Capitulo 17: Lado tierno

173 22 1
                                    

-T/N

- T/N

- T/N, DESPIERTA

Me levanto sobresaltada por el maldito sueño que tuve, estuvo muy feo, y mi corazón latiendo como loco es la prueba de ello.

- Carajo, tienes el sueño muy pesado- volteo a ver a un lado y me encuentro con el feo rostro de Oliver, no mentira no es feo pero el sueño que acabo de tener, aunque debería de agradecerle por levantarme de este horrible sueño.

Lo ignoro y me levanto para hacer mi camino hacia el baño, entro y cierro la puerta.

- Apúrate, que hoy es día de escuela y yo te voy a llevar – empiezo a desvestirme.

- Oye aparte de, que me lleves a la escuela, mas bien universidad porque no me gusta decir escuela, me siento como una niña chiquita, y no lo soy, bueno ese no es el punto, el punto es que quiero que por favor me lleves a el supermercado porque como tu lo dijiste ayer, casi no tengo que tragar – ya ni ganas me dan de hablar porque ese sueño me dejo con el humor de perros.

- que humorcito – oigo que susurra.

- Cállate, si no quieres no, tampoco te voy a obligar.

- No, si te voy a llevar.

- Gracias.

- Voy a estar abajo haciendo el desayuno, si es que hay algo, y si no hay nada que hacer, cuando vayamos camino a la universidad compramos algo en alguna cafetería.

- Esta bien – oigo que cierra la puerta.

Cuando termino de desvestirme me acerco a la regadera para empezar a templar el agua. Cuando el agua ya está como a mí me gusta, procedo a meterme y empezar a limpiar el cuerpo, mientras me baño, pienso en mi sueño, más bien pesadilla.

Yo se que acabo de conocer a Jean, pero verlo así de triste hizo que mi corazón se rompiera en mil pedazos, mientras lo veía solo quería hacer que se le quitara la tristeza de sus ojos. No se que significara este sueño, creo que, por tener tantas cosas en la cabeza, ya de tanto pensar se me esta achicharrando el cerebro y por eso pienso y tengo sueños tan extraños.

Cuando he terminado de enjuagar mi cuerpo salgo y tomo dos toallas, una para el cabello y la otra para secarme el cuerpo, cuando me estoy secando recuerdo que no traje ropa así que me envuelvo el cuerpo, me cepillo los diente y salgo en busca de la ropa. Cuando estoy cerrando la puerta del baño, escucho como abren la del cuarto.

- T/n, no hay que desayunar así que - Oliver esta en la puerta con la mano aun en la perilla, se me queda viendo sin decir ninguna palabra, la toalla es un poco corta, pero tapa lo necesario, se queda mirándome las piernas y veo como pasa saliva. Espero a que acabe de hablar, pero solo me mira.

- Oye los ojos los tengo acá arriba – se aclara la garganta y me mira a la cara, tiene las mejillas sonrojadas.

- si

- ¿qué me estabas diciendo entonces?

- eh, que...

- Me estabas diciendo lo del desayuno – se sonroja más, se ve tan tierno, un idiota tierno.

- Así - se vuelve a aclarar la garganta – que no hay nada que desayunar así que tendremos que pasar por algo, así que termina pronto para llegar puntuales, bueno la que debe de llegar puntual eres tú así que apúrate.

- Si está bien, ahorita bajo.

- Okey – me responde, pero no se va, solo se queda viéndome, espero, pero nada.

- Entonces cierra la puerta.

- oh, lo siento – entra por completo y cierra la puerta, pero el todavía sigue aquí. Esto es tan gracioso, no sé qué le pasa, me suelto a reír – listo.

- Si, ciérrala, pero contigo por fuera.

- Lo siento, lo siento, enserio lo siento – se pone mas colorado- de lo que esta, esta situación solo me causa risa, abre la puerta otra vez y antes de cerrarla me voltea a ver de nuevo – entonces, te espero abajo.

Ahora si cierra la puerta con el fuera, sigo riendo cuando me encamino al armario a buscar la ropa del día. Cuando me encontraron en el bosque y lo vi, llego todo prepotente preguntando, que es lo que hacía en su territorio, cuando lo vi no me pareció tan idiota, pero nada más hablo y supe que si era, pero ahora que lo vi sonrojado me pareció tan tierno. Me encanto verlo así.

Para vestirme hoy decidí por unos vaqueros deslavados y rasgados, y un top de color rojo con una chaqueta negra de tela con algunos dibujos de labios, al frente de la chaqueta, me pongo unos tenis blancos y esta listo el vestuario de hoy.

Cuando termino de cambiarme de ropa, me acerco al tocador a llenarme de menjurjes como el perfume, crema para el cuerpo y cara, un poco de rímel, brillo labial, me hago las cejonas, como de que no, y por último me pongo crema para desenredar el cabello y me lo cepillo, no lo seco, lo dejo que se seque solo con el aire.

Voy a la otra habitación en busca de mi teléfono, que ayer lo deje cargando, ni siquiera lo desconecte, antes no explotamos los dos y volamos hechos mierda.

Entro a la habitación y me la encuentro recogida, la verdad esperaba que dejara un cochinero, pero esta mas recogida que como la estaba antes de que la utilizara, otra cosa a apuntar en la lista de puntos a favor de Oliver, organizado, creo que le diré que se quede a vivir conmigo porque aparte de organizado es cocinero, y tiene un lado tierno, creo que me estoy enamorando.

Nah, mentira, ¿o sí?

Espero que no. Tomo el teléfono, y me encamino a la puerta, salgo y bajo las escaleras. Me encuentro a Oliver sentado en el sofá con los pies arriba de la mesita del centro y el teléfono en mano.

- Vámonos.

Ni siquiera me dejo responderle o algo, creo que se le quito el momento agradable, ya se había tardado. Tomo mi bolso de la escuela que lo había dejado aquí en la sala, ni lo toque, ni siquiera hice mis pendientes, ni modo, reprobare.

Salgo de la casa, con llaves en la mano porque el mandón de Oliver no me espero. Se sube a una camioneta, que digo camioneta, señora camioneta, esta hermosa, color azul marino, ni siquiera se que modelo será, pero esta hermosa.

Me subo sin decir palabra alguna, el tampoco habla, enciende a la señora camioneta y tomamos camino a la cafetería o universidad, a la que lleguemos primero.

Pero Yo Te Amo AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora