¡Un nuevo evento! Este LawZoWeek será a del 14 al 20 de Junio por si quieren entrar están a tiempo de apuntarse.
Se que no es muy anunciado pero me gustaría aportar mi granito en este Week, espero que ustedes también se animen a leer y participar.
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Zoro odiaba el frío, realmente lo odiaba con toda su alma, había tenido pésimas experiencias con las temporadas de invierno. Tal vez sea por esas mismas malas experiencias que él no fuera un amante en absoluto de las bajas temperaturas, no era como su novio que venía de una ciudad fría.
Aunque Zoro no sabía realmente de dónde venía si había vivido en diferentes ciudades, la peor de todas era una ciudad que acostumbraba a estar en bajas temperaturas la mayoría del año y había sido de las experiencias más espeluznantes que había tenido que vivir.
Nada podía ser peor que aquellos días.
Recordar las bajas temperaturas, sentir su cuerpo congelarse de a poco hasta no sentir algunas partes de su cuerpo hacían que Roronoa tuviera que llevar mil y un abrigos para no morir por hipotermia. Para que aquellos recuerdos no lo petrifiquen.
El no soportaba las bajas temperaturas de la ciudad no porque su cuerpo no pudiera, su mente era la que no podía soportarlo.
Se cerraba completamente, ni siquiera estaba de humor para soportar a sus amigos y si no fuera por la infinita paciencia que le tenía su novio él ya hubiera tomado sus maletas para tomar el primer vuelo o camión para irse directo a una ciudad calurosa hasta que el frío pasará en esa zona.
No le importaría dejar su trabajo y la escuela durante ese tiempo, sin embargo, Law lograba convencerlo de no ser tan drástico en estas "fechas tan especiales". Fue muy difícil, en especial los primeros dos años pero Law lo entendió.
Poco a poco el más alto se convirtió en la única razón por la cual se tuvo que prevenir todo el año para esas fechas, comprando abrigos enormes a un precio más accesible de cómo estaban en pleno invierno.
Law en cambio amaba poder abrazar tanto como pudiera a su novio, si claro, había sido muy difícil al inicio de su relación porque un día simplemente tomó las maletas y se fue. Cuando volvió a saber de él estaba con "su familia" en Miami.
El ojeroso estuvo tentado a tomar un vuelo, fueron al menos cuatro meses sin él y se volvió a repetir los siguientes cuatro años. Zoro no soportaba estar rodeado de frío, ni siquiera artificial por lo que Law estudio y consultó a expertos para saber qué podía hacer para ayudar a su novio.
Claro que fue difícil, claro que quiso tirar la toalla muchas veces en las que Zoro se iba muerto de miedo envuelto en mil cobijas a un lugar repleto de calor con su "hermana" y "padre", pero Law no se iba a rendir porque Zoro lo valía completamente, tenía el apoyo de sus amigos y los de Zoro así que lo volvió a intentar.
Le costó mucho decirlo, era algo tan privado que solamente sus amigos lo sabían y nadie había abierto la boca porque se lo juraron, pero lo hizo. Zoro finalmente le confesó a Law todo lo que había pasado en los inviernos que había vivido, le contó su horrible infancia y porque su "familia" no tenía ni un solo parecido ni un solo apellido igual.