Día 1

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Zoro se sentía incómodo, incluso se atrevía a admitir que estaba sumamente avergonzado, no podía creer que había sido tan descuidado como para que aquello ocurriera

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Zoro se sentía incómodo, incluso se atrevía a admitir que estaba sumamente avergonzado, no podía creer que había sido tan descuidado como para que aquello ocurriera. Maldecía a su estúpido novio y al estúpido horario de la universidad porque, de haber tenido más tiempo, hubiera podido sacar aquello de su interior antes de clase y no tendría que pasar por eso.

Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas siendo su piel morena la única que le ayudará en esa molesta situación. Intentó acomodarse nuevamente en su asiento, manteniendo las piernas apretadas para, de alguna forma, evitar que cualquier cosa delatara el porqué de su incomodidad.

— Hey, Zoro ¿te encuentras bien? — Preguntó su mejor amigo, Luffy, viéndolo con preocupación.

El joven con cabello verdoso había pasado gran parte de la clase removiéndose en su asiento, lo intentaba hacer discretamente pero al parecer no había funcionado si su despistado amigo se había dado cuenta de su clara incomodidad. Zoro se negaba a dejarse ver vulnerable, no le ganaría esa estúpida cosa.

— ¡¿Qué?! — Grito en un susurro — ¿Por qué preguntas? ¿Qué te hace pensar que tengo algo?

Bien, tal vez su plan de no verse vulnerable no estaba funcionando.

Luffy hizo una mueca por el bombardeo de preguntas no tan altas como para que el profesor los regañara, el joven con cabello verdoso estaba de mal humor o al menos así lo sintió el más bajo por la expresión en el rostro del moreno. Intentó ser más sutil con lo que decía demostrando que estaba con alguien de confianza para admitir que no era una piedra sin sentimientos.

— No luces bien ¿te duele algo? ¿Malestar estomacal?

— ¡Sí! ¡Eso! Tengo malestar — Se tocó el estómago intentando disimular, su mirada viajó a su novio unos pupitres más atrás de donde estaban, lo veía reprochándole con la mirada. Luffy solo entendió que seguramente se aseguraba que Law prestara atención al profesor y no a su plática — Seguro algo en la mañana me hizo terminar así.

— Debes cuidar lo que comes Zoro, no todos tenemos el estómago fuerte como Luffy — Se metió Usopp, él estaba detrás del moreno y también había notado como su amigo se movía intentando, en vano, encontrar una buena posición durante lo que llevaban de la clase.

Ninguno de los dos notó la sonrisa ladina de Law, el par de ojos grisáceos viajaron por la espalda de su novio lentamente deteniéndose en el trasero que tanto le gustaba, no pudo contenerse y se mordió el labio inferior ligeramente al recordar cómo había apretado con fuerza aquellas hermosas montañas de carne. Se acoplaban tan bien a sus manos que incluso las sintió hormigueando queriendo repetir esa acción mientras embestía a su hermoso novio una y otra vez.

¡Como amaba el trasero de su novio!

Su celular vibró avisando la llegada de un mensaje pero ni eso logró hacer que despegará la mirada del trasero de Roronoa. De reojo vio que el mensaje pertenecía al dueño de sus pensamientos, le extraño porque seguían estando en clase.

LawZo WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora