Capítulo 11

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Olivia se giró para confirmar sus sospechas.
El mismo chico alto, moreno y que había cambiado la camiseta negra que llevaba a la mañana por una gris, la miraba con una media sonrisa.
Olivia maldijo en silencio.
- ¿Os conocéis? -preguntó Jessica observándolos a los dos.
- Por desgracia, sí. -contestó Olivia.
- Todavía no me has contestado. Te llevaré a casa, a menos que prefieras quedarte aquí con tu amiga.
- No me iría contigo ni aunque tuviese que conducir borracha, Kyle.
Y dicho esto, arrastró a Jessica hasta la pista de baile.
Comenzaron a bailar tímidamente al principio, pero conforme se iban soltando, más gente se les iba acercando para bailar a su alrededor.
Acabaron con unos cuantos chicos tratando de llamar su atención que intentaban seguirles el ritmo mientras acortaban la escasa distancia que los separaba.
Uno de los chicos agarró a Olivia de la mano y le susurró algo al oído.
Ella, asqueada, consiguió decir:
- Voy a por una bebida.
Miró hacia donde Jessica debía de estar pero no era así.
Y tampoco la veía cerca.
El chico volvió a acercarse.
- ¿Buscas a tu amiga? Se ha ido con el mío a pasar el rato... -levantó una ceja.- ¿Quieres venir tú también?
Olivia le dio las gracias y le respondió negativamente y trató de alejarse de la pista de baile, pero una vez más, el chico la alcanzó.
- Vamos, sólo se vive una vez. -insistió.
- Tal vez en otra ocasión. -respondió ella.
Trató de esquivarlo, pero él había cerrado el paso completamente y sus otros dos amigos se encontraban justo detrás de ella.
- Venga, anímate.
- No me apetece, de verdad, tengo que recoger a Jessica y...
Uno de los chicos que había a sus espaldas la agarró del brazo atrayéndola hacia sí.
- Oye, bonita, vente, hemo...
- Te ha dicho que no quiere. -dijo Kyle, apareciendo a su lado.- Suéltala y apartaos.
Ellos se movieron enseguida de su sitio.
- Sólo queríamos hablar con ella, nada más. Tranquilo, tío.
- No quiero que volváis a molestarla, ¿entendido?
Los tres asintieron a la vez y salieron del local lo más rápido que pudieron.
Kyle suavizó la expresión de su rostro.
- ¿Te encuentras bien? ¿Te han hecho algo?
Olivia lo miró a los ojos.
- Estoy bien. No, pero si no hubieses llegado justo a tiempo... -se estremeció con la idea que cruzó su mente.
- Pero he llegado... ¿Quieres que te lleve a casa?
Olivia fue a negarse de nuevo, le había ayudado, sí, pero seguía siendo el mismo chico arrogante de la azotea.
Pero luego recordó que no tenía ni la menor idea de donde se encontraba Jessica y que si Kyle se marchaba de la fiesta y algún otro chico se le acercaba, no tendría manera de defenderse.
- Está bien. -esperó las burlas del chico, un "ya lo sabía" o algo por el estilo.
Pero Kyle solo le hizo un gesto para que le siguiese y la llevó hacia el exterior.
Sacó las llaves y desencadenó una preciosa moto negra que estaba aparcada cerca de la entrada.
Le tendió un casco.
- Póntelo, no puedo prometerte la seguridad exacta, pero si te pillan sin él me multarán.
Olivia comenzó a morderse las uñas.
- ¿Qué te pasa?
Olivia tartamudeó un poco antes de responder.
- La... moto. No me gustan... demasiado.
Él soltó una carcajada.
- Iré a buscar el coche. La moto es de un amigo, el coche es mío.
- Pero entonces... No tienes dieciocho años...
- ¿Y quién te ha dicho que los tenga? Sólo lo pensaste y me lo dijiste, en ningún momento te di a entender que hubieses acertado.
- ¿Entonces cuántos años tienes? Porque tienes coche y sabes conducir, ¿no?
Kyle esbozó otra media sonrisa a Olivia y se dirigieron a un enorme y caro coche con el mismo color que la moto.
Olivia abrió la puerta y se sentó en el asiento del acompañante, abrochándose el cinturón.
Kyle hizo exactamente lo mismo con el lugar del conductor.
"Si hubiese sido el coche de Josh, no habría tardado ni un segundo en abrirme la puerta a mí primero." pensó Olivia mientras torcía el gesto.
"Pero no es Josh." se obligó a recordar.
Kyle puso el coche en marcha y comenzó a avanzar en dirección a la carretera, abandonando así el aparcamiento.
Olivia le dió su dirección.
El silencio invadió el coche, ninguno decía nada, ni siquiera encendieron la radio.
Llegaron a su destino (la parada de Olivia) en media hora, puesto que el local estaba muy alejado de la ciudad.
Olivia descendió del coche y lo mismo hizo Kyle.
- Bueno... Espero que tus padres no te castiguen por volver a estas horas...
- Mis padres están de viaje.
Kyle se aproximó hacia ella. Sólo unos centímetros los separaban.
- ¿Estás sola en casa?
- Sí, pero vuelven pronto.
Kyle se acercó todavía más.
- Esto no le va a gustar a tu novio...
- ¿El qué? -preguntó extrañada Olivia.
Kyle eliminó por completo la distancia que los separaba y pegó sus labios a los de ella.
Al principio Olivia se sorprendió. Pensó en separarse pero descubrió con asombro que no podía, porque realmente estaba disfrutando.
Ya no recordaba la última vez que la habían besado de esa forma.
Aunque, realmente, nunca la habían besado así.
Y no sabía como podía haber sobrevivido casi diecisiete años sin haberlo probado.
Pero conocía la respuesta: nunca había estado con nadie que se pareciese a Kyle.
Nunca había salido con nadie así.
Kyle introdujo la lengua en su boca y comenzaron a besarse todavía más apasionadamente.
Luego la levantó del suelo y la atrajo hacia él mientras ella rodeaba su cintura con las piernas.
Pasaron dos minutos, quizá tres y al fin pararon para tomar aire.
Kyle la dejó en el suelo de nuevo.
- Ya nos vemos por ahí, ¿vale? -fue lo único que le dijo como despedida.
Acto seguido, subió al coche y arrancó, dejando a Olivia sola justo enfrente de la puerta de su casa.
Ella la abrió cuidadosamente y la cerró de un portazo al darse cuenta de lo que había pasado hacía unos instantes.
¡Había besado a Kyle! ¡Era completamente asqueroso e inaceptable, que tenía novio! ¿Y él que había hecho después de eso? ¡Marcharse! "Ya nos veremos por ahí." ¡¿Quién se creía que era?! Aunque la más tonta había sido ella, ¿cómo podía habérselo permitido?
Seguro que ahora Kyle estaría contándoselo a algún amigo y todos estarían riéndose de ella. O peor, quizá había sido un beso tan irrelevante para él que ni siquiera pensaba en ello.
Estaba convencida de que Kyle era así, el típico chico que iba de flor en flor.
¡Pero si ni siquiera le gustaba! Le había permitido besarla porque... por... porque... bueno, por amor no era, ¡eso seguro!
Subió a su cuarto y se dejó caer en la cama. Hundió la cabeza en la almohada.
¿Y ahora qué? ¿Y si él se refería a que ya se verían... mañana? ¿Y si en verdad quería salir con ella? ¿Y ella quería estar con él?

OLIVIA Y ALLYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora