Una nueva estudiante llega a
Night Raven College, será admitida solo por que su familia es una beneficiaria de la institución, las peculiaridad es rondan en ella, y cierto líder de dormitorio se interesara por ella, aunque no todo será un cuento de...
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—Ella es una chica algo interesante, ¿No lo crees Leona-san?
—No me interesa —toca su cabeza.
—Al parecer tu estado de salud sigue mal... A este paso no creo que puedas ir a la junta del director...
—Solo a él se le ocurre hacer junta tan seguida y apuesto que es por esa niña.
— ¿Por qué la protegerán tanto? Digo conoce a todos los de Diasomnia, algo de temer si me lo preguntas.
—Ja, como si importara.
—Para estar mal, sigues teniendo tu carácter.
— ¿Qué dijiste?
—Nada, ayer estabas bien al volver al dormitorio, y eso que al salir parecía que tenías fiebre, además olías a medicina ¿Sucedió algo?
—No realmente.
Sin más Leona camino directo al dormitorio, quería ir a su habitación y dormir, si iba a enfermarse lo haría en su cama y durmiendo.
Mientras tanto en Diasomnia, todos veían como la chica de Scarabia era acompañada por su líder, decidieron no preguntar y dejarlos solos, al estar en la sala principal, se encontraron con las dos personas faltantes en el grupo de Malleus.
—Malleus-sama, me alegro que esté bien lo hemos estado buscando.
—Creo que es muy exagerado irme a buscar, se cuidarme solo.
—Solo nos preocupamos por tu bienestar —aclaró Lilia mientras se dirigía a la sala conjunta y se dejaba caer en uno del sofá.
—Awww Sebeksito no sabe cuidar a su señor —dijo Scarlett.
— ¡Qué demonios haces tú aquí!
—Vine de visitar a MI familia.
— ¡Tú no tienes derecho a... ¡
—Ah Silver —lo paso de largo yendo con el peli-plata— me alegro verte.
—Digo lo mismo...
—¿Qué pasa? ¿No me reconoces?
Silver y Sebek negaron, la chica solo tomo su frente con frustración, a lo que Lilia soltó una risa, se levantó de su asiento y se acercó a la chica.
—Es Scarlett, ha pasado tanto tiempo pero aún es idéntica aunque hecha toda una mujer.
—No lo es... —dijo Silver— no se parece nada a lo de antes.
—¿¡Ella es aquella niña mal arreglada y andrajosa?!
—¡Cómo demonios me gritaste si ni siquiera sabías quién era, animal! —Reclamo la chica.
—¡Por qué te ves diferente, ahora pareces más decente! Muy decente...
