El Pueblo Morehouse

C1: Abuelo.

13/01/1998

- ¡Abuela, voy a ir al puente con Elisa, luego vuelvo! -Dijo Dana, mientras rápidamente se ponía sus zapatillas y salía por la puerta.

- Vale, no vuelvas tarde, en un rato iré a comprar la comida para la cena, iré a echarte un ojo. -Dijo su abuela, feliz de ver a su nieta alegre, sin nada de maldad ni rencor hacia nadie, en realidad la envidiaba, ansiaba poder sentirse como ella.

- Tenemos mucha suerte de tenerla como nieta. -Dijo Tomas, el abuelo de Dana.

Pasaron dos horas y ella volvió a casa, al poco de entrar se percató de que su abuela aún no había llegado.

-¿Abuela? ¿Abuelo? -Dijo Dana, mientras abría la puerta del salón.

En cuanto abrió la puerta sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, era una sensación tan desagradable que nunca había sentido, encontró a su abuelo colgado de la lámpara, muerto. Ella nunca había visto un muerto, desde ese día, Dana contempló la muerte de cerca, contempló la maldad de aquel pueblo.

05/08/2017

- Tonta, despiértate ya, en media hora ya estaremos en Morehouse. -Dijo James, mientras conducía. Dana estaba dormida, después de varios días, por fin había podido dormir profundamente un par de horas sin despertarse.

- Ay... déjame 5 minutos más. -Dijo Dana, mientras daba con la mano a James y sonreía.

Finalmente llegaron a Morehouse, Dana se despertó 5 minutos antes de llegar, no paraba de mirar por la ventana, ella se conocía todos los alrededores del pueblo, había pasado toda su infancia allí.

- Vaya, me lo imaginaba mucho más pequeño. Para ser un pueblo, esto es bastante grande. Espero que la gente también sea agradable. -Dijo James, no podía parar de mirar cada rincón de aquel pueblo por la ventana del coche, después de todo, era su nuevo hogar, donde pasarían gran parte de su vida.

- Si esperas que la gente sea agradable, espera sentado. -Dijo Dana mientras miraba por la ventana fijamente, James se lo tomó a risa, pero ella lo decía fríamente, no bromeaba.

Pasaron por al lado de una gran casa, destacaba entre las demás, no era una casa común, era parecido a una finca, estaba todo amurallado y decorado a la perfección, realmente esa casa destacaba entre todas. James no podía parar de mirarla, al llegar hasta la puerta de la casa vio que había una mujer mayor sentada, mirándoles fijamente. No era una mirada nada hospitalaria, era todo lo contrario.

- Es la casa de los Martínez, una de las familias más ricas del pueblo. La que está en la puerta es Casandra, la mujer que, junto a su marido, fundó la empresa de la familia y construyó esta casa. -Dijo Dana, mientras devolvía la mirada a Casandra, su mirada tampoco era nada amigable. - Ellos son de lo peor del pueblo... James.

- Wow... realmente es impresionante. -Dijo James, asombrado. - Ya casi hemos llegado a la casa de tu abuela.

Llegaron a la puerta de la casa y salieron del coche, James recogió las maletas, la cabeza de Dana estaba inundada de recuerdos, esa casa era muy especial para ella. Se acercó a la fachada de la casa y comenzó a tocar la pared de esta, pensativa.

- ¿Qué... es esto? -Dijo Dana, mientras miraba a la pared, comenzó a temblar, James se acercó corriendo a ella.

En aquella pared había una pintada hecha, pero no parecía un grafiti, estaba muy bien hecha, como si hubieran puesto mucho empeño en ello. En esa pared ponía

Tu abuelo se suicidó, tú acabarás como él.