Billion || Joerick

Capítulo 19

Joel

Ver a Erick divertido en este lugar, provoca realmente mucha emoción en mí.

Cuando el ojiverde le respondió a el chico del juego, diciéndole que no le pasará su número, sonreí feliz por ello, sin miedo a ser demasiado obvio.

A decir verdad, una parte de mí quería serlo también.

Aún recuerdo la mirada del chico entregándole el peluche de oso a Erick, se encontraba decepcionado y algo molesto por mi risa, disfrutando la situación.

El ojiverde es demasiado atractivo, por lo cual estoy seguro que esta no será la primera vez que sucederá algo así.

Sin embargo, una parte de mí realmente espera que siga respondiendo de la misma manera.

Tal vez son celos, pero no me gustaría que otro chico le coqueteara.

A fin de cuentas, en este momento, el que hace eso soy yo.

Caminamos a la par por el parque de diversiones mientras comemos copos de azucar.

Noto como Erick observa el suyo con gran emoción, mientras comienza a comerlo de a poco.

Sonrío un poco de lado por ello.

Es tan tierno como un niño pequeño.

Cuando mira hacia otro lado, entretenido, me acerco a su copo ignorando el mío, y no tardo en morder una parte, agarrándola con mi boca.

Erick me observa, y comienzo a masticar el pedazo que tengo en mi boca.

Le noto mirarme molesto, aunque luego parece negar con la cabeza y reír entretenido.

Tiende a agachar la cabeza cuando está nervioso o pensante.

Sin pensarlo, acerco mi rostro hacia el del ojiverde, y dejo un beso en su mejilla.

Me alejo rápidamente cuando le noto girar exaltado, y miro hacia otro lado, divertido.

Noto como me golpea levemente el brazo y río al instante.

Erick sonríe, cómodo con el ambiente.

Eso me hace feliz también.

Al comienzo, estar junto a mí generaba un clima tenso, y hasta casi molesto para ambos.

Aunque ahora... es tranquilo, cálido y agradable.

El sentirme así suele generar un cierto miedo en mí, ya que en el pasado han jugado con mi corazón sin ninguna especie de remordimiento.

Y... el sentir que me gusta Erick, si bien me genera felicidad, también una cierta inseguridad.

Sin embargo, ya no puedo irme hacia atrás.

Ahora que por fin estoy logrando esta armonía entre él y yo, no puedo retractarme.

Noto como algunas personas me observan y sonríen, y respondo con una sonrisa incómoda.

—Ya te reconocieron, eh —Expresa Erick.

Bufo negando con la cabeza y le escucho reír por debajo.

—Si supieran que eres un mal humorado —Susurra, alzo el ceño y noto como niega—. Nada.

—Oye, no soy mal humorado —Respondo, encogiéndome de hombros y continuando comiendo el copo—. Es que estoy metido en mi modo de jefe.

Aquello le hace reír, y noto como sus ojos verdes se llenan de lágrimas a medida que pasa el tiempo.

Sonrío por ello, es de las pocas veces que logro esto en él.