Capítulo 6

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Melanie volvió con un vestido para Jessica, que había salido antes y con otro para Olivia, que salió nada convencida después.
Jessica gritó de emoción.
- ¡Este es EL vestido! ¡Sin duda alguna!
Se escuchó la voz de Olivia cinco segundos más tarde:
- ¡Este es mi vestido también! ¡Me encanta! -se alegró por primera vez en toda la mañana.
- Vale, a la de tres salimos y nos lo enseñamos... ¡Una, dos...!
- ¡Y tres! -gritó Olivia.
Ambas soltaron un grito ahogado.
Tras cinco segundos seguidos gritando y habiendo alertado a todo el mundo que se encontraba en la tienda, Jessica habló:
- ¡Amandaaaaaaaaa! ¡Tenemos el mismo vestido! ¡Y nos encanta a las dos! ¡Resolved estoooooo!
Pero Amanda y Melanie no aparecieron por ninguna parte.
- ¡Amanda! ¡Melanie! -gritó Olivia.
- Bueno, no pasa nada, yo me lo quedo, a ti te quedaba bien el vestido rosa. -decidió Jessica.
- Pero no me convence del todo, Jess... A ti te quedaba perfecto el azul...
- Olivia, venga, por favor... Está hecho para mí... Y lo sabes perfectamente...
- Pero Jess...
- ¡Entones decidido! ¡Melanie! ¡Vamos a pagar! ¡El rojo es el mío y el rosa es el de Olivia!
- No, Jess, por favor, es lo único bueno que ha tenido mi día... -dijo Olivia, pero como lo dijo en sus pensamientos, nadie la oyó.
Resignada se dirigió al mostrador.
- Yo voy a seguir buscando. -dijo mientras apartaba el vestido rosa.
- Como quieras, cielo. -respondió Melanie mientras mascaba un chicle.
- Exacto Olivia, ya volveremos... o volverás... Ultimamente estoy muy ocupada. -añadió Jessica.
- Serán... - Olivia abrió mucho los ojos. El precio del vestido era desorbitado.
- Toma. -Jessica le tendió un fajo de billetes sin inmutarse.
Melanie recogió el dinero y le tendió una bolsa con el vestido envuelto dentro.
Amanda se acercó hacia ellas con una sonrisa comercial.
- Que tengáis un buen día, chicas.
Olivia y Jessica salieron de la tienda y Jessica propuso seguir la mañana comprando, pero Olivia estaba cansada, enfadada y... decepcionada... Esa era la palabra, la palabra de siempre. Decidió volver a casa y Jessica volvió en autobús con ella, resoplando lo aguafiestas que era.
Olivia se puso los auriculares y simuló que escuchaba las quejas de Jessica sobre todo y todos cuando en realidad no podía subir más el volumen de la música.
En cuanto llegaron a la parada de Olivia ésta se despidió con una falsa sonrisa y abrazo y bajó del autobús.
Caminó hacia su casa, sus padres no estaban, estaban en un viaje de negocios de cuatro días, nada raro en ellos, hacían un viaje de esos cada mes. Olivia estaba acostumbrada, pero esta vez le molestó mucho.
Sin embargo, encontró a alguien sentado en las escaleras exteriores de su casa.
- Josh, basta de dramas por hoy, ¿vale? Nos vemos mañana. -le dijo a modo de saludo.
- No he venido a hablar. He venido a comportarme como el novio que debí de ser hace mucho. - Josh se levantó y se colocó a diez centímetros de Olivia.-He venido a escucharte, a tratar de entender qué es lo que hacemos mal porque no funciona nada de lo que hago.
- Josh...
- Déjame intentarlo... Por favor... Una última vez Olivia, si rompemos esta vez, será la definitiva, los dos lo sabemos.
- Mis padres no están... Supongo que puedes pasar. -respondió ella, rindiéndose.
Ambos entraron en la casa de Olivia y dejaron los zapatos en la entrada mientras ella cerraba la puerta con llave.
- Espera aquí. -le dijo a Josh.
Fue a la cocina y sacó la fuente de pasta que le habían dejado sus padres dentro del horno, que ya estaba apagado.
Leyó la nota que estaba sobre la mesa:
"Hola hija, estaremos en Francia esta semana, si necesitas algo llama a Marissa. La comida está en el horno y hemos comprado suficientes alimentos para toda nuestra ausencia, ya sabes cocinar y si no, avisa a Marissa. Si pasa algo urgente, llámanos.
Fdo: Papá y mamá."
Marissa era su tía, soltera, sin hijos y gruñona y vivía unas casas más abajo. Definitivamente, era la última persona a la que llamaría.
La pasta aún estaba tibia.
- ¿Has comido ya? - le gritó a Josh.
- ¡No! ¿Puedo pasar ya? -fue su respuesta.
Olivia puso la mesa y no respondió. Segundos más tarde Josh estaba en la cocina, ayudando a Olivia a servir los platos.
Comieron en silencio. Olivia quería protestar por tener que comer pasta con esa salsa teniendo que hacer dieta, pero se mantuvo callada.
Cuando acabaron de fregar los platos, Josh por fin se decidió a hablar.
- ¿Subimos a tu cuarto o hablamos aquí o donde?
Olivia colocó los platos en el estante.
- Nadie además de mí, de mis padres y de las personas del servicio suben a mi cuarto. Vamos al salón.
Se dirigieron hacia allí y tomaron asiento.
- A ver... -comenzó Josh.- ¿Qué te pasa? Parece que últimamente hayas visto a un fantasma.
Olivia se puso a toser descontroladamente.
"Has dado en el clavo: Allyson."
Josh esperó a que Olivia parase y le dijo:
- ¿Quién? Puedes contarmelo.
- Nada Josh, simplemente no me encuentro nada bien. Debería descansar.
- Olivia haremos lo que tú quieras hoy, ¿vale? Nos quedamos aquí... Puedo prepararte algo caliente de comer, quedarme contigo...
- Está bien. Y Josh...
- Dime.
- Gracias.
Josh sonrió porque sabía que lo más probable era que nunca más oyese esa palabra salir de la boca de Olivia.

