Prince Manor: Bubble, Bubble

5.- Algo ha pescado

El Bosque de Coral estaba bien llamado, pensó Harry mientras nadaba entre las criaturas vivientes, haciendo todo lo posible para evitar rasparse con los bordes ásperos de algunos de los corales. Había muchos tipos diferentes de coral, además del coral ramificado morado y blanco. Algunos de los corales tenían forma de rocas, otros eran planos y formaban estantes. Otros, conocidos como coral pilar, sobresalían como dedos, formando un bosque de piedra viviente. El coral variaba en colores desde gris, azul profundo, violeta y verde, con el ocasional naranja también. Pero además del coral pétreo había corales blandos, como el coral cerebro y los abanicos de mar, los látigos de mar y el coral cuerno de ciervo, todos moraban en el Bosque de Coral, y sus salpicaduras de colores brillantes deslumbraron los ojos de Harry por un momento.

Docenas y docenas de peces, desde alevines hasta grandes peces ángel, entraban y salían del coral, la corriente aquí no era tan fuerte como en algunos lugares, y Harry no tuvo problemas para nadar, excepto cuando el camino a través del coral se estrechó y tuvo que girar de lado para pasar. Severus estaba callado, concentrándose en seguir el encantamiento localizador, aunque advirtió a su hijo suavemente antes de nadar a través de un grupo de coral cerebro que tuviera cuidado de no cortarse con las puntas afiladas del arrecife de coral.

– Donde hay muchos peces, hay depredadores, Harry. Barracudas, tal vez, y tiburones, sin lugar a dudas. Así que ten cuidado, hijo. Y si te cortan, dímelo de inmediato para que pueda curarlo. La sangre en el agua atraerá a los tiburones por millas –

– Lo haré, señor – Harry prometió. – He visto JAWS –

– Bien, entonces sabes que debes tener cuidado – Dijo Severus, y luego nadó más profundamente en el bosque.

Tenía el más profundo respeto por la vida marina que habitaba aquí, de niño siempre le había fascinado el mundo natural, especialmente el mar, y siempre se había arrepentido de no haber pasado más tiempo junto a la orilla del mar. Pero crecer en Spinner's End no le había brindado ninguna oportunidad de vacaciones en la orilla del mar, por lo que tuvo que esperar hasta que creciera para satisfacer su pasión por descubrir la vida marina. Deseaba tener más tiempo para estudiar el Bosque de Coral, porque no se parecía a ningún arrecife del que hubiera oído hablar. Pero el tiempo era esencial y por eso, con pesar, empujó su fascinación al fondo de su mente y se concentró en navegar por el laberinto de coral.

Harry estaba cada vez más ansioso. El reloj corría, corría... y cada minuto que pasaban buscando era un minuto menos que tenían para encontrar al caballo de agua ensangrentado y su última víctima. No le gustaba pensar en la vibrante y hermosa Katie de esa manera, pero eso era lo que era ahora. Y fue en parte culpa suya, por no mirar antes de coger ese frasco de escamas, por distraer a su novia durante su preparación, sabía que era mejor no hacer una cosa tan estúpida.

¡Oh Katie, lo siento! Te lo compensaré, lo juro. Tan pronto como te encuentre. Dios, déjame encontrarla. No me dejes llegar demasiado tarde. No podría vivir consigo mismo si ella moría.

Su sentido del tiempo escapándose de él aumentó su urgencia y sin pensarlo conscientemente se encontró nadando más adelante, más allá de Severus, en lo profundo de un grupo de ramas de coral. Furioso por el afloramiento pedregoso que le cerraba el paso, se retorció y se abrió paso a empujones a través de él, y la parte trasera de su cola se enganchó en uno de los salientes afilados y lo cortó como un lenguado fileteado.

Pero sucedió tan rápido que apenas lo sintió, y el primer indicio que tuvo de que estaba cortado fue un remolino de sangre en el agua y un escozor repentino en el lugar donde comenzaban sus escamas y terminaba su piel.

Severus miró hacia arriba, maldiciendo en silencio la repentina carrera de su hijo delante de él, y su corazón casi se detuvo cuando vio la sangre manchando el agua de un rojo oxidado.