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El rubio se le quedó escuchando sin decir nada, por una vez. Apretó sus labios, algo dudoso si ceder o no, a él no le importaba si pasaría algo o no, pero tampoco quería que Jinyoung atravesara un momento incómodo por invitarle. Tras unos segundos de pensarlo detenidamente, decidió aceptar. Pero cuando escuchó aquello último se echó a reír.

— No hacía falta que te inventaras eso último para intentar convencerme. —rodó sus ojos para luego echarse a reír. — Te iba a decir que sí... —se levantó, abrió la puerta y salió a la par del auto. — Así mañana te puedes venir conmigo al trabajo y si quieres empezar a traer algunas cosas de aquí a la habitación que te dieron. ¿Te dieron ya la llave de la nueva casa? —enarcó una ceja.

Jinyoung sacó la llave y apuntó a la puerta. Una vez todo en orden, empezó a seguir al chico.

— Ahora llamaré a Mark, comparto la habitación con él y no quiero que se piense que nos pasó algo. —abrió la puerta dejándolo pasar. — ¿Quieres comer algo de cenar?

— Sándwich y café amargo. —el castaño no pudo evitar echarse a reír, aunque con la suavidad que lo caracterizaba. No le extrañaba en absoluto, lo que se preguntaba seriamente era como que no le había pasado algo. Él comía todo lo bien que podía y aun así parecía alguien en su lecho de muerte. Suspiró, negando con sutilidad y no dijo nada de lo que había pensado en voz alta.

— Yo ceno un cake de leche frio en la cafetería con un trozo de pan sin tostar lleno de mermelada, así que siéntete afortunado. —intentó bromear. — Es muy dulce, eso sí... —decidió aclararle, no sabía si Jaebeom era fan de las cosas dulces. Él más bien dependía del día y él tenía ganas, más después de todo lo que ocurrió la noche anterior.

Le agradó saber que le gustó. Ahora tenía tiempo para cocinar, para dormir y para descansar, así que eso estaba bien. Le gustaba la idea, nunca tenía tiempo para casi nada, todo se había resumido siempre en trabajar y viajar.

Jinyoung comía poquito del tazón, prefería que fuera el rubio quien comiese más. No estaba seguro si acabaría dándose cuenta de lo que hacía, pero conociéndolo lo que lo conocía, seguramente era así. No lo había visto comer nada la noche anterior, solo beber, eso le preocupaba. Se estaba empezando a dar cuenta que le preocupaban muchas cosas, se rio internamente por ello.

— ¿Sabes que no te odio verdad? Me agradas a decir verdad. —Jaebeom murmuró, sentándose en el sillón de la habitación.

Aquello había sido completamente de golpe. Pero ya se sabía que Jaebeom e improvisar conversaciones era algo completamente incompatible. Si le sumábamos que estaba nervioso e incómodo, peor. 

— En realidad no... —añadió Jinyoung. — Quiero decir... sí. —negó sutilmente con la cabeza, tratando de aclararse. — Estaba claro que no me odiabas.

— Tal vez fue porque eras insoportable los primeros meses te apodamos Mr. Furia Boy... —añadió en intento de broma por lo último que había dicho. — Siempre me has parecido interesante, útil... —añadió, encogiéndose de hombros. 

Jinyoung continuó comiendo, tranquilamente cuando escuchó a Jaebeom hablar de sus gustos. No sabía que decir o que responder como de costumbre, le resultaba interesante que le hablara con tanta tranquilidad sobre ello.

Hurt | JJProject [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora