Vos que sos relato

Mi amor.

Reto 5: "Mi signo del zodíaco es..."

_¿Mi signo del zodicaco? ¿De entre todas las cosas que podrías preguntarme? ¿Decides que eso es lo más interesante de mi persona? ¿Quieres saber si me identifico con lo que la astrología dice de mí? ¿Quieres saber en dónde está mi luna, mi sol y mi marte? ¿Quieres saber en qué soy ascendente? Apuesto que te lo preguntas por si somos compatibles, déjame decirte que ahora que apenas te conozco no me interesas en lo absoluto, no me interesa si eres mi pareja ideal y estamos destinadas a vivir juntas, no me interesa si me juzgas por no creer en las mismas estupideces en las que tú crees.

No, cambié de opinión, me interesas, me gusta hablar contigo, me agradas más que ella, ella sin dudas es una perra, no te gustaría ni compartir el mismo aire con ella, a mí no me gusta. ¿Qué quién es ella? ¿No es obvio?
No hablo con nadie más que no sea contigo, y detesto hablar con ella, detesto hablar conmigo misma, pero mi madre, mi madre la detesta más,  y yo la detesto a ella, es un círculo vicioso ¿no lo crees? Ah, pero me gusta hablar contigo, creo que me gustas ¿yo te gusto a ti?

No, no me refería a eso, qué arrogante eres, pero está bien, todos tenemos nuestros defectos, como por ejemplo, que le preguntes su signo a alguien cuando recién lo estás conociendo.

¿En qué iba? Ah, sí, te hablaba de mi madre, ella es una zorra, de pequeña solía leerme el horóscopo, y las manos, era una vidente y una lectora de cartas, aunque algunos decían que también se relacionaba con la magia negra, pero ella nunca me dejó tocar sus cosas.

¿Dices que miento? ¿Cómo podría mentirte si eres mi única amiga?
¿Las pastillas? ¿Cómo las conseguí? Eran de mi madre, ella a veces es irresponsable y deja sus cosas al alcance de mis manos, y mis manos y mi mente son inquietas, usted entenderá, usted siempre me entiende, por eso me gusta.

Oh, ella también solía cantar, que le cantaba al diablo y se acostaba con demonios solían decir, por eso me llamaban monstruo a mí, desde pequeña, ¿no son divertidos los niños?

¿No me cree? ¿Ah? ¿Dice que no la estoy escuchando? Realmente lo siento, es solo que lo que siempre me ha sobrado en imaginación, me ha venido en falta en cuánto a prestar atención se trata, pero me interesa, usted me interesa demasiado.

No, yo no hice eso, qué graciosa, ¿por qué habría hecho eso?

¿Pregunta por esa mujer? Oh, ella, ¿por qué siempre es ella quien se debe interponer en lo nuestro? ¿No puedes solo dejar el pasado atrás, amor?
¿Quieres que te cuente cómo la conocí?
Ah, ella no era tan linda como tú, pero cuando la conocí fui tan joven y estúpida, era amiga de mi madre, del trabajo, ¿qué trabajo? Ah, ya no me acuerdo, yo tenía doce cuando la conocí, y ella cuarenta, fue amable por un tiempo, pero luego... no, es que ella no era como tú, tú eres diferente, amor.

Ya deja de preguntar sobre mi signo, te dije que no importa, tú me gustas y yo te gusto, ¿no es eso lo importante?

¿Qué pasó con las otras mujeres? No, yo no te engañé, jamás podría hacerlo, solo no te enojes conmigo, mi madre solía enojarse tanto, y yo siempre me disculpaba llorando, "No, mamá, no quise traicionarte, perdón, perdón." Pero tú eres diferente, si tú llegaras a lastimarme, yo sabría que es porque me quieres, no como ella, ella nunca me quiso.

¿En el sótano? No sé de lo que hablas, me da miedo el sótano, nunca bajo hasta ahí, está tan oscuro y es tan aterrador que me paraliza, es vergonzoso, la primera vez que bajé, me oriné encima, y olía tan mal, y juro que escuché gritos, sí, gritos de mujeres, pero debió haber sido solo mi imaginación.

¿Pero tú me cuidarás, verdad? ¿Me cuidarás de los monstruos debajo de mi cama? ¿Me cantarás, me arroparás, y dormirás conmigo? Si te quedas, te dejaré tocarme, te dejaré golpearme, te dejaré, lo prometo, quédate, quiero que vengas, que uno de estos días vayas a mi casa, y que bajemos juntas a mi sótano, así no me dará más miedo, y podremos estar juntas.

¿Qué fue lo que le hice a sus cuerpos? Calla, ¿por qué preguntas sobre cosas tan vergonzosas? Ellas ya no importan, no quisieron quedarse, por eso yo tuve que... yo tuve que... ya no importa, se sintió bien al principio pero después, ellas solo... incluso cuando estaba sobre ellas, no me respondían, no decían nada, no decían que les gustaba mi cuerpo, no me llamaban "buena niña", "pequeñita",  no me pedían "abre más las piernas", ni siquiera se movían, no sé  por qué, solo sé que había mucha sangre y tenía tanto miedo, porque ellas se veían como monstruos.

Ah, pero tú eres diferente, tú no llegarás sin siquiera saber mi nombre, me verás bonita y querrás llevarme a la cama, no, tú realmente me quieres, realmente me deseas.

Así que te lo diré, sí, me arriesgaré por ti, apostaré por ti, te diré mi signo y tú me dirás el tuyo y quizás después podamos  salir de aquí e irnos juntas, pasar la noche juntas, la vida juntas, cuidando una de la otra, ¿dijiste que tenías  cuarenta, verdad?

Soy Capricornio, ya está, lo dije, ahora somos más íntimas, ahora sabes algo más de mí, ¿no te parece increíble que nos estemos volviendo cercanas tan rápido? Tú sin dudas eres increíble, ¿crees que yo lo soy? ¿Crees que soy una buena niña?

La mujer de bata blanca, anteojos y pelo castaño recogido en una coleta, al otro extremo de la mesa de metal, termina de anotar en su libreta, en frente de la chica joven, de apenas diecinueve, con camisa de fuerza y esposada a su silla como un animal.

_Emma, no pregunté tu signo, pregunté, ¿qué sucedió cuando tenías seis años?

_Ah, eso, mi madre me violó. Pero en fin, digame, doctora, para entrar en más confianza, ya que usted me parece muy bonita, su signo, yo ya le he dicho el mío, ¿cuál es el suyo?