9

0 0 0
                                    

La mano de Daven sostenía la mía con firmeza mientras atravesabamos el club, mi alrededor estaba lleno de sangre y de criaturas devorando a otras. Por, que esas cosas no eran humanas y si alguna vez lo fueron no había rastro ya de ellos, todo pasó muy rápido, había más personas muertas que vivas.

En nuestra huida, tropecé y caí haciendo que mi mano soltara la de Daven, me dieron náuseas cuando vi el objeto que provocó mi caída... un cuerpo, con los ojos bien abiertos mirándome, su rostro estaba repleto de  sangre como el lugar y rasguños . Una mano cálida  tomó la mía, y el  rostro de Daven volvió a aparecer en mi campo visual.

-¿Estas bien? - grito, la música no había parado, y dado a los gritos de dolor había más ruido - asentí - Daven ayudó a ponerme de pie, al hacerlo vi mejor al cuerpo que ya hacía en el suelo, le faltaba la pierna derecha y el brazo izquierdo.

-Carajo - Dije aún más asustada, no estaba segura de haber salido de mi estado en  shock todavía, me era difícil reacciónar.

-Mírame - Dijo, pero no lo hice, seguía viendo el cuerpo - Elaine Mírame - volvió a decir, esta vez si lo hice, la preocupación e incluso una chispa de miedo se reflejaba en sus ojos - Tenemos que irnos. - asentí lentamente, volvió a tomarme de la mano y jalo de mi hasta llegar a la puerta, estaba cellada por fuera, descartando el baño que seguramente estaba del otro lado, esa era nuestra única salida de aquí, nuestra chance de no terminar muertos como el restó.

-Esta cellada - dije lo evidente, Daven me miró de reojo y supe que quería decir algo respecto a mi comentario pero se abstuvo de hacerlo, fijo su atención a la puerta y con su cuerpo trato de empujarla para forzar la cerradura y por fin salir, fue en ese momento que los gritos y la música se detuvieron de golpe, gire sobre mi eje para mirar detrás de nosotros, todas las criaturas o personas estaban de pie mirándonos con sus ojos rojos, no sabía si eran las luces o su aspecto en sí, lo que los hacía verse atemorizantes, busque con mi mano el polo de Davdn para llamar su atención, cuando lo hice tire de ella unas cuantas veces.

-¿¡Qué!? - dijo molestó, seguía tratando con la puerta, volví a jalar de su polo vi su figura a mi lado subir con agresividad viendo lo que yo. - Tenemos que salir de aquí ahora . - volvió a la puerta a ejercer más fuerza pero de nuevo, no cedió. - ¡Ábrete! - gritó. 

-Legija te zove tvoja prokleta krv, Votre mort finira, et lui avec votre vie de sang lui donnera(1) - decían todos mirándome especialmente a mí, si bien no entendía lo que decían, por su forma de hacerlo, no era bueno, Daven lo sabía, había parado de golpear la puerta, pero ahora me miraba de reojo con enojo y temor, como si pudiera entender el idioma que ellos practicaban.

-La chica con la que venias ¿La viste salir ? - dijo después de unos segundos.

-¿A que te refieres?

-Si no es una de ellos o está muerta, salió ¿viste a donde fue? - negué no muy segura de mi respuesta, como dije todo había sucedido muy rápido, si salió no la vi, ni a ella ni al complejo de macho como a ninguno de sus secuaces que lo acompañaban . - ¿Estas segura? - volví a negar.

-Estaba en shock - le dije - no la vi, es decir cuando gire ella estaba ahí, pero cuando la sangre cayó en mi rostro creó que desapareció, no estoy segura Daven.

-Escuchame, esas cosas ya no son personas, no dudarán en matarte a ti o a mí, debes matarlas.

-No se cómo - ¿matar? Yo.... Simplemente no podía, fueran humanos o no, no podía, no era tan loca y no contaba con la maldad para quitarle la vida a alguien o el valor.

-Terminaras aprendiendo - dijo.

Al decirlo, note mis piernas temblabar como todo el cuerpo, me maree dado a un zumbido que se produjo en mis oídos, comencé a desorientarme y a  sentirme muy débil llena de escalofríos, mi boca desprendió vapor.

Malédiction [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora