Capitulo 15

815 104 7
                                    

GUN abrió la puerta trasera del restaurante y se metió rápidamente dentro, buscando a Off por los alrededores y encontrándolo sentado en una mesa arreglando papeleo y bebiéndose una taza de café.

—¿A dónde fuiste?

—Paré en casa para mirar el correo. —Gun sonrió de oreja a oreja mientras colocaba en la mesa un gran sobre manila.

Off dejó sus cosas a un lado y miró a Gun con una gran sonrisa en la cara.

—¿Es lo que creo que es?

—Compruébalo tú mismo. —Gun abrió el sobre y sacó unas magníficas obras de arte, al menos a sus ojos—. Creo que estos podrían ir en el frigorífico.

—¿Y qué hacemos con los que ya están ahí? —se burló Off. Las paredes de la oficina estaban llenas de dibujos, igual que el frigorífico y cada superficie que se les pudiera ocurrir. Una vez que ya estaban colgados, ninguno quería quitarlos—. Quizás podemos meter algunos en un álbum.

Gun se levantó y fue a la oficina, volviendo con un gran álbum de recuerdos unos minutos más tarde.

—¿Como este? —Se lo entregó—. Creo que podemos meter ahí todos los dibujos. —Gun apenas podía contener su entusiasmo. Desde su visita a los niños hacía unas semanas, cuando Somchai y Suchart les habían entregado un montón de dibujos suyos, contándoles la historia de todos y cada uno, llegaba un sobre una vez a la semana con más dibujos. Gun se imaginaba que en unos meses también vendrían exámenes junto a los dibujos.

—Tienes que enseñárselo a Malai, Khalan y ella han sido maravillosos.

—Hablando de ellos... —Gun se coló en el sillón, empujándose sobre Off—. Dejó un mensaje preguntando si nos importaba que trajeran a los niños de visita en unas semanas. La llamé y le dije que por supuesto que podían. Se lo dijo a los niños y nos hicieron una ovación.

Gun notó la mano de Off acariciarle el muslo, apretándolo suavemente.

—Entonces, ¿me vas a decir el verdadero motivo por el que fuiste a casa? —Joder, el hombre lo leía como si fuera transparente.

—Vale, de acuerdo. Tenía que hacer algo, señor Cotilla. —Dios, esperaba que Off no insistiera demasiado. Odiaba guardarle secretos, pero esta era la única forma que se le ocurría.

—Vale, no me lo digas. —Off lo codeó para poder salir—. Necesito volver al trabajo. —Gun no se movió, y Off lo miró fijamente—. ¿Vas a dejarme salir?

—Si pagas la cuota. —Gun se inclinó y Off por fin lo entendió y le dio un beso. Gun se lo devolvió, acurrucándose en su pecho y agradecido de haber podido entretenerlo—. Has sido tan bueno conmigo...

—¿A dónde quieres llegar? —dijo Off mientras medio sonreía con sospecha.

Un golpe en la puerta principal los interrumpió y Off levantó la vista.

—¿Puedes decirles que estamos cerrados hasta la cena?

—Te quiero, Off, y creo que quien sea que llama, puede estar aquí para verte.

Off volvió a mirar al otro hombre que estaba de pie en la puerta delantera.

Gun se levantó y abrió la puerta, notando que la mirada del hombre no se despegó de Off en ningún momento.

—Veo que pudiste encontrarlo —dijo Gun, y el hombre asintió y dio unos pasos hacia el interior.

—Sí, gracias —le dijo a Gun en voz baja, pareciendo a punto de correr en cualquier momento—. Off, sé que he cambiado...

RECETA DE AMOR [Finalizado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora