Billion || Joerick

Capítulo 18

Erick

Cuando acercó su rostro al mío, mi corazón no demoró en acelerarse.

¿En serio me estoy enamorando del chico que solía llamar idiota?

Tal vez.

Es un idiota, sí, pero es un idiota lindo.

Miro su mano entrelazada con la mía y sonrío levemente.

Joel parece un chico de cinco años feliz mientras me encamina a quién sabe dónde.

Cuando nos movemos hacia el estacionamiento, sé que subiremos a su vehículo.

El chico me abre la puerta antes de que yo mismo lo haga, y sonríe esperando a que entre.

Rodeo los ojos riendo levemente mientras lo hago.

Veo como sus ojos se achinan y la sonrisa en su rostro se mantiene reluciente.

Mis mejillas no demoran en arder, y suspiro tratando de calmar mi ritmo cardíaco.

Noto como da vuelta alrededor del vehículo y entra por el lado del piloto.

A penas se sienta y cierra la puerta, me mira animado.

—Oh, te olvidaste de esto —Expresa, acercándose sin más.

Noto como agarra el cinturón detrás de mí, y lo coloca de manera que me sirva de seguridad.

Le observo y noto como se mantiene en aquella posición, cerca de mí.

Siento su respiración acelerada chocar contra mi rostro, y miro sus ojos fijamente.

Aunque... la tentación me va ganando.

Mi mirada va cayendo inconciente hacia los labios carnosos del chico.

Joel también lo hace, cuando vuelvo a mirarle a los ojos noto que los suyos están fijos en mis labios.

Creo que se acercará más, pero no lo hace, vuelve a mirarme a los ojos y simplemente regresa al lado del piloto.

—¿Listo? —Pregunta, noto nerviosismo en su voz y me dispongo a asentir.

Luego de ponerse el cinturón él y arrancar el vehículo, el ambiente se siente un poco tenso entre ambos.

Miro el reproductor de música del vehículo y suspiro.

Solamente eso debe costar el total de mi salario.

—Puedes poner música si quieres —Avisa, asiento mientras muevo mi brazo hacia allí—. O hablar conmigo durante el viaje, tú eliges.

Le observo y luego al reproductor, y suspiro alejando mi mano de este.

Joel sonríe mientras mantiene su mirada fija en el camino y conduce.

—¿Por qué eres tan lindo? —Cuestiona, bufo y le escucho reír—. ¿No era que tú me coqueterías?

Cierro mis ojos por unos segundos.

¿En qué estaba pensando cuando dije eso?

Ahora ya sabe que me interesa.

—Bien... ¿cómo te está yendo en tu proyecto? —Pregunta, abro la boca emocionado.

Le comienzo a explicar con detalle cómo cada uno de los integrantes del equipo de diseño me felicitaron y apoyaron mi idea.

Joel asiente en todo momento sonriente, como si le interesara mucho lo que digo.