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Olivia se despertó a las ocho en punto al día siguiente y dió un grito.
- ¡LAS OCHO! ¡JOSH DESPIERTA!
Josh se levantó adormecido.
- ¿Buenos días? Así da gusto levantarse...
- ¡Vamos a llegar tarde, Josh!
- Nos quedan tres cuartos de hora Olivia...
- ¡No es suficiente! ¡No deberías haberte quedado a dormir!
Josh frunció el ceño.
- ¿Desde cuando te importa tanto el instituto? ¿Qué me he perdido?
Olivia suavizó su tono de voz y trató de volver a la normalidad y esconder sus nervios para inventarse una buena excusa que le sirviese como respuesta.
- Es que... Mis padres tienen hora para hablar con mi tutora en que vuelvan y les he prometido que me las arreglaría en su ausencia.
- Ya claro... Sigo pensando que me ocultas algo... Y quizá ese algo sea la razón por la que estás tan rara últimamente...
- ¡Que no me pasa nada! Voy a prepararme y ya desayunaré en el instituto, tú tienes muchas cosas en la cocina para desayunar ¡Date prisa! ¡Y no subas a mi cuarto bajo ningún concepto!
A Josh no le dió tiempo a replicar porque Olivia ya estaba subiendo escaleras arriba.
Se preparó como pudo tras darse una rápida ducha y bajó a por su novio que ya estaba listo.
Cerró la puerta de su casa con llave y caminaron apresuradamente hacia su instituto.

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Allyson no se encontraba demasiado bien esa mañana y sabía que todo era problema de su cabeza, de sus pensamientos y de las vueltas que le daba a las cosas.
Pero esta vez, para variar, no pensaba en Olivia.
Pensaba en Liam.
¿Cómo podía querer tanto o, incluso se atrevía a decir, estar enamorada de alguien que conocía hacía tan poco tiempo?
No podía soportar mirarle a la cara y no poder sostenerle la mirada, por pensar que él vería el amor en sus ojos.
No podía soportar el sentimiento de que era una carga para él.
No podía soportar el pensamiento de que ella era una simple amiga, (si es que llegaba a eso) para Liam.
No podía soportar no acribillarle a mensajes ahora que tenía su número.
Pero lo que menos podía soportar, lo que menos de todo, era lo vulnerable que se sentía en aquellos momentos por él.
Y no parecía que esto fuese a cambiar.
Y para colmo:
"Mensaje entrante de Liam"
Lo abrió cansada e ilusionada a la vez.
"¿Bajas ya? He sacado las bicicletas."
"No me encuentro demasiado bien...😕"
"Tienes un exámen importante Ally."
Allyson se estremeció. "Ally".
"Está bien, estoy ahí en cinco minutos."
Agarró la mochila y ya iba a salir por la puerta cuando se miró al espejo.
Había decidido vestirse de forma diferente, más guapa, preguntándose si Liam notaría el cambio, pero se arrepintió.
Volvió a su habitación, se quitó apresuradamente la ropa y se puso unos leggins grises gruesos, un jersey largo azul y sus dr martens y un gorro azul y salió corriendo de casa.
Liam levantó la vista del suelo en que oyó la puerta del portal abrirse.
- Vámonos. -fue lo único que dijo.- Llegamos tarde.
A Allyson le dieron ganas de llorar. ¿Por qué era tan frío de repente?
Ambos pedalearon hasta el instituto y encadenaron las bicicletas.
- Nos vemos en el recreo, Ally. Suerte en los exámenes.
- Vale. Igualmente, Liam.
Él se giró y echó a correr hacia su clase, sin esperar a Allyson, que suspiró.

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Heeeeeey babes! Siento que este capítulo haya sido tan cortito pero no he tenido más tiempo de escribir debido a los exámenes...
No estoy demasiado contenta con este capítulo que sin duda no es tan bueno como otros pero prefería dejarlo así y subir a las 150 lecturas como os había prometido.
Bueno, este capítulo era en sí importante, mucho, porque aunque no sea el mejor, es necesario leerlo y escribirlo porque a partir de aquí van a suceder MUCHAS cosas.
El siguiente capítulo va a ser el más largo de los que he escrito, por lo que os voy a pedir como excepción que me aceptéis el SUBIR A LAS 200 VISITAS EN LUGAR DE A LAS 150. Sé que las vais a conseguir pronto y por ello necesito tiempo, espero que entendáis que los exámenes son importantes también.
Va a ser tan largo porque van a ocurrir MUCHÍSIMAS cosas, con todos y cada uno de los personajes principales.
Preparad pañuelos porque va a llegar el dramón de Olivia y Allyson.
Espero que lo entendáis, para cualquier cosa ya sabéis, mensaje privado o comentarios y la cuenta de twitter he decidido que se abrirá más adelante, por motivos de falta de tiempo obvios.
Os deseo una feliz lectura y que disfrutéis mucho de lo que habéis leído hasta ahora, porque el siguiente capítulo os va a hacer tiraros de los pelos.
Muchas gracias por vuestro apoyo, por leer, por todo.
Muchos besos baes 💖💖💖

OLIVIA Y ALLYSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora