Hurt | JJProject [CANCELADA]

05

Había sido una semana larga, Jinyoung, Kunpimook, Wonho y Jaebeom tuvieron que viajar hacía Dalseong una pequeña cuidad en Daegu para poder ayudar en un caso que se supone debía ser sencillo. Había cuatro reportes de personas asesinadas brutalmente, así que la policía local busco apoyo en el CCIC.

— ¿Qué tenemos? —pregunto Jaebeom al bajarse de la camioneta, puesto que habían llegado a una escena del crimen, la quinta en esta semana. Tres hombres y dos mujeres, encontrados en diversos lugares de la ciudad, apuñalados, desnudos y con cinta de aislar en sus manos y tobillos. La causa de muerte en dos de las victimas era inconclusa, pues tenían múltiples heridas en el cráneo, pecho y espalda, mientras que con los otros dos se supo fácilmente que fueron estrangulados, como sea, es una horrible manera de morir.

Jinyoung se bajó de la camioneta con cuidado y se encaminó, pudo escuchar como Jaebeom, Kunpimook y Wonho conversaban con la policía local, así que se puso a dar rienda suelta a explorar su al rededor.

Se acercó al cuerpo, y pudo ver las marcas de una lucha en sus brazos, estaba seguro que no partió de este mundo sin haber peleado por su vida. Lo que más llamó su atención fue el patrón de como los ato, en los anteriores, el ignoto dio cinco vueltas de cinta en ambas extremidades, pero en esta solo se podían ver dos. Los golpes estaban esparcidos por todo el cuerpo, como si supiera que tenía que acabar rápido con ella o no podría matarla.

Los forenses llegaron y se alejó un poco del cuerpo, dejándolos proceder con su trabajo, pero no se le paso que al mover el cuerpo y dejar su espalda descubierta; esta tuviera raspones. Pudo ser de cualquier cosa, sabía que pudo ser incluso de cuando fue arrastrada para ser asesinada pero, ahí era un gran barranco... el golpe fue quien la mató.

— ¿Jinyoung me escuchas? —dijo una voz sacándolo de sus pensamientos.

— Esta vez usó otra manera para asesinar a esta chica. —respondió mirando cómo se llevaban el cuerpo de esta.

— Hay que irnos a la estación... —mencionó Jaebeom pasando por el lado de ellos seguido de Wonho.

Jinyoung se sentó junto a Hyungwon, quien estaba frente a un computador, repasando una vez más las locaciones donde se vieron por última vez a las personas en cuestión, debía decir que fue muy aburrido pues no encontraron ningún indicio por el cual buscar, así que para acallar sus pensamientos un momento, se dispuso a tararear un canción de su grupo favorito, mientras sostenía una pluma de tinta azul fina en su mano izquierda, había cerrado los ojos y repasó una vez más, ¿Qué o quién pudo hacer todo aquello?

Por supuesto que el alboroto que se formó en la entrada de la estación lo saco de sus pensamientos y al abrir los ojos de una manera rápida, pudo ver a tres pares de ojos sobre él, gritando por una oportunidad y expresar lo que su alma atormentada necesitaba decir.

Él les daría esa oportunidad, así que levantándose de su cómodo asiento, se acercó a Jaebeom, quien estaba batallando con el jefe, quien este a su vez, buscaba sacarlos de ahí.

— ¡Déjenlos que hablen! —mencionó recargándose en el escritorio.

— Pero Jinyou...

— Déjenlos que hablen... —interrumpió mirando a las personas, Jaebeom solo se acercó al jefe e intercambiaron unas palabras, quién dejo pasar a las personas.

Estas se acercaron con vergüenza por el escándalo formado. Dos mujeres y un hombre, y ahí estábamos nosotros, expectantes.

— Ellos fueron asesinados por la bestia. —soltó de pronto una mujer de tez trigueña, con un sentimiento de verdadero terror en su voz. Estaba seguro que todos tuvieron la misma reacción, él arqueó la ceja. — Este lugar está maldito, pero ¿el gobierno quiso escucharnos? No, solo les interesan esos números en verde y los billetes. ¡Dinero con sangre! Los antiguos indígenas sabían que este lugar esta maldito. La bestia, todos lo hemos visto. —sollozó mientras temblaba.

— Esto es malditamente absurdo necesito un trago. —susurró Jaebeom al escuchar todo lo que habían dicho esas personas.

Mientras Jinyoung hacía su trabajo notaba lapenetrante mirada de su colega clavada encima de su nuca. Haciendo que élvolteara a verlo algo confundido. Ahora que se fijaba en él conforme hablabacon sus otros compañeros, no podía evitar pensar lo atractivo que era y denuevo volvía a preguntarse si aquel era el momento más indicado para pensar esaclase de cosas.

A veces odiaba su relación amor-odio. Suponía que en eso se basaba trabajar con Jaebeom y esperaba no tener ningún encontronazo más con él, o sería entonces cuando se volvería a su casa sin pensárselo dos veces.

— ¿Haces algo después de trabajar? Es por si te apetecía tomar una copa. Luego. Conmigo. —dijo Jaebeom acercándose a él.