❛Tuve que pasar por una maldita guerra
a mis 16 años y ahora que estoy aquí
¿quieren que me encargue de toda una clase de adolescentes que juegan a los héroes? ❜
Los multiuniversos
eran un hecho y nadie lo sabía mejor
que Cha...
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El primer día de trabajo estuvo tranquilo y nada desastroso pasó. Más allá de tener que lidiar con los comentarios agresivos de Katsuki y el disgusto en la mirada de Shoto, pudo manejar bien la seguridad del grupo.
Tampoco es que un grupo de villanos decida atacar directamente en el corazón de una preparatoria de héroes a plena luz del día. Deberían ser idiotas o estar muy desesperados para hacerlo.
Pronto, Soyin generó una rutina en la primera semana que pasó asistiendo a la Yūei, así como también se encargó de la pequeña duda que le generaba usar el uniforme. Para su suerte, Nezu accedió a la petición de usar ropa civil en lugar del uniforme escolar.
Para ese punto, la shinobi se sentía más libre que los primeros días que pasó en ese mundo. Aizawa se notaba cada vez más tranquilo a su lado y le facilitaba la convivencia en el horario escolar.
Por otra parte, el cuento con Hawks era diferente. No podían conversar mucho a lo largo del día y la confianza entre ellos no progresaba casi nada. No es algo que le importaba mucho a Soyin, pero definitivamente era molesto sentir el cambio de ambiente cuando llega a su casa de la Yūei.
Cha comenzaba a preferir estar en su trabajo. Le aburría la enorme casa, y los pocos libros que había en las estanterías de la sala de estar, ya los leyó. Tampoco sabía usar el televisor que recientemente compró Keigo.
Intentaba limpiar la casa diario, pero debido a la ausencia de personas, era muy poco el polvo que se generaba.
Entonces, decidió pasar poco tiempo dentro del loft.
Así que la rutina que había generado, era un plan para mantenerse activa desde muy temprano y evitar el aburrimiento dentro de la enorme casa.
Por las mañanas, se levantaba a correr un par de kilómetros alrededor del área. Usaba algo similar a la ropa deportiva que veía en las vitrinas de los centros comerciales, solo que con el pequeño detalle de que usaba pantaloneras holgadas para guardar sus armas.
Después, llegaba al loft para darse un buen baño y quitar rastros de suciedad y sudor.
Para cuando se encontraba cambiada y con el cabello seco, Hawks comenzaba su rutina diaria, lo cual implicaba hacer el desayuno para él y para la joven a su cargo. Después de eso, no se volvían a ver dentro de 8 horas, como mínimo.
En el momento en el que Hawks abandona el lugar, Soyin prepara una pequeña mochila con un par de cosas que usa para no aburrirse entre clases o en las horas de descanso. Poco después, ella abandona el lugar por igual.
