capítulo 3

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Estaba tumbada en la cama boca arriba, perdida en mis pensamientos

"Me llamaste la atención"

Recorde que él a mí también por unos minutos en el comedor su presencia me llamo la atención. Me hizo sentir rara, empecé a dar vueltas en el asunto sin saber exactamente a donde quería llegar... solo sé que no podía quitarme de la mente a ese chico desconocido.

—buenos días Nicol —me saludo Lily desde su pupitre detrás mio

—hola Lily, buenos días —salude amigablemente

—las chicas y yo estábamos pensando salir este sábado. Habrá un concierto aquí cerca

—suena divertido

Garabateo en una hoja blanca

—¿siempre haces eso?

—me quedo unos segundos dudando —¿qué?

—garabatear en una hoja, ayer hacías lo mismo

Miró la hoja rayada un poco pensativa

—es la ansiedad —respondo al fin

No recuerdo exactamente cuando agarre el hábito de agarrar un papel y hacer rayas sin sentido con una lapicera, pero sé que de alguna manera cuando me siento algo estresada me relaja un poco. Muchas veces me pregunto desde cuándo soy una persona ansiosa ¿Siempre lo fui?

Saliendo del instituto saco mi celular de la mochila para mandarle mensaje a mi madre. Concentrada en el móvil no me doy cuenta y tropiezo con alguien

—lo siento —pido apenada

Levanto la mirada algo avergonzada hacía la persona con la que tropecé. Me percato que era Aiden

—¿caminar mientras miras el celular? Eso es un poco peligroso —me dice divertido

—rodeo los ojos —lo que sea.

—eres de pocas palabras?

—si. —le respondí cortante

Vuelvo a fijar la mirada en mi celular

—pff que engreída

Me quedo petrificada por unos segundos, pensando si en serio dijo lo que acababa de escuchar y si lo dijo para provocarme

—levanto la mirada rápidamente hacia él —¿qué?

—¿estás sorda? —me responde mientras toca su oído derecho con la yema de su dedo índice

Es una provocación intencional

—¿eres un idiota?

—se queda perplejo ¿cómo?

Para poder observarlo directamente al rostro debía elevar un poco la vista; Él era alto 1,80 al menos, Nicol con su 1,55 de altura se veía mas pequeña de lo que era

—evidentemente tú eres el sordo —responde sarcástica

Aiden sonríe con amargura y se acerca más, se inclina suavemente a la altura de Nicol

—¿cómo me llamaste?

Ella se quedo mirando fijamente a sus ojos, a los segundos corre la mirada... ignora su pregunta y sigue de largo.

Tenia que tomar el autobús, una rueda de mi bici se había pinchado. Me coloque mis audífonos para escuchar un poco de música en el trayecto a casa, why couldn't we keep that sonaba. Al rato siento una mano quitándome el audífono izquierdo del oído

—¿que escuchas?

Miro atónita a Aiden que se encontraba alado mío; Él se coloca el audífono

—¿es enserio? ¡Deja de acosarme! ya no es gracioso

Le quito el audífono con rabia y apago la música

—¿acosarte? Ya quisieras eso, solo estoy esperando el autobús para irme a casa

—suspira agobiada —lo que faltaba

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