-capítulo 1-

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Narra Tn

Tn: - ¡¡Hola familia!! – Dije, o más bien grité apenas llegué a la sala – Pero falta alguien.

Tuve una mini visión en donde aparecían los gemelos.

Corrí lo más rápido posible hacia el patio, donde estaban los gemelos en mi visión cayéndose en un poso.

Apenas los vi, grité.

Tn: -¡¡CUIDADO!!-

Los gemelos se detuvieron rápido, me miraron, señalé al piso, miraron para abajo, vieron el poso, y siguieron su camino, pero esta vez alrededor.

Una vez que llegaron a lado mío.

Los gemelos: -Gracias-

Tn: -No hay de qué, ahora vamos a desayunar- les dije con una sonrisa.

Fuimos al comedor y allí se encontraban todos impacientes por comer.

Hugh: -¿Ya podemos comer, Señorita Peregrine?-

Srta. Peregrine: -Claro, coman niños- Nos miró a cada uno de nosotros - ¿Dónde está Millard?- Dijo un poco extrañada.

Millard: -¡Aquí!-

Srta. Peregrine: -Millard ve a vestirte- Dijo ya harta de todos los días repetir lo mismo.

Millard: -Per... -

Tn: -Nada de peros, ve-

Millard: - Esta bien- dijo parándose y supongo que yendo a su habitación.

(...)

Srta. Peregrine: - Tn me harías el favor de ir a ver a Víctor- Dijo luego de que todos terminamos de comer.

Tn: -Claro Señorita-

Como dije, fui a la habitación de Víctor, y como siempre, el estaba allí, recostado, sin vida.

Se me escaparon algunas lágrimas ya que Víctor era mi mejor amigo, y verlo así no me gusta para nada.

De todas formas, hice lo de siempre, corrí aquellas cortinas de tul que cubrían la cama de aquel niño peculiar que yace sin vida en esta habitación. Lo tapé, besé su frente, y volví a cerrar las cortinas.

Me sequé las lágrimas que reposaban en mis mejillas y salí de la habitación, dirigiéndome otra vez a la sala donde se encontraba la Señorita Peregrine.

Srta. Peregrine: -¿Y...? ¿Cómo está?- Preguntó la señorita mirándome.

Tn: -Igual que siempre Señorita- Hice una "sonrisa", que salió más como una mueca.

Luego fui a la sala, donde se encontraba un Horace concentrado en sus diseños.

Tn: -¿Para quién vas a hacer un atuendo señorito diseñador?-

Horace: -Para Claire, le quiero hacer un vestido, ya que el que tiene se lo hice hace bastante-

Tn: -¿Y cuál es el problema?-

Horace: -Que no sé que tela, o que color, o qu...-

Lo interrumpí.

Tn: -Alto ahí, ¿te estás haciendo tanto problema por un vestido... Para Claire?... Has el mismo de siempre, pero en otro color... Hazlo... ¿Lila?-

Horace: -Sinceramente ya sabía que era lo que iba a hacer, solo quería que estés conmigo-

Tn: -Me lo hubieras dicho- dije con un toque de gracia.

Horace: -Si... pero tú siempre estás haciendo algo, como cuidarnos a todos, tu tarea diaria, juegas con los gemelos, tomas el té con Claire, ayudas a Fiona con sus plantas, le ayudas a mejorar su lectura a Bronwyn, juegas a la pelota con Hugh y Mills, ayudas a la Señorita Peregrine a que le ruegue a Millard que se vista, ayudas a Emma con la ardilla, ayudas a Olive con la limpieza, ayudas a Enoch con sus inventos, y todavía tengo lista de aquí a la luna-

Los niños peculiares - Horace Somnusson y tu -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora