- ¡Señorita Claire! ¡Señorita Claire! ¡Olivia! ¡Haga el favor!
Olivia levantó la cabeza de la mesa y miró extrañada a la profesora.
- ¡No me mire con esa cara! ¡Se ha vuelto a quedar dormida en clase por segunda vez está semana y sólo llevamos tres en este curso! Espero que esta vez tenga una buena excusa, para variar.
- Pues...ehhh...¿anoche estudié hasta tarde y sólo he dormido dos horas?
- Mmm... casi. Si no fuese porque todavía no hay exámenes previstos, me lo habría tragado. Menos mal que no es el caso. Espero que por lo menos preste atención durante los quince últimos minutos que nos quedan de clase.
Olivia la miró con un gesto altivo, aunque sus ojos reflejaban arrepentimiento y por dentro estaba muy abochornada.
La señora Rames era baja, rechoncha y con muchas canas, razón por la cuál su pelo era casi completamente blanco. Tenía muy mal genio, pero era astuta y difícil de engañar. Olivia habría salido mucho más peor parada si no fuese porque era la alumna favorita de esta profesora de arte.
La clase la miró sorprendida de que no se hubiese marchado al despacho del director con algún tipo de nota de castigo.
Olivia les dirigió una mirada intimidante general y todos bajaron la cabeza y volvieron a su tarea.
Satisfecha, sonrió y sacó sus lápices para acabar la lámina de dibujo.
El timbre tocó y todos salieron rápidamente de clase.
Cuando Olivia se hubo asegurado de que no quedaba nadie más en allí, se acercó a la mesa de su profesora.
- Siento haberme quedado dormida, señora Rames, le prometo que no volverá a ocurrir.
- Eso espero. Olivia, te he dado clase ya durante varios años y nunca te he visto tan distraída, ¿no querrás bajar tus notas, verdad?
- Por supuesto que no y si puedo hacer algo más para disculparme, yo...
La señora Rames sonrió y dijo con ironía:
- Mientras no te duermas en los laureles, perfecto.
El timbre que anunciaba el comienzo de la siguiente clase sonó y Olivia se marchó corriendo tras despedirse de su profesora.
Llamó a la puerta de su siguiente clase y como el profesor de ciencias aún no había llegado, se sentó apresuradamente en su sitio habitual, al lado de Jessica.
Ambas esbozaron su habitual sonrisa falsa al verse y hablaron sobre temas triviales durante toda la clase.
Como su profesor de español estaba algo sordo, no las echó de clase esta vez.
Las horas transcurrieron raramente sin ningún imprevisto hasta la hora de la comida.
A esta hora, Josh irrumpió en la cafetería y se sentó al lado de Olivia.
- ¿Hablo aquí o fuera? -le susurró al oído.
Olivia se levantó de la mesa, agarró su manzana y dijo:
- Bueno, chicos, nos vamos. Aquí dejo mi bandeja de la comida.
- No te preocupes, nosotras la recogemos.-informaron Julia y Abigail al unísono encantadas.
Olivia agarró a Josh de la mano y lo sacó de allí sin dar las gracias a nadie.
- ¿Puedo hablar ya? -preguntó Josh.
- Espera a que estemos fuera de aquí.
Siguieron caminando hasta el parque de al lado del instituto y se sentaron en el borde de una fuente.
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OLIVIA Y ALLYSON
Roman d'amourHace tiempo, Olivia y Allyson eran inseparables, nada ni nadie podía separarlas pero, cuando Olivia se mudó a otro país, no volvieron a saber nada la una de la otra. Allyson no puede vivir sin Olivia y aunque ésta no quiera creerlo, sigue siendo in...