Una nueva estudiante llega a
Night Raven College, será admitida solo por que su familia es una beneficiaria de la institución, las peculiaridad es rondan en ella, y cierto líder de dormitorio se interesara por ella, aunque no todo será un cuento de...
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Scarlett se dirigía sonrojada al espejo de Savanaclaw, tenía algo que reclamarle al león, al entrar fue saludada por la gran mayoría, ella saludo cortésmente, cabe resaltar que ella jalaba su falda hacia bajo para que la marca no se viera, llegó rápidamente a la habitación del castaño y sin pedir permiso entro encontrándose con Leona dormido, sin previo aviso se lanzó enzima de Leona despertándole de golpe, este le miro de mala gana.
—¿Qué te pasa?
—Eso debería preguntártelo yo.
—¿Ah?
—¿Que significa esta marca en mi muslo?
Leona miro su pierna y sin aviso levanto su falda haciendo que ella se sonroje más, le aparto la mano, Leona le miro y suspiro cerrando sus ojos.
—Ni yo lo sé... —cerro sus ojos y volvió a acomodarse.
—Claro que sabes, es tu cola.
—¿Tu punto es?
—Por qué me dejaste una marca.
—Fue por reacción o costumbre...
—Leona ¿Podemos hablar?
—¿No es lo que estamos haciendo?
—Sí, pero... esta vez escúchame sin dormirte.
Leona abrió sus ojos y se sentó aun con ella enzima, le miro seriamente, quería dormir, pero al ver a la chica desviando la mirada y sonrojada no le quedo de otra que escuchar lo que quisiera decirle, ya que era extraño ella no solía comportarse así.
—Bien, te escucho.
—Yo... Tú... Bueno... Sé que lo nuestro solo es un trato pero de alguna manera yo... Tú me estas... Solo... Me gustas...
Hubo un gran silencio en la habitación, ninguno decía nada, la chica tenía la cabeza agachada temblando, mientras que Leona le miraba seriamente, ella decidió moverse de enzima e irse, pero la mano en su cadera le detuvo, volteo a verle y de la nada fue besada por este, ella se tensó realmente no esperaba que hiciera eso, Scarlett se sonrojo a mas no poder, y correspondió torpemente, cuando se separaron Scarlett agacho su mirada y tembló levemente.
—Si no dices nada... No sabré qué opinas.
—Yo no diría que me te amo, pero —rasca su nuca fastidiada— me das curiosidad.
—¿Curiosidad?
—Dejémoslo así...
—Yo... entonces no soy nada... Solo soy un medio fácil para tener un trono —sonrió con tristeza y lágrimas cayeron por sus mejillas.
—Herbívora yo...
—Sabes olvida lo que dije... —seco sus lágrimas, aparto la mano de su cintura levantándose rápidamente— Fue una tontería amm, debo alistarme para ir a tu ciudad natal así que me retiro.
