Capítulo 1

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Victoria bajó del coche, agradeciendo a la madre de su amiga por haberla llevado a su casa tras el entrenamiento, despidiéndose de sus dos compañeras y cerrando la puerta del vehículo.

Caminó hacia la puerta de su urbanización, la cual, para su suerte, se encontraba abierta, por lo que simplemente entró, sin darse cuenta que un coche con cristales tintados la seguía, rodando muy lento detrás de ella.

La adolescente se giró viendo lo anteriormente dicho, asustándose y empezando a caminar más rápido a través de las calles de su urbanización, mientras que el coche paraba a su lado y de él se bajaba un hombre con traje negro, con algo parecido a una pistola en su mano derecho, por lo que la menor empezó a correr, estando apunto de tocar el timbre de su casa si no fuera porque el extraño le disparó en el estómago con el taser, golpeándola después en la cabeza, haciendo que la de ojos marrón oscuro perdiera la conciencia.

(...)

Después de dejar a su amiga Victoria en su casa, dejaron a su compañera en la suya estando apunto de partir hacia su propia casa si no fuera porque vieron como un coche se paraba detrás de ellas y disparaba a la menor.

Su madre se bajó del coche mientras que ella empezaba a llamar a emergencias, aunque se le hacía casi imposible marcar los números ya que sus manos temblaban con demasiada brusquedad para que la rubia pudiera hacerlo.

Carla oyó un gritó fuera del coche, viendo como su madre se encontraba desmayada en el suelo con un pequeño río de sangre cayendo por su cabeza. El hombre de traje que la había disparado caminó hacia el coche abriendo la puerta antes de que ella pudiera encerrarse dentro del coche y cogiendo a la de 13 años del pelo, tirando de este hacia abajo, tapándole la boca para que no pudiera gritar o pedir ayuda mientras que ella trataba desesperadamente de librarse de su agarre.

En es momento el hombre sacó de nuevo su taser, disparando a la de ojos marrón clarito y arrastrando su cuerpo hacia su furgoneta, metiéndola dentro y luego cargando a Candela y llevándola junto a la otra adolescente, dejando el cuerpo de la mayor tirado en el suelo.

(...)

Por fin había terminado el entrenamiento, las dos chicas, una de 14 años de edad y la otra de 13, se despidieron de sus compañeras y amigas del conjunto, caminando juntas hacia sus casas, ya que las jóvenes vivían bastante cerca.

Empezaron su caminata en un silencio bastante cómodo, siendo roto este por algo que dijo la menor de las dos:

-Lauri, no te alarmes, a lo mejor son imaginaciones mías pero... Creo que una furgoneta nos está siguiendo.

La de pelo rizado se giró, viendo como efectivamente una furgoneta de color negro con ventanas tintadas iba justo detrás de ellas. Laura volvió a mirar hacia delante, diciéndole a su amiga:

-Vamos a mi casa que es la que está más cerca. No mires más para atrás, no vaya a darse cuenta que lo hemos visto.

Claudia asintió, empezando ambas a caminar más rápido, casi corriendo hacia la casa de la mayor. Pero, desafortunadamente para ellas, el conductor de aquel vehículo que las perseguía se bajó del coche, sacando un taser y disparando a la de pelo liso de color marrón oscuro con tonos rojizos, cayendo esta al suelo y dándole el hombre de traje en la cabeza, quedando la mayor paralizada en su sitio.

Su cerebro le gritaba que se moviera, que corriera y que saliera de allí, pero su cuerpo simplemente no respondía sus órdenes. En ese momento la de 14 años de edad sintió como electricidad empezaba a fluir por su cuerpo, haciendo que esta cayera al suelo, siendo inteligente y fingiendo que se había desmayado por el golpe.

Experimento Nº94Donde viven las historias. Descúbrelo ahora