Capítulo 4

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Nadia

-¿Por qué están tan callados? Parece que enserio no querían que viniéramos con ustedes.- se quejó Gemma desde la parte de atrás del coche después de haber pasado todo el camino a mi departamento en silencio

-Tú lo has dicho. No queríamos que vinieran.-le respondió Ansel con un tono pesado. Dejaría que se pelearan como siempre hacen, pero les prometí a mis padres que intervendría cada que Ansel sea grosero con ella.

No le tiene mucha paciencia.

Al final había hecho un acuerdo con mis padres: Ellos aceptarían llevar a cabo mi nueva idea para la imagen del equipo de futball a cambio de ser la niñera de sus hijos en todo el viaje.

Me gradué de la universidad hace cuatro años en la carrera de mercadotecnia, pero seguí estudiando para obtener más certificados que me permitieran obtener un buen trabajo después. Mis padres siempre fueron conscientes de todo el empeño que le pongo a lo que hago, así que obviamente me contrataron en el área de mercadotecnia del equipo de futball que tienen: Wolverhampton Wanderers Football Club.

En pocas palabras, se trataba de los Wolves : Un equipo inglés de la Premier League. Es toda una historia para contar sobre cómo se volvieron los dueños del equipo, pero mi padre es uno de los empresarios ingleses más importantes del Reino Unido y hace unos años tuvo la oportunidad de comprar la franquicia del equipo junto con sus socios mayormente conocidos como el grupo Deleasa.

Solté un suspiro antes de hablar. Yo había estado pensando en qué iba a ser de mí en éstas próximas semanas junto con las reglas que les iba a imponer a mis hermanos al estar allá para que no acaben conmigo.

-No le hagan caso a Ansel. Ya saben que tengo la cabeza siempre en cosas de mi trabajo y por eso estaba tan callada- les mentí al estacionar mi coche en el gran edificio donde tenía mi departamento. Tanto Anna como Gemma se quedaron asombradas al ver lo lujoso que era todo porque pensaban que vivía en una casa cualquiera a comparación con la que ellas tenían.

-¿Vives en los departamentos Shereen?- preguntó Anna con asombro al bajarse del coche cuando el mayordomo les abrió la puerta y yo asentí caminando con ellos detrás hacia la entrada del edificio.

-Pensaba que vivías aislada del mundo para que nadie te moleste, pero ahora sí me dejaste con la boca abierta- se burló Gemma mientras me seguía al ascensor y a su vez grababa todo para subirlo a sus redes sociales. Yo me acerqué a los botones antes de subir a mi departamento y les pedí de favor que nos subieran las maletas que estaban en mi coche.

No pude evitar reírme al ver la expresión agobiada de Ansel en el ascensor mientras escuchaba los planes de Gemma al estar en Las Vegas.

-Ojalá que saques toda tu adrenalina ahí para que cuando regresemos, no sigas igual de tonta.-le dijo rodando los ojos y lo miré mal, pero Gemma se rió sin estar ofendida.

-Y yo espero que te relajes un poco para que regreses menos amargado.- se defendió con el mismo tono

-¡Ya basta!- los regañé a los dos en el momento en el que el ascensor se abría y los guié hacia la puerta de mi departamento. Noté que a Anna le daba gracia todo esto, pero no comentó nada.

Cuando abrí la puerta de mi departamento, las dos chicas abrieron los ojos como platos mientras observaban todo con maravilla, pero Ansel no se molestó en darle un vistazo y me miró sin expresión alguna.

-¿Cuál es mi habitación?-me preguntó sin tener interés en nada, pero sí en escapar de nosotras para estar solo cuanto antes.

Contaba con cuatro habitaciones junto con un balcón que ofrece impresionantes vistas de algunos de los monumentos más famosos de Londres porque el edificio se encontraba en el centro de la ciudad. Todas las áreas de mi departamento estaban decoradas a mi estilo clásico renovado con las paredes blancas y los muebles obscuros junto con algunos espacios claros. A mí me encantaba este lugar porque era reservado, pacífico y auténtico a la vez sin importar que este estilo es de los más usados últimamente por las mesas de cristal y los estampados disimulados en todas partes.

Oh no, Yoshua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora