❛Tuve que pasar por una maldita guerra
a mis 16 años y ahora que estoy aquí
¿quieren que me encargue de toda una clase de adolescentes que juegan a los héroes? ❜
Los multiuniversos
eran un hecho y nadie lo sabía mejor
que Cha...
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Soyin era plenamente consciente de lo que implicaba mezclar personalidades y quirk poco compatibles para un examen que determinaría si iban o no al campamento. Las cosas serían aún más complicadas, pues los equipos poco compatibles se enfrentarían a profesores aún menos compatibles.
La cuestión, es que por más que Soyin sintiera lástima por los estudiantes, era necesario que se mezclaran con los demás a su alrededor.
De inmediato, Eraser dictaminó las parejas y sus contrincantes. Evidentemente, todos estaban desconcertados, pero nadie se encontraba especialmente molesto.
Nadie excepto Katsuki Bakugo. Aunque, no era ninguna sorpresa.
Y todos se sorprendieron ante el hecho de que una pareja tan... complicada, se enfrenta a nadie más que el símbolo de la paz.
—Hay un total de once combates. El tiempo límite del examen es de treinta minutos —anunció el director.
—¿Once combates? —Iida alzó su mano— ¡Disculpe la interrupción! Pero usted mencionó un total de once combates. Somos un total de veinte alumnos y vamos a formarnos en duplas.
—Es correcto, Tenya —Eraserhead volvió a hablar—. El último combate no involucra a los alumnos, pero sí a los profesores.
—¿Pelean entre ustedes como un combate de exhibición? —Kaminari se veía plenamente entusiasmado por la idea, siendo seguido de Mina.
—El último combate va a ser entre los profesores y yo —anunció finalmente Soyin—. El director piensa que es una buena idea que observen mi capacidad en combate, y además les sirve a ellos para comprender mis habilidades.
—¿No es eso injusto?
—No seremos todos a la vez. Iniciaremos con uno solo, y mientras Soyin los vaya derrotando, es que van apareciendo.
A pesar de eso, algunos estudiantes se veían inseguros y genuinamente preocupados por su protectora. Sin embargo, los más sensatos, pensaron con la cabeza fría.
—Bueno, no podrían a alguien de nuestro protector si no es capaz de enfrentar a los profesores —razonó Momo.
De inmediato, todos pasaron a sus propios asuntos. Los profesores se adentraron a las instalaciones, seguidos de los alumnos que iban acompañados de sus parejas para comenzar a idear estrategias para sus combates. Muy pocos tomaron la iniciativa de dirigirse al cuarto de vigilancia.
Soyin por su parte, tuvo libertad de permanecer donde ella quisiera. El examen no necesariamente necesitaba de su asistencia, pues los profesores se aseguraron de mantener a salvo a los alumnos de cualquier peligro. Aún así, la shinobi decidió observar los combates en el área de vigilancia.
La joven confiaba plenamente en sus habilidades, y estaba segura de que los profesores no le darían muchos problemas. Sin embargo, una pequeña ayuda extra como era observarlos a ellos y sus quirks, no le haría daño a nadie.
