❛Tuve que pasar por una maldita guerra
a mis 16 años y ahora que estoy aquí
¿quieren que me encargue de toda una clase de adolescentes que juegan a los héroes? ❜
Los multiuniversos
eran un hecho y nadie lo sabía mejor
que Cha...
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Confusión. Eso sentía Soyin en el momento justo en el que la monstruosa liberación de poder que obtuvo la quinta hokage parecía ser un simple juego de niños para Madara.
Sus oídos tenían un zumbido molesto y estaban tapados al punto en que los sonidos externos se escuchaban lejanos, casi como si se encontrara abajo del agua. En momentos parecía que se sumía en la inconsciencia pero a pesar de eso se mantenía de pie.
Nadie le dijo que estar participando en una guerra a tan corta edad iba a ser duro, nadie le dijo ni siquiera que tenia que participar en una. Tampoco pensó que se estaría enfrentando a un poderoso criminal de guerra que si bien no estaba del todo vivo, seguía ahí.
—...yin! ¡Soyin, reacciona!—y parecía que los llamados funcionaron porque logró evitar que un enorme tronco atravesara por completo su estómago.
Sus sentidos se volvieron a reactivar, no podía distraerse en una situación cómo esa, las acciones que haga o no haga afectarían gravemente en su condición física y no solo en la de ella, si no en la de los cinco hokages con quienes está peleando codo a codo para derrotar al aparente gran rival de toda esa guerra. Si se vuelve a distraer puede terminar muerta y eso afectaría en la formación que se hizo al inicio.
No le importaba morir, es algo a lo que se preparó desde que fue reconstruida, en un mundo cómo ese en el que se vivía con constantes conflictos que incitan a guerras era un poco tonto temerle a la muerte, te entrenan para defender a al prójimo y quizás a ti mismo. La muerte es algo con lo que tienes que aprender a vivir.
—¿¡Cómo van con el otro Madara!?—escuchó a través del comunicador que se encontraba en su oreja izquierda.
—¡Es algo complicada la situación!—respondió un muy agitado Naruto.
Soyin se apuró a generar una base de barro para elevarse y dar un ataque tipo aéreo hacía Madara. Descubrió que no era de mucha ayuda atacar a lo lejos, las habilidades que el Uchiha poseían le permitían de cierta manera protegerse ante ataques a distancia. Su estrategia había cambiado y procuraba tener un enfrentamiento cercano o incluso cuerpo a cuerpo con el hombre incluso si en algún encuentro pudiese morir.
Cuándo estuvo lo suficientemente arriba, tomó impulso y con algo de chakra se elevó para dar un brinco fuera de la base, al mismo tiempo que sacaba algunas armas con papeles bomba.
—¿Soyin sigue viva? Está curiosamente callada, hasta parece que le comió la lengua el gato.—No faltaba la persona que hacía comentarios y preguntas tontas en momentos serios.
La mencionada soltó un poco de aire mientras lanzaba con precisión los kunai rodeando el cuerpo del Uchiha. Cuando cada uno estuvo incrustado en la posición deseada, activó lo papeles generando una gran explosión.
—¿Quieres que te cuente un cuento mientras me enfrento a un psicopata que se supone, está muerto?—gruñó en respuesta mientras maniobraba en el suelo cuándo impactó en el.
Nadie dijo nada y todos agradecieron.
En cuanto la gran cortina de polvo y humo se disipó, Soyin no esperó mucho para lanzarse directo a una pelea cuerpo a cuerpo con Madara. Mientras corría en su dirección iba murmurando cada movimiento que hacía con sus manos y cuando finalmente se encontraba frente al hombre liberó el jutsu de manera rápida.
El daño fue mínimo pero algo era algo (o al menos eso pensaba la cansada mente de Soyin). El primer golpe lo lanzó Madara y la peli azul lo esquivó lanzando al mismo tiempo un golpe directo al torso del azabache. Había agarrado buen ritmo cuando el enemigo centró su atención en la chica, por ese momento todo desapareció y solo existían dos personas peleando con todo lo que daban.
Golpes daba y golpes recibía la chica. No se iba a doblegar por nada del mundo y sin embargo sentía que no lograba absolutamente nada, parecía que era más daño el que recibía del que causaba pero ella no estaba consciente de algo.
Era la primer persona en esa guerra que lograba tener contacto directo con Madara, el momento era oportuno, los cinco hokages se enfrentaban a ciertos inconvenientes con el propósito de que Soyin lograra causarle un daño extremo.
Cha Soyin seguía siendo una niña, algo inexperta en ciertos ámbitos y con un largo camino por recorrer para alcanzar su punto máximo referente a poder. No pueden comparar el poder de los hokages con el de una shinobi. Y sin embargo ahí se encontraba.
El problema estaba en que después de los primeros golpes de ese combate cuerpo a cuerpo, Madara realizó una copia de si mismo y dejó a la copia peleando con la joven. Nadie se percató de eso.
De lo que si se percataron era de la figura original de Madara dirigiéndose por la espalda de Soyin con intenciones poco amistosas. Las cosas sucedieron rápido y para cuando los hokages estaban por actuar, una gran explosión acompañando de una luz cegadora lo impidió completamente.
Aquel suceso fue observado por todos los frentes que a pesar de que se encontraban lejos, la monstruosidad del acontecimiento logró ser observado por todos los presentes de guerra.
—¡¿Qué demonios acaba de ocurrir?!—Kakashi fue el primero en hablar.
Tsunade al ser la más cercana al suceso se percató de algo. Aún pasmada habló.
—Escuadrón de comunicación, informe a todos los frentes que Cha Soyin desapareció.
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Bueno, traigo de vuelta Warzone. Esta es una historia que ha sufrido muchos cambios y actualmente la mayoría de capítulos fueron editados y algunos vueltos a escribir. Disfruten de la lectura<3
