El Espadachín Negro

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Cuando era solo un niño pequeño, Arthur Stone siempre se preguntó lo mismo, ¿Por qué no vivían en el Gran Castillo Pendragon? Su madre, Alyssane Pendragon, era la hija del Rey Enrique Pendragon; sin embargo, tanto Arthur como Alyssane, vivían desde que el niño recordaba, en una vieja torre a las afueras del castillo, alejados completamente de los principales terrenos de la Familia Pendragon.

Arthur se caracterizó desde muy pequeño como un niño vivas, de sonrisa espontánea y ojos curiosos. Sus rasgos mostraban un contraste con los rasgos comunes de la Familia Pendragon, en vez de poseer un cabello rubio como el oro, Arthur posee un color de cabello plateado y, unos ojos café, dejando muy atrás el azul cielo que poseen todos los miembros de la Familia Pendragon.

La vieja torre donde vivió durante su infancia era pequeña, nada grande ni ostentoso, pero extrañamente resultaba ser agradable; vivir con su madre era cada día una nueva aventura. En los recuerdos más cálidos de Arthur, estaban las muchas veces donde fingió ser el Legendario Rey Arturo y salvaba a su madre de cientos de horribles monstruos, no existía un recuerdo en la mente de Arthur que empañara la memoria de su amada madre.

Un día, hace muchos años, Arthur le preguntó lo siguiente: — «Mamá, ¿Por qué vivimos tan lejos del castillo?».

Alyssane, quien en ese momento estaba preparando el almuerzo, se quedó en silencio durante unos breves segundos, pensando en cómo podría responderle a su hijo: —«Pues mi pequeño caballero, ese castillo es muy, pero muy grande, tanto que si viviéramos ahí, no nos veríamos todos los días». — Ella dramatizó con su rostro una divertida expresión facial que hizo reír al pequeño Arthur — «En cambio aquí, podemos estar siempre juntos, sin que nadie nos separe, solos tu y yo, ¿Te gusta vivir con tu mamá, cierto?».

Arthur recordaba haber exclamado lo mucho que la amaba mientras alzaba emocionado los brazos en forma de afirmación. En ese momento desconocía la verdad que envolvía la misteriosa vida de su madre, la razón por la que una verdadera princesa Pendragon vivía oculta con su único hijo en una vieja torre.

Tiempo después supo la razón, su madre había quedado embarazada de un hombre cuya identidad aún el día de hoy seguía siendo un misterio para él, como consecuencia, su abuelo, el Rey Enrique Pendragon la exilió a esa vieja torre para que viviera junto a su hijo bastardo y sufriera en carne propia las consecuencias de su terrible error.

Con esa información, aun sabiendo que para su familia es y seguirá siendo una mancha en la historia, Arthur no pudo evitar amar más a su madre, aun siendo tratada como paria por la familia que la vio crecer, Alyssane jamás se desquitó con él, ni lo trato con rabia o enojo, ella siempre fue una madre ejemplar, la mejor madre que podía existir en este cruel mundo.

—Conque aquí estaba, señor espadachín —Una voz ronca, masculina y vieja le habló a su espalda—. Los aldeanos estaban preguntando por usted, temían que se hubiera ido y nos dejara desamparados.

—Juro por mi honor que jamás cometería una acción tan deshonrosa —Señaló Arthur al que anteriormente se presentó como el jefe de la aldea—. Disculpe que pregunte, ¿Pero quién exactamente les hablo de mí?

—Una bella dama, de gran belleza y sonrisa gentil, ella pasó hace días por la aldea y nos habló de un fuerte espadachín —Respondió el jefe de la aldea—. Creo recordar su nombre, dijo que se llamaba Gabriel, posee una belleza fuera de este mundo, lo juro, mientras hablaba con el pueblo, pudimos sentir como se purificaban nuestras almas.

—Ya veo —Meditó Arthur—. Por favor guie el camino, estoy dispuesto a escuchar de los aldeanos como es el monstruo que vine a exterminar.

—Claro —Asintió el hombre—. Venga conmigo, por favor.

Arthur Stone: El Despertar Del Rey (¡¡¡DISPONIBLE EN FISICO!!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora