Un chico normal, con una vida común y aburrida bajo su criterio; así era su vida desde que tiene memoria, estudiando en la Academia Kouh sin ninguna emoción o aventura en su aburrida y lenta vida. En su interior guarda una insaciable sed de aventura...
Una veloz mancha azul corría a una cegadora velocidad directo a un tembló fuera de la Ciudad. Rias le informo que es suma importancia ir a ese lugar, solo eso dijeron. No tenía ni idea porque, pero era extraño que lo llamaran a un templo, pero si alguien necesitaba ayuda rápidamente iría para ayudar
En eso, subió en menos de un segundo las escaleras de piedra llegando de inmediato al templo, pasando de lado ante una mujer conocida provocando que se agitan su ropa de sacerdotiza y su cabello ante las ventisca de ese Viento Azul. Inmediata freno con los talones de su pie derrapando unos metros al verla aquí. Retrocedió varios pasos para reencontrar la mujer frente sus ojos un poco sorprendido de no creer verla aquí
— ¿Akeno? ¿Qué haces aquí? ¿No era que los Demonios no podían estar en Templos Sagrados?— cuestiono el Humano Azul rascándose la cabeza extrañado, debido que ningún Demonio puede caminar por tierra Sagrada
Él no era Demonio, sino un Erizo en carne Humana entonces no tendría ningún problema en correr aquí
— Ara ara, tu si no tardas — saludo Akeno sonriéndole dulcemente — No debes de preocuparte, este Tembló fue abandono por Dios y lo uso mi hogar. ¿No quieres pasar? — le ofreció con una inquietante sonrisa
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— Queras decir Dios Muerto — corrigió Sonic poniendo sus manos en su cadera demostrando que no estaba tan afectado como uno pensaría— Pero enserio ¿Para qué me llamaron? Espero que no sea de tu intentos de coquetearme, porque prometí a Xenovia entrenarla como mi caballera — aclaro teniendo un pendiente con la otra peli-azul
— Fufufu, eso me gustaría pero estas por otra razón, por pedido de él — bromeo Akeno dando media vuelta mientras apuntaba hacia arriba
— ¿De quién? — se rasco la cabeza confundido, pero una luz dorada apareció arriba
— Es un placer conocer, Knight of The Wind — hablo un hombre en el cielo destellante en una hermosa y cálida luz dorada
Se tuvo que cubrir con su brazo ante la aparición de una gran cantidad de luz dorada impidiendo ver quien era, bajando de lo la los cielos hacia el templo Sonic solo ver la sombra de un hombre con cabello rubio y una aureola encima de su cabeza, y 12 alas doradas sobresalir de su espalda. Los ojos verde esmeralda del peli-azul se abrieron de asombro por esa presencia, obteniendo una grata sonrisa
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