𝐻𝑒𝑛𝑡𝑎𝑖 𝐺𝑖𝑟𝑙
[No necesito usar palabras simples
Pero ¿por qué? Quiero que seas mío
por completo. Quiero tocar tu cuerpo]
➢ A Tsukishima Kei Fanfiction
➢ Contiene lenguaje vulgar y escenas explícitas.
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la llegada
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POV omnisciente.
El instituto Karasuno sin duda era exactamente igual a como había esperado Anna, pues Kageyama se había encargado de explicarle ligeramente cómo estaban organizadas las instalaciones del lugar y donde podría encontrar su aula. Era realmente maravilloso poder ver a tanta variedad de nuevos alumnos charlando entre ellos y caminando en dirección a la entrada del centro.
A diferencia de ellos, Ikagura se encontraba sosteniendo su mochila entre sus dedos, apoyada en el muro exterior de su escuela a la espera de que su primo llegase junto a ella. Habían quedado veinte minutos antes del comienzo de las clases, pero como era habitual en él, Tobio llegaba con retraso.
Tras soltar un largo suspiro y revisar por quinta vez la hora en su móvil, Anna decidió adentrarse en la escuela por si sola, dispuesta a preguntarle a alguien por ayuda una vez la necesitase. Mientras andaba rumbo a su aula, no pudo evitar sentir algunas miradas clavadas sobre ella, y en el fondo sabía que sería un hecho que aquello pasaría.
Ikagura no era una persona vanidosa, pero ciertamente era consciente de que era una chica atractiva y bastante exótica, pues era poco común encontrar en Japón alguna chica con rasgos nórdicos como los de ella. También sabía que algunas de las miradas que recibía, no solo eran por el aspecto de su rostro, sino por su ajustado uniforme que por desgracia para ella, había encargado poco antes de que empezase a entrenar. Como consecuencia de ello, su masa muscular había aumentado, y aunque no era algo excesivo, era cierto que su uniforme se ajustaba a sus curvas más de lo habitual.
— La clase 1-4... clase 1-4... — murmuraba ella, mientras contemplaba los carteles que decoraban el exterior de las aulas. Después de unos minutos, se rindió soltando un suspiro. — ¡Agh, esto es imposible! — exclamó frustrada. Si tan solo su primo fuera puntual. — ¡Kageyama baka!
— E-esto... disculpa. — habló una tímida voz detrás de ella. La de cabellos blancos se giró, encontrándose con un chico bastante adorable de cabello verde y abundantes pecas decorando su rostro. — ¿Necesitas ayuda?
