Silentium (WOOSAN) Terminada.

10

El resto de la tarde se basó en
recuerdos, lectura. Bastante para
Wooyoung y eso a él no le encantaba mucho, pero era algo necesario si quería compartir más tiempo con su hyung.

Pero, por obra del diablo al pobre chico le llegó la enfermedad de nuevo, dandole una fiebre de los mil demonios, haciéndolo delirar y decir cosas tontas, MUCHAS cosas tontas.
Y no, no de esas cosas tontas como callar a su hyung (aunque eso era extraño porque en eso se basaban sus malestares, en insultos), sino algo mucho más estúpido que ser grosero con una persona mayor.

Desgraciadamente, a nuestro
desdichado protagonista le tocó una suerte terrible, donde le hablaba a "su osito Sannieeeeeeeeeee" sip.
alargando la palabra hasta que su cara quedara colorada por la falta de oxígeno.

Wooyoung se estaba avergonzando en demasía él solito. Para cualquier persona seria bastante gracioso e incluso
infantil ver a un chico de 18
años hablandole literalmente
a un oso de peluche apodado
"Sannieeeeeeeeeeeeeeee" como
si fuera el amor de su vida,
declarandosele con los ojos lo
suficientemente entrecerrados
para darte cuenta que no estaba
en sus cuatro sentidos.

—iiPor qué no me respondes
Sannieeeeeeeeeeeeeeee? — se
quejó el menor — iEs que acaso
no me...— pausa donde cerraba
los ojos y de inmediato los abría  — N-no me correspondes?!
PERO SOY LO SUFICIENTEMENTE
LINDO Y ATRACTIVO PARA
CUALQUERA, ME LO HAN DICHO! — gritó, ya exasperado por la situación que él mismo se creaba — ¡PERO RESPONDE, INÚTIL!

San estaba muriendo de
ternura, mirando al menor
recostado en la cama y sujetando
un oso blanco sobre su cara,
gritándole y lloriqueando.

—iJung Wooyoung!- llegó el señor Jung, ya cansado de los gritos de su hijo — Es suficiente, hijo, duerme un poco.

-P-pero quiero que Sanie me ayude a dormir — se quejó,
haciendo un puchero y con los
ojos llorosos.

Jung Wooyoung con fiebre era la
definición de berrinches, malas
formas, groserías y delirios.
Aunque al otro día no podía
recordar absolutamente nada.

—San debe ir a casa, es muy
tarde y por culpa tuya se está
atrasando. Es más, San, te
llevo a casa.

—No le hagas caso a
este tonto e ignoralo, se le pasará — dijo el hombre, dándole unas
palmadas.

San negó con la cabeza y las
manos, indispuesto a dejar a su
amigo en ese estado y mucho
menos cuando una de sus
peticiones habían sido que lo ayudara a dormir.

—¿Estás seguro? por mi no habría problemas si te quedas a dormir, tenemos una habitación para las visitas pero no sé si a tus padres les parezca adecuado — explicós el señor Jung.

—iQue pregunte, entonces! —
exclamó el menor ya molesto
por tanto diálogo y nada de
accion. Tenía sueño y sentía su
cabeza explotar, pero se rehusaba a dejarse vencer sin antes estar con Sannieeeeeeeeeeeeeeee.

San asintió dando una leve
sonrisa al mayor para tomar
su móvil y pedir permiso. A los
minutos su madre respondió
con una respuesta afirmativa,
diciendo que lo veía al otro día.

Una ventaja de que la señora
Choi conociera a los padres de
Wooyoung años atrás, de no ser así lo más seguro seria que negaran su estadia en otra parte que no fuera su casa propia.

El señor Jung le indicó dónde
estaría su habitación y les
deseo buenas noches, sin antes
agradecerle por soportar a su hijo y antes de irse por completo de la habitación para decirle...
— Si mi hijo se pone bastante
pesado ignoralo, cierra la
puerta con pestillo, y te vas.
Descuida, no escapará porque
cuando le da fiebre está lo
suficientemente idiotizado como
para ejecutar una accion tan
sencilla — se fue finalmente,
dejándolos solos.

San se acercó a la cama del
menor, donde lo pudo ver jugando con su cabello y quejándose del mismo, diciendo que era demasiado largo y que temía pullarse los ojos con sus puntas.

—"Es un caso perdido" pensó San, para acariciar la cabeza de Wooyoung, llamando su inmediata atención, causado emoción en el menor.

—iSannieeeeeeeeeeeeeeee,
volviste!

—"Nunca me fui" respondió el
rubio, golpeándose por lo tonto
que era eso si el menor no podía
escucharlo.

—Perfecto, ahora haz que me
duerma, porfis — pidió, atolondrado y abrazando el brazo de San.

El mayor sonrió enternecido y
se acostó a su lado, haciéndole
caricias en la cabeza al menor y
pronto escuchando la respiración sumamente relajada del pelinegro.

Se levantó como pudo de la cama, ya que el cuerpo de Wooyoung se
encontraba literalmente encima
de él y temía despertarlo con
todo el movimiento. Arregló
al menor, tapandolo con una
cobija y tocando sus mejillas las
Cuales ardian por la fiebre que no disminuía por nada del mundo.

Y sin saber muy bien por qué,
beso las encendidasy ardientes
mejíllas del menor, que se veían
suaves y sentian de igual manera.

Muy avergonzado salió del lugar, reprendiendose por tener tanta confianza como para hacer ese tipo de cosas.

—"Idiota" se regañaba.
Aunque en realidad, en el
fondo, sabía muy bien que no
lo lamentaba, si pudiera lo
repetiría miles de veces.

Con ese pensamiento en su cabeza ingresó a la habitación que el matrimonio
Jung amablemente le habían
preparado.

Después de tomar un baño se
recostó en la suave cama y sonrió como bobo, tocandose los labios, jurando sentir aun la piel caliente del menor.

—"Qué me está sucediendo?" pensó, tocando su pecho, sintiendo su corazón demasiado acelerado por el simple hecho de pensar en su lindo amigo de cabellos negros.