Mis Relatos

Preparatoria

Luisa se fue después de nuestra pelea ella y yo dejamos de vernos, ahora vivía en la capital con su tía, a veces el pensar en ella me prendía cuando estaba a punto de tocarme una nostalgia horrible invadía mi cuerpo, me hacía sollozar de tristeza, sin embargo aún no les decía nada a mis papás acerca de Luisa y el gran impacto que tuvo en mi corazón y cuerpo.

He terminado la secundaria me despide de mi mejor amiga ella y yo iríamos a preparatoria distintas, supongo que es el adiós, decía con tristeza. En ese momento para mí la entrada a la prepa no era más que una gran excusa para comenzar de nuevo por lo que escuche ninguna de mis ex amigas estaría ahí, creeme eso me aliviaba bastante los primeros días transcurrieron bastante bien, hice amigos rápidamente hasta que...

-No está tu novia quien te defienda o si?- escuche decir en la entrada de la escuela era esa maldita voz -¿qué quieres aquí?- decía mirándola era una de mis "amigas" de secundaria quien me trataba de puta -no se supone que deberías estar en tu maravilloso colegio que tanto presumias?- decía con un tono sacastico ella me miró molesta
-mira Luna no me molestes o entre ahora debo quedarme aquí fue la única opción así que tratemos de llevarnos bien- extendió su mano obviamente yo me aleje dejando su mano estirada y camine a mi salón buscando la lista de alumnos, gracias a Dios ella no estaba en mi clase eso me alivio bastante.
Las horas transcurrieron normal, hasta la hora del almuerzo ella no tenía nadie con quien estar así que se acercó a mi -Luna espera por favor hablemos- decía pero yo me iba corriendo dónde mis amigas jugaban básquet, ellas me miraban y preguntaban por la chica de atrás y yo poniendo los ojos en blanco suspiraba y decía es una larga historia ellas me miraron con compasión -puedes contarnos- decía Violeta una chica llenita con la cara llena de pecas y una actitud agradable, en ese momento sonreí y llevando las conmigo a caminar les platique la situación les conté de sus tratos y su supuesta "amistad" obvio preferí no contarles acerca de mi exnovia.

-pero que valor tiene al acercarte a ti- decía el chico del grupo Diego un chico amable y gracioso y muy gay aunque en ese momento no se destapaba
-Lo se créanme me hizo la vida imposible y no quiero que sea lo mismo aqui- decía llevándome las manos a la cara ellos me abrazaron

-no te preocupes Luna- decía la tercera del grupo una chica bajita y con cabello pintado de rubio -gracias Betty-

Las clases pasaban y no había novedad unos días después esa chica que no vale la pena mencionar me tiró el brazo bruscamente -te estoy hablando y tú solo me evades- decía molesta -no es justo que por un error hechos nuestra amistad por la borda- en ese momento un profesor, alto, moreno, con una gran personalidad y algo más nos preguntó si todo estába bien -si profe solo... Ella me hace la vida pesada desde la secundaria- decía molesta
-chicas no peleen señoríta no cree que ya es demasiado- se dirigía a la otra chica quien de inmediato me soltó y se fue

-Gracias profe de verdad gracias- ofrecía una mirada cálida

Al pasar de los días, semanas el profe y yo nos volvimos más cercanos, para mí suerte el me daba química, así que el verlo y de vez en cuando ser amable y coqueta con el no era problema, sin embargo lo que empezó como un juego no lo sería más.

-Luna te espero en el laboratorio necesito que me ayudes a traer los utensilios para la exposición- sin decir nada más el salió del salón con un guarda notas, por mi parte les ofrecí una sonrisa a mis amigos y salí del aula camine rápido y me quedé Serca de el hablamos un poco hasta llegar al laboratorio, el comenzó a hablar con un tono más serio que de costumbre enseguida cerró la puerta detrás de él.

-Luna, deberías avergonzarte- me sonroje cuando el hablo - coqueteando con un hombre mayor, con tu profesor y para colmo con un casado- sonreí al mirar sus ojos, en ese momento no aguanto más y sonrió casi riendo a carcajadas

-lo lamento profe no debí hacerlo al parece no le gusto como yo pensé-  decía mientras me sentada en el escritorio de la pequeña oficina

El profe me miraba en específico las piernas, después de mirarme lasivamente se acercó y estaba enfrente mío sabía que algo más ocurriría y no podía hacer más que lamerle los labios -Luna esto está mal y lo sabes bien verdad, nadie puede enterarse- rodee su cuello con mis brazos y dije -para que necesito que alguien más lo sepa- en ese momento sentí una pequeña risilla seguida de un beso pero este beso era pasional, eran dos almas que sabían perfectamente a lo que se enfrentaban sin embargo no les importaba con ese beso sellaban su pecado.

-creo que deberíamos irnos- decía sonriendo y levantándome tomado los instrumentos de exposición y abría la puerta como si nada pasara, camine y el salió detrás de mi con una sonrisa tonta, la clase transcurrió normal, los chicos de mi salón no sospechaban nada más allá de que fuera una alumna parcipativa e inteligente.

Al salir de clases me tope con su esposa otra maestra del plantel ella me saludo con cariño a la profesora le agradaba mucho era una lastima y llegué a sentir pena por ella pero no lo suficiente como para dar marcha atras de mi nueva conquista.