Capítulo 2

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Antes de empezar con el capítulo quería deciros que se me olvidó meter a una de las niñas, la cual supuestamente estaba con Clara y Paola al momento de ser secuestradas, pero, le voy a cambiar la historia, la cual se contará en este cap. Lo siento xdddd. Se llama María por cierto, espero que no se enfaden 🥺.

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Abrió los ojos lentamente, sintiendo como su cabeza dolía como el mismísimo infierno, como si estuviera llamando a gritos que alguien le ayudara. Giró un poco la cabeza, viendo solo se encontraba tumbada en un suelo de color negro, estando dentro de una habitación bastante grande de paredes y techos negros también.

A su lado se encontraba tirada una figura que conocía bastante bien, la figura de su amiga Carla.

"¿Qué coño está pasando aquí?" se preguntó Victoria, gateando hacia su compañera de conjunto, dispuesta a despertarla, pero no pudo, porque en ese momento se abrió una de las paredes, dejando ver que allí se encontraba una puerta, por lo que fingió seguir inconsciente para que no le hicieran nada.

-Y... Aquí están las últimas dos, recemos para que el activo reaccione bien con su sangre.

-Pues si, aunque no creo en verdad, es la primera vez que probamos esta fórmula así que es poco probable que funcione a la primera...

-Bueno, cualquier cosa probamos con otro de los grupos y ya está.

-Si...

Y tras esas palabras los hombres se marcharon, dejando a la de pelo marrón oscuro con más preguntas que respuestas.

La chica oyó como la puerta se cerraba, por lo que se levantó con cuidado, apoyándose de una de las paredes que tenía a su izquierda para no caerse, ya que seguía un poco mareada.

Observó la sala entera, viendo como los cuerpos de 8 de sus compañeras, aparte del de la rubia, yacían tumbados en el suelo, siendo Clara y Paola las que más cerca se encontraban de la salida, por lo que supuso que era a ellas dos a las que acababan de traer.

Caminó hacia la que era la puerta, intentando encontrar el pomo de esta, sin éxito, empezando a patear la pared azabache con todas sus fuerzas. Estuvo 5 minutos haciéndolo, apoyándose en la pared después de ese tiempo y sentándose en el suelo, empezando a caer un par de lágrimas por su rostro.

Estaba asustada, era obvio que lo estaba, todo el mundo lo estaría si estuviera en su lugar, pero, tenía que mantener la calma, necesitaba averiguar de qué se trataba lo que les habían inyectado y asegurarse que todas sus compañeras se encontraran bien y si no lo estaban... Intentar ayudarlas como pudiera.

Tras unos minutos se levantó, secando sus lágrimas con el dorso de su mano izquierda, comprobando primero el pulso de cada una de las allí presentes, viendo que todas estaban bien, estando María con el pulso un poco más lento de lo normal, pero no lo suficiente para preocuparse.

Las horas pasaron tortuosamente lentas, haciendo que la que tenia una hermana gemela se alterara cada vez más al ver como sus amigas no se despertaban, siendo el pulso de la de piel aceitunada cada vez más lento...

(...)

No sabía dónde se encontraba, estaba rodeada de una completa oscuridad, intentaba levantarse, pero se le era imposible hacerlo. No recordaba como había llegado hasta allí y eso la asustaba, haciendo que intentara gritar por ayuda, siendo totalmente acallados por una fuerza que desconocía. Su cara, ya llena de lágrimas, cambió a una de sorpresa al recordar cómo había llegado a aquella situación, tan fácil y sencillo de explicar, pero aún así tan extraño:

Una chica se le había acercado mientras que paseaba por el parque, ya que desde que había decidido dejar la gimnasia, su entrenadora le había dado un día libre a la semana hasta que la temporada eterna por fin se acabara, la había taseado y la había golpeado en la cabeza unas 5 veces hasta que finalmente la de pelo rizado había caído desmayada.

De repente una voz, una voz que le sonaba pero que no sabía decir exactamente de qué llamó su atención, levantándose de una vez por todas y caminando hacia el sonido, encontrando una puerta y pasando por ella, observando cómo se encontraba en una extraña habitación de color negro.

María se sorprendió aún más al ver como sus compañeras de gimnasia también se encontraban, allí, hablándolas, siendo totalmente ignorada por ellas. Al principio la quinceañera se enojó, pero al ver como otra versión de ella, solo distinta por una pequeña quemadura que tenía en su mejilla, se encontraba allí se asustó, empezando a prestar atención a lo que aquellas personas decían.

-¡Os juro que no se como lo hice! ¡No era mi intención lo prometo! - gritó Carla alterada, viéndose las manos con miedo, alejándose poco a poco de las demás.

-No te preocupes Carla, es obvio que fue sin querer - habló su otra yo, intentado tranquilizar a la menor, ya que era así como aquel extraño suceso había pasado, acercándose poco a poco a la rubia, intentando no asustar más a la rubia, sin éxito, ya que en ese momento la visión de la María original se llenó de un color naranja intenso, una explosión que la dejó de nuevo en la inconsciencia.

(...)

Llevaba varias horas registrando el lugar, encontrando un par de puertas más, las cuales si pudo abrir, abriendo detrás de una un pequeño baño de un color totalmente blanco, el cuál deslumbró un poco a la menos, habiendo detrás de la otra una despensa con comida suficiente para todas para un par de meses, al menos si lo racionaban bien y no comían en exceso.

Sus amigas no habían dado signos de vida, bueno, por un momento los ojos de María se habían abierto, mostrando unos ojos de color amarillo, aunque su color natural era marrón oscuro, sorprendiendo a Victoria, pero tras un par de minutos estos volvieron a su color y se cerraron, quedando su compañera dormida de nuevo.

Entró a la despensa, empezando a organizar las comidas de los siguientes días, después de todo llevaba unas 8 horas allí sola y se encontraba aburrida

Ya llevaba alrededor de un cuarto de hora allí, cuando de repente un grito de horror se escuchó en la habitación principal, corriendo rápidamente hacia allí y viendo como la más pequeña del grupo (Paula, que tiene 12) miraba a su alrededor, claramente sorprendida y asustada.

-Pauli...

La pequeña se giró mirando a Victoria y preguntando con la voz temblorosa:

-¿Qué-qué está pasando? ¿Qué es-estamos haciendo aquí? ¡¿Qué les han hecho a las demás?

-Eeeeh... No lo sé, no lo sé y... No lo sé - susurró la de 14 años de edad, sonriendo ligeramente y sentándose al lado de su amiga, quedándose ambas allí durante un largo tiempo, conversando e ideando planes para salir de allí, aunque desafortunadamente para ellas, lo peor estaba aún por llegar.

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Hola! Qué les pareció el cap? Espero que os gustara y os dejara con dudas XD.

Que piensan que pasará? Que fue eso que experimentó María?

Por favor dejen sus teorías aquí —>

Nos vemos pronto,

Valeriiia la viciada a hacer historias de 10 personas _RG

Experimento Nº94Donde viven las historias. Descúbrelo ahora