Un chico normal, con una vida común y aburrida bajo su criterio; así era su vida desde que tiene memoria, estudiando en la Academia Kouh sin ninguna emoción o aventura en su aburrida y lenta vida. En su interior guarda una insaciable sed de aventura...
— Ahhh, que bien es volver de estar de aventuras como los viejos tiempos, como los extraño — decía Sonic suspirando de nostalgia mientras las puerta automáticas de su cuarto se abrían para entrar y relajarse
Hace mucho lleva esperando a volver a la Aventura y dejar su aburrida rutina de ir a la Escuela para viajar cuando era un Erizo nómada que conseguía amigos y enemigos en sus innumerables aventuras. Que tiempo, como los extrañaba pero no servia quedarse en el pesado y era hora de seguir al presente en esta nueva aventura.
Tal vez Rias le grite o lo maldisca, pero ella no era nadie para ordenes que hacer ¡Él era dueño de su vida, tomando sus propias y tomaba su propio camino!
— ¿Humph?
Sin embargo, no sé espero la visita de alguien inesperado sentada en su cama dejando paralizado al Héroe Azul. Ese alguien fue una gata escurridiza y Albina sentada en su cama, con la boca un poco manchada por una salsa que él conocía a la perfección. El tiempo entre ambos se congelo, solo escuchándose el sonido de las puertas automáticas cerrarse detrás de él. Sus ojos se abrieron como platos, casi saliendo de sus cuencas por lo que veía...
Koneko comiendo su provisión secreta de Chilidogs
Ante hizo lo que él hubiera hecho en esa situación
— ¡¡¡NOOOOOO!!! ¡¡¡MIS CHILIDOOOOOOOOGS!!! — grito Sonic cayendo de rodillas de forma dramática frente un Chilidog caido en el suelo haciendo que su grito alerte a todo la tripulación de la Nave
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Creyendo que era algo grave, pero al escuchar la parte de los Chilidogs resultó ser falsa alarma. Conocía lo obsesivo que podría ser por su comida favorita, considerando como "Un manjar de Dioses"
— Tu... — gruñía Sonic en un tono grave y ronco mientras Koneko seguía comiendo sus Chilidogs apuntándola con un dedo acusador — ¡¿Gata glotona como pudiste comer mis Chilidogs?!
— ... Están ricos — fue la única excusa que dijo la Torre de la Gremory mientras seguía comiendo, no importándose la reacción del "Erizo"
— ¡¿Cómo los encontraste mi provisión secreta?! ¡Mejor dicho! ¡¿Por qué estas aquí?! — le grito Sonic aun molesto que seguía comiendo sus preciosos Chilidogs delante de él
— Como tu, tome mi decisión de viajar contigo — le dijo Koneko entregando otra mordida al Chilidog irritando más al peli-azul — No quería alejarme de ti, Sonic-sempai y entonces le deje una carta a Buchou diciéndole que me iré con sempai gracias por Shiro
— ¿Shiro? Ah, si tu Familiar — recordó Sonic ese gato albino, y ahora que lo recordaba sintió algo subir por su espalda hasta llegar encima de su cabeza
— Nya~ — maulló el Gato blanco de Koneko encima de su cabeza, moviendo su patita jugando con unos mechones espinosos de Sonic que por alguna razón parecía unas especie de orejas de erizo
