(EONES DESPUÉS)
Daishinkan recorría esos fríos y oscuros pasillos del palacio de zeno sama, el silencio reinaba en el lugar puesto que solo se escuchaba su caminar, el rey de los ángeles no parecía incomodar al contrario le agradaba que todo estuviera en orden bueno solo en el palacio, zeno sama se divertía a su manera aunque realmente estaba aburrido quería un amigo mas que nada en el mundo, muchos se preguntaran ¿por que no le pedía a su sacerdote que jugará con el? la razón era que aunque tuviera el alma de un niño por así decirlo sabía que Daishinkan no estaba en ese lugar para que él como rey de todo lo tratara como un juguete además se había jurado no volver a obligar a uno de sus sacerdotes a divertirlo, era cierto que la función de Daishinkan en ese lugar era entretenerlo, atenderlo y protegerlo de cualquier peligro pero de todas formas la presencia del sacerdote lo llevaba a incomodar por el parecido que tenía con alguien que quisiera olvidar por el bien de su salud mental. Volviendo al presente Zeno sama se entretenía con una simple hoja de papel, pronto se aburrió de ello por lo que decidió llamar al sacerdote
- oye- llamó el rey del todo, Daishinkan apareció para después hacer una reverencia en señal de respeto
- ¿me llamo?- preguntó el sacerdote para asegurarse
- enséñame algo divertido- ordenó balanceado sus piernas por lo inquieto que estaba
Daishinkan lo pensó un tiempo hasta que hizo aparecer un rompecabezas
-¿que es esto?- preguntó el rey del todo muy confundido
- es un juguete del universo 7 debe unir las piezas hasta formar una figura determinada, los mortales lo llaman rompecabezas - dijo el sacerdote mientra el rey del todo empezaba armar el rompecabezas con algo de entusiasmo
- por cierto los universos últimamente han presentado anomalías y los Dioses de la destrucción no cooperan con los Dioses creadores por lo que no hay equilibrio -levantó la vista de juego para mirar al sacerdote de una forma un tanto fría- encárgate de ese problema por favor -ordenó con un tono serio para luego volver a su juego
era muy raro que el rey del todo hablara de esa forma por lo que el sacerdote supo que era un problema bastante serio, se retiró para después ir a su palacio en el reino de los ángeles, ese castillo estaba tan desolado como siempre, tan frío y carente de vida cómo lo había dejado, incluso los ángeles de bajo rango les daba miedo aquel lugar parecía estar abandonado no por su apariencia física si no por el eminente silencio que reinaba, el sacerdote lo sabía y lo sentía, él no tenía amigos puesto a que siempre fue muy serio además de que de niño nunca pudo ir a una escuela o salir de ese castillo, su destino siempre fue ser rey de su raza y sirviente-niñera del rey del todo, los únicos amigos que tenía estaban haciendo su vida en otros universos claro que no perdieron el contacto entre ellos pero las cartas eran nulas y parecían más reportes que nada. El ya no pensaba en el pasado pero se sentía muy solo en ese lugar no le gustaba lo triste que se veía pero no tenía tiempo para pensar en cómo darle vida, fue a una biblioteca para buscar una solución al problema de los universos, debía de haber una forma de mantener al margen a los dioses de la destrucción, recurrió a su libro familiar, en una de las páginas hablaba sobre una leyenda donde los hijos del rey de los ángeles serían la clave para el equilibrio entre la creación y la destrucción devolviendo a los ángeles a la jerarquía divina multiversal
- interesante- sonrió ante tal leyenda
al leer eso tuvo una idea, una forma de resolver su soledad y el equilibrio de los universos, él tendría hijos para cada uno de los universos, solo había un problema, ¿como lo haría si no tiene pareja y su esposa no era una opción?, pensó en posibles soluciones pero ninguna era viable si quería respetar sus ideales al ser un hombre "casado" y tampoco le gustaba la idea de tener algo que ver sexualmente con alguien más.
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POBRES ÁNGELES
Hayran Kurgu"desde hace eones en todo el multiverso un mito a incitado a todo padre a amar verdaderamente a sus hijos por miedo a perderlos, dicho mito trata de un ángel que merodea por todos los universos en busca de almas inocentes desamparadas, un ser de pie...