Capitula 14: "El Tipo"

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Es un hermoso collar de oro, no se mucho de la joyería, pero sin duda es hermoso, es una cadenita que tiene como dije la inicial de ni nombre, me encanta y me lo pondré siempre, más bien no me lo quitare para nada.

Inmediatamente lo saco de su caja y me dispongo a ponérmelo, batallé un poco, pero al final me lo pude poner.

Cuando termino, también guardo la cajita, aunque solo la pongo sobre la cama porque no tengo donde echarla, quizás en un futuro me sirva para algo, no lo sé, siempre guardo cosas por pensar que puede tener un uso después. Sigo viendo y me encuentro con una navaja de color roja con el dibujo de un lobo en el mango. Sinceramente no me apetece ver esas cosas ni en pintura, se que pronto los veré, pero todavía no quiero afrontar la situación. La vuelvo a guardar en su lugar y sigo buscando, todavía hay algo al final del primer cajón, lo tomo y no lo puedo creer.

Lo saco y es una pistola, pero hay algo diferente, las balas son diferentes, son de plata. No se porque mi abuelo tiene esta arma aquí, bueno si, me dijeron que este lugar podría ser peligroso, pero hay no, mejor la guardo otra vez. Nunca había tenido un arma en mis manos hasta ahora.

Ya ni siquiera tengo ánimos de seguir de metiche así que solo me recuesto en la cama y me empiezan a atacar un montón de preguntas.

¿mi abuelo habrá estado enterado de las criaturas y cosas extrañas que hay por aquí?

Y si lo supiera ¿Por qué me dijo que me viniera a quedar por aquí?

Mi abuelo nunca me pondría en riesgo ¿o sí?

Quisiera poder tenerlo a un lado y poder hacerle las preguntas que tengo que hacerle, talvez solo la tiene si en un extraño caso fuera a suceder algo, si eso debe de ser, porque no encuentro otra razón para que tenga el arma. De repente oigo que llaman a la puerta haciendo que deje de torturarme con las mis preguntas y pensamientos. Rápido me levanto para ir a atender la puerta, voy casi corriendo, pero recuerdo que el que iba a venir era El Tipo así que voy lo mas lento posible parar hacerlo esperar como el lo hizo conmigo, llevo casi todo el día esperándolo y nomás no llegaba.

Escucho como tocan desesperadamente la puerta, me quedo parada enfrente de ella cuando termino de bajar todas las escaleras.

- Se que estas allí T/N, ábreme la puerta o me iré antes de que podamos hablar y quitarte la duda.

- Ves que se siente horrible que te hagan esperar, ¿a que hora pensabas llegar a las 2 de la madrugada o qué?

- Tenia unos asuntos que arreglar, pero ya estoy aquí así que ábreme, no lo repetiré una vez más.

- Ni Li ripitiri ini viz mis- lo arremede mientras le abría la puerta. Y allí estaba El tipo nada más que ahora si traía camisa, solo que una muy ajustada que dejaba ver sus musculoso brazos, hay pero qué clase de tortura es esta, a mí siempre me han gustado los flaquitos, no me gustan que estén mucho muy musculosos, pero el esta en un punto intermedio así que, es una muy buena vista para poder apreciar un rato.

- ¿Qué dijiste?

- ¿qui dijisti? – lo volví a arremedar.

- ya, no es gracioso.

- yi nis griciisi.

- Quieres que me vaya.

- Tu tienes la culpa, para que te comprometes con alguien cuando tienes cosas que hacer.

- Salieron de improvisto.

- Ya bueno, pasa y siéntate que no tengo mucho tiempo para hablar. Mañana tengo que ir a la escuela así que adelante.

Avanzamos hasta la sala y nos disponemos a sentarnos.

-Primero que nada, me voy a presentar porque ayer como que se me olvido ese detalle, mi nombre es Oliver Ross, tengo 28 años, aunque no me lo creas, pero es algo que tiene que ver con lo que soy, que supongo que alguien ya te debe de haber informado porque no te note tan sorprendida ayer que te encontramos en el bosque.

- Si ya me habían dicho algo, pero no se como es todo eso, pero eso no es de lo que quiero hablar talvez después quiera hablar, pero no en este momento.

- Hay cosas que a mi no me corresponde decir así que no te diré toda la historia, solo una parte, primero que nada, te tengo que decir que lo que tus padres hicieron ya no me resulta tan un buen plan, no te puedo decir bien cual plan, porque eso lo descubrirás después, así que saltemos esa parte.

- Bueno si te vas a comer pedazos para que me cuentas.

- Solo cállate y escucha – que humorcito – tu querías saber de dónde conozco a tus padres, pues los conozco desde niño, tu abuelo era como la mano derecha de mi abuelo, cuando mi abuelo murió le cedió el puesto de alfa a mi padre, luego te explico que es, entonces tu padre tomo su lugar, pero pasaron unos sucesos que hicieron que tu familia se tuviera que ir y el puesto de tu padre lo tomo el señor collins que era mejor amigo de tu padre. Yo no me llevo muy bien con Daniel Collins, que supongo ya lo conoces, porque nos enamoramos de la misma chica.

- wao, eso si que estuvo fuerte, pero te tengo una pregunta.

- dime.

- Encontré una foto mía y de el cuando éramos niños y detrás de la foto había un escrito donde decía que éramos mejores amigos, pero no lo recuerdo, ¿es verdad? ¿tú sabes algo? - se queda un momento solo observándome, debatiéndose si decirme o no.

- Creo que al que le corresponde responder esa pregunta es a él, no a mí, como ya te lo dije hay parte de la historia que debe ser contada por diferentes personas y en diferente tiempo.

- Entiendo.

- Pero puedo ayudarte a comprender otras cosas, si quieres yo te puedo llevar a la escuela por mientras arreglas tus cabos sueltos, supe que te peleaste con el así que le dije que ahora en adelante yo te llevaría a la universidad.

- Gracias – creo que ya me cayó bien.

- Bueno y ¿ya cenaste?, por que si no es así yo te la puedo preparar, porque creo que es mejor hablar mañana.

- De echo no se me paso demasiado rápido el tiempo mientras exploraba la casa.

- Siempre de curiosa. No sabes que la curiosidad mato al gato.

- Pero al menos no murió ignorante – ignoro el echo de que van varias veces que dicen algo así como si me conocieran de toda la vida, ya me empieza a dar miedo todo esto.

Pero Yo Te Amo AsiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora