Flechazo

Capítulo 18

—realmente no entiendo que me pasa

—¿desde cuándo empezaron estos síntomas?

—hace dos semanas, Exactamente no lo sé...

—¿qué sucedió en el colegio?

—no lo recuerdo bien... estaba en clase escribiendo y luego cómo una ola sin previo avisó mi vista se nublaba cada vez más, mi mano temblaba haciendo que soltara el lápiz y respiraba con dificultad. Confundida y abrumada grite que hicieran silencio y luego de unos segundos todo se hizo negro.
No sentía mi cuerpo ni mi respiración, solo escuchaba las voces a mi alrededor alteradas y pasmadas por la situación

—actualmente no hablas con nadie en el instituto ¿a qué se debe eso?

—yo me alejé... lo siento, no puedo evitar llorar. No entiendo que me sucede, solo quiero sentirme bien de nuevo

Abro los ojos abruptamente. Esos recuerdos me estan comiendo la cabeza últimamente.

Levanté mi torso y me quede sentada en la cama, rascando mi cabeza. Un flashback de ayer hablando con Aiden pasa por mi mente

—¿siempre traes puesta esa cadenita no?

—Suspiro —¿algún día te superare? ¿Algún día podre decir que te deje ir? ¿Por qué tu ausencia me hizo tanto daño? ¿No se supone que era algo que era consciente que sucedería?

Unas lagrimas se deslizaron sobre mis mejillas, mis labios comenzaron a temblar y apretaba con fuerza mi pecho estrujando mi camiseta

—¿por qué todos se alejan de mí?

Un vago recuerdo llego a mi mente. Un niño de cabellos despeinados sonriéndome.

Sentir el aire fresco golpear mi rostro de nuevo se sentía bien; Por fin me tomé el tiempo de parchar la rueda de mi bici.
Acomode mi bicicleta en el anclaje que se encontraba en el colegio para los alumnos; una mano rozó gentilmente mi hombro, miró por encima y me encuentro con el rostro angelical de Dylan, sonriéndome

—buenos días —saluda Dylan amablemente

—buenos días Dylan —contesto con una sonrisa

—me pareció raro que te hayas ausentado ayer —comentó

Me volteo hacía él y me enderezo

—no me sentía muy bien, preferí no venir

—¿cómo te sientes hoy? —pregunta atento

—Sonrío —mucho mejor

Dimos pasos al aula juntos; brevemente me contaba en el camino lo que hicieron en las clases de ayer

—te puedo prestar los apuntes, así lo completas —sugirió él

—gracias, eres una persona muy amable

—yo puedo prestarte mis apuntes, tengo una letra más bonita —interrumpe Aiden, que se asomó por el marco de la puerta dentro del aula

—¿perdón? —lo mirá Dylan confundido

Aiden lo observa y le sonríe de par en par sarcásticamente

—Aiden no fastidies —lo regañe

Lo empujó hacía adentro del salón y lo arrastró hacia su pupitre. Era un poco gracioso ver a una hobbit de 1,55 de estatura llevar con tanta firmeza a un grandulón en forma. Era obvio que Aiden no estaba forcejeando en lo absoluto y solo se dejaba arrastrar por mí.
Su objetivo ya estaba hecho, alejar a Dylan de Nicol.

Siento a Aiden y doy unas palmaditas por encima de su espalda alta

—a estudiar —le digo mientras me alejó

Aiden se impulsa hacía arriba con las manos sobre la mesa y exclama

—¿quieres que te recoja en mi carro el sábado?

Me detengo y giró ligeramente mi cabeza para mirarlo

—¿perdón? No entiendo

—¿Lily no te lo ha dicho aún? Yo también iré el sábado a la playa con ustedes

Dirigí rápidamente mí mirada a Lily, la observó interrogante. Ella se limita a lanzar una risita nerviosa mientras me mira y enreda un mechón de su pelo entre su dedo índice. Mantengo una mirada punzante y abro las manos esperando una explicación

—es que... Pensándolo bien, cuatro chicas solas en la playa de noche no suena seguro

Me rindo. Tomó asiento en mi banca en silencio

No es algo personal con Aiden. Solo que tenerlo cerca siempre es un mar de emociones y esa tarde en la playa con mis amigas quería que sea una tarde tranquila. Empiezo a cuestionarme si alguna vez me sentí así con alguien, por qué me sucedía y como podría dejar que sucediera.