Capitulo 10

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Al entrar a su departamento Off emitió un suspiro cansado, estaba agotado, miró el reloj encima del microondas, eran las cinco, no había sido consciente de la hora, miro alrededor de la sala iluminada por la lámpara de la mesilla de la esquina, sonrió al ver a Gun acurrucado en el sofá, horas antes había pedido a un compañero de su corporación que lo trajeran a casa, él tenía trabajo que hacer y no había querido dejarlo en el hospital o en la oficina, la cirugía de Singto fue larga y complicada, pero hace una hora le informaron que había salido con vida, el resto dependía de la fortaleza del hombre.

Inmediatamente después de que ingresar a Singto en el hospital, Off había ido directamente al buró para recuperar su placa y oficialmente estaba de regreso en el trabajo, Singto no era su amigo ni nada por el estilo, pero Off estaba más que dispuesto a encontrar a esos malditos que casi mataron al abogado y pusieron la vida de Gun en peligro. Cerró los ojos, cuando tuvo tiempo de pensar en todo lo que había sucedido... se dio cuenta que, por fracción de dos segundos, estuvieron a punto de que el camión los hiciera volcarse, si Singto no los hubiera adelantado cuando lo hizo... hubieran terminado volcando o en la dirección de la ráfaga de balas. Analizó la escena del crimen muy minuciosamente y fue cuando se dio cuenta lo cerca que habían estado de que las cosas salieran mucho peor. Eso lo molestó. No deseaba ningún mal sobre su chico... su chico. Cada vez le gustaba más esa afirmación.

Cuando estuvo más tranquilo abrió los ojos, necesitaba un baño con urgencia, pero la necesidad ganó, quitándose las botas, se acercó con cuidado al sillón donde estaba Gun. El sentido del oído del chico era agudo, porque al instante despertó sobresaltado. Off se arrodilló delante del sofá.

—Tranquilo, soy yo.

—¿Off? —preguntó Gun confundido —Oh gracias al cielo, ¿estás bien? —a Off le encanto ver como Gun pasaba sus manos por sobre su cara, sus hombros y de vuelta a su rostro para comprobar que se encontraba bien. — ¿Cómo se encuentra tu amigo? —Singto no era su amigo, pero Off no lo dijo en voz alta, era como si su voz lo hubiera abandonado, estaba ahora mismo embrujado por el olor y el calor de Gun , había estado tan preocupado....

Empujó a Gun contra el sofá y sin siquiera detenerse a pensar en lo que hacía, se colocó encima del hombre, necesitaba esto, necesitaba el calor.

—Gun —murmuró.

—¿Qué...? —contestó Gun con voz ronca, respirando rápidamente y mirando a Off a los ojos —Yo... —Se interrumpió y giró la cabeza. A Off no le gustó eso, no deseaba que Gun se escondiera y se encerrara en sí mismo como siempre lo hacía. ¡Maldita sea! Deseaba que Gun dejara de luchar y confiara en él. Off se inclinó más hacia adelante. Se apretó contra su cuerpo inmovilizándole contra el sillón. Se deleitó con la firmeza del delgado cuerpo atrapado por el suyo y se dio cuenta de que estaba frotando su virilidad contra otra de igual dureza.

—Gun... —tenía tantas cosas que decirle, pero no sabía por dónde comenzar, además no era como si fuese buenos con las palabras, él era más de acción que de hablar, así que al diablo la prudencia. Gun conocería la verdadera naturaleza de Off y él no era de los que se andaban por las ramas.

Gun estaba tan sorprendido se quedó inmóvil esperando a que Off decidiera qué era lo siguiente que quería hacer. Su respiración se aceleró mientras sus ojos se llenaban de miedo y deseo. Off se quitó el arma colocándola en la mesilla de la esquina del sofá.

Gun se encogió, pero no se apartó cuando Off deslizó las manos por su pecho por debajo de la camiseta, proactivamente le sacó la camiseta revelando los grandes pezones marrones en el plano pecho. Off tomó los pezones entre los dedos y los frotó hasta convertirlos en pequeños bultitos duros. Sus ojos se clavaron en el vendaje que cubría el lado izquierdo del pecho de Gun, era un recordatorio que tenía que tener cuidado con Gun por ahora, no quería hacer nada que le hiciera daño.

Off deslizó las manos por la piel de Gun, por el suave y lampiño pecho, por el vientre y bajo la cintura de su bóxer que por delante aparecía abultado. Los calzoncillos eran suyos y eso lo encendió aún más, Gun pudo haber escogido utilizar la ropa nueva que Off le había comprado, pero aun así estaba utilizando la ropa de Off; eso extrañamente tenía un efecto erótico. Respiró profundamente y examinó la belleza expuesta ante él. Las largas extremidades se extendían con elegancia exhibiendo el duro sexo que anidaba en el rizado pelo entre las piernas y los hombros angulares que disminuían gradualmente hasta una cintura delgada y unas caderas estrechas.

—Eres muy hermoso —dijo. Gun enrojeció y no dijo nada, pero su rostro lo delataba, tenía una expresión llena de deseo. Off se quitó la camiseta y después atrapó su boca con un profundo beso empujando con la lengua entre los labios entreabiertos, explorando, saboreando, conquistando, al mismo tiempo que luchaba por liberar su polla de sus apretados pantalones. Notó que Gun separaba las piernas para dejar que descansara las caderas contra las suyas. Movió la ingle insistentemente contra la de Gun; notaba cómo sus erecciones se frotaban con fuerza. No quería romper el beso, bebiendo como estaba de la infinita dulzura de la boca de Gun. Tal vez sería más cómoda la cama, pero tenía miedo de parar y que Gun cambiara de opinión.

Off notaba los brazos de Gun rodeándole, sujetándolo con una potencia e impaciencia que nunca había sentido. Aquel delgado cuerpo desnudo se arqueó bajo el suyo, esforzándose en recibir cada uno de sus movimientos. Si hubiera podido detenerse, Off habría preferido estar dentro de Gun, pero en aquel momento no era posible. Era como si cada deseo no cumplido por su alma se hubiera desbordado, provocando una demoledora explosión; llegó al orgasmo demasiado pronto. Separó la boca y miró el rostro transformado por el éxtasis de Gun que compartía con él, el mismo momento de exquisito placer mientras un calor ardiente se derramaba entre ellos.

Jadeando, Off al fin pudo dejarse caer suavemente y cubrir el cuerpo de Gun por completo. Se dio cuenta de las manos que acariciaban su espalda arriba y abajo y del murmullo de la voz de Gun en su oído. Temió decir algo que rompiera el momento, así que opto por permanecer así, rodeado del aroma y del calor del hombre. Jamás había sentido tanta paz, era como si todo hubiera caído en su lugar, y pensando en la perfección se quedó dormido.










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3/3

¡Qué emoción! Por poquito y hacen el delicioso 😋 jajajaja

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