algo de ropa en mi maleta sin tanto esfuerzo y noté por la ventana que el día estaba fresco.

Por eso agarré un abrigo color café y me lo puse encima de todo lo que había sacado.

-Belinda se sigue sintiendo mal y Jed no podrá venir hoy. Vamos a desayunar aquí y después iremos a Madame Tussauds London. Ya veremos qué hacemos después en el camino.- me explicó sacando su celular de su bolsillo para escribirle a Alisson.

No le dije nada y asentí con la intención de salir a la cocina para desayunar. La mesa ya estaba servida y la música tranquila sonaba como siempre mientras la televisión mostraba algún programa famoso británico.

-Buenos días.- saludé a mis amigos al sentarme en la mesa y agradecí que no me regañaran después de lo que hice anoche.

El desayuno transcurrió más tranquilo de lo que pensé y escuché a los chicos hablar sobre las diferentes figuras de cera que probablemente veríamos hoy en Madame Tussauds.

No pude evitar mirar mi teléfono para ver si tenía algún mensaje cruel de Nadia, pero no había nada.

Tampoco estaba seguro de si seguía teniendo mi número.

Esperaba enserio no haberle ocasionado problemas con Bradley porque me había repetido tantas veces que lo único que le interesaba era no perder su estabilidad con él por mi culpa.

-¿Estás bien?-me preguntó Miguel al verme tan callado y asentí distraído.

-Sí, sólo es la cruda.- respondí sintiendo las miradas sobre mí de los chicos y André les advirtió con la suya que no dijeran nada.

Alex debía de estar muriéndose por echármelo en cara, pero le hizo caso al moreno sin protestar.

-¿Van a llevar a Belinda al doctor?-les pregunté para intentar meterme en la conversación y Miguel asintió.

Oh no, Yoshua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora