Una razón incomprensible

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Un jovencito de apenas 15 años se presentó en el palacio poco después de haber sido convocado con urgencia. Saludó amable a los presentes en aquella estancia acudiendo sin demora a revisar a la mascota que aún a pesar de su situación no había querido soltarse de su dueño.

Kenji acarició el pelaje de Karl haciéndole saber de su presencia y esperó a que el animalito tuviera la confianza suficiente para dejarse tomar por sus manos, algo que no fue difícil debido a que el menor ya le había atendido otras veces antes cuando llegó a comerse cosas que no debía y acabara enfermo del estómago.

—¿Que te sucedió hoy, pequeño?—Preguntó sosteniéndolo con cuidado en una observación preliminar.

En medio de aquel abrazo el mapache pareció encontrarse más confortado, el escalofrío constante disminuía de a poco al igual que los débiles quejidos de malestar.

El chico de cabello rubio sonrío por el cambio tan favorable, comprendiendo también que el asunto que lo llevó a ese lugar era algo menos complicado de lo que había imaginado en un principio.

—No tiene que preocuparse demasiado, alteza.—Habló levantando la vista para compartir su diagnóstico.—Karl sólo se ha enfriado demasiado, tal vez por estar mucho tiempo en el exterior.

Edgar, quién había insistido en quedarse para saber lo que le ocurría a la mascota del príncipe, no pudo evitar sobresaltarse ante lo que escuchó. La culpa se apoderó de él pensando en lo irresponsable que fue llevarlo al jardín sin tener en cuenta que algo como eso podría suceder. Aunque ciertamente le pareció extraño que ese mapache resultara tan afectado sólo por permanecer unos minutos afuera siendo que apenas el día anterior estuvo jugando con su amo sin preocuparse mucho del viento frío tan común en aquel país.

Para caer en la condición que tenía a Ranpo tan preocupado, el animalito debió al menos permanecer en el exterior por horas sin oportunidad de regresar por su cuenta al palacio y ni de broma sería algo que el príncipe podría permitir. Además, estaba el hecho de que se encontrara bien cuando se coló en su habitación y escondió bajo su cama; lo sostuvo en sus brazos luego de eso así que podía asegurar que hasta entonces se encontraba cálido y bastante animado.

Era demasiado extraño.

¿Qué pudo haberle hecho terminar así en un lapso tan corto?

Distrayéndose de sus pensamientos miró de forma inevitable a Ranpo, le extrañó la manera en que sujetaba su propio brazo y los delgados dedos presionaban la tela de una forma similar cómo lo había hecho al aferrarse a él cuando buscó ayuda. Era apenas notorio pero parecía estar temblando e igualmente se encontraba demasiado tenso, pensó que quizá estaba conteniendo su enojo por la situación para reclamarle después pero negó esa suposición de inmediato.
Tal vez acababa de conocerlo pero sabía bien que si Ranpo quisiera quejarse sobre algo lo haría en ese momento sin pensarlo dos veces, así que al parecer no lo culpaba por la ocurrido y era algo diferente lo que causaba aquel comportamiento.

—No encuentro nada más que deba atender.—Continuó kenji luego de finalizar el chequeo.—Estará mucho mejor cuando recupere un poco más de calor corporal así que debería mantenerlo a su lado hasta que eso pase.

Cuando el chico intentó acercarse para entregar al pequeño mapache a su dueño éste retrocedió con un inusual rechazo, acción que confundió demasiado al joven Miyazawa y a Poe.

—Si es sólo eso tú puedes encargarte,¿No?

—Podría hacerlo, claro.—Respondió recuperándose apenas de la reacción vista.—Pero estoy seguro que a Karl le vendría mejor descansar en los brazos de su dueño. Además...

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2021 ⏰

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