Capítulo XI

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Por fin era sábado, sí, era el día en que me iba a reunir con T_n mientras tomábamos algo y conversábamos. No sé en otros países y no sé siquiera lo que piensa la gente, pero yo tomaba esto como una cita. Me vestí apropiadamente (bueno, era mejor que la ropa del colegio), me apliqué colonia y emprendí mi viaje.

Ya en el lugar acordado T_n aún no llegaba, estaba algo preocupado porque había transcurrido ya media hora desde que había llegado: ¿y si le había pasado algo?. Decidí llamarla:

¡T_n! -dije alterado cuando me cogió la llamada-, ¿dónde diablos estás?

–Lo siento Kaiii -se notaba sofocada, tal vez estaba corriendo-, ayer me quedé despierta hasta tarde jugando videojuegos y me quedé dormida, ya estoy llegando.

–Ufff -suspiré-, pensé que te ocurría algo malo.

Ella rió:

–Me sé defender muy bien Huening, pero gracias por tu preocupación, ahora nos vemos.

Guardé mi teléfono y esperé con tranquilidad a que ella llegara. Una vez parada justo delante de mí, mi boca se abrió en forma de "O"; vestía un lindo vestido color azul cielo, zapatos blancos que la hacían lucir como que flotaba y su cabello recogido en una perfecta coleta con un broche de mariposa del mismo color que su vestido:

–Estás... Muy bonita -le sonreí con un leve sonrojo en mis mejillas-.

Su rostro reflejó sorpresa:

–Oh... Gracias Kai -me devolvió la sonrisa-, ¿entramos?

–Seguro.

Le abrí la puerta para que ella pasara primero como todo un caballero que soy (sí, un caballero que habla de un negocio de drogas imaginario con su amiga) y nos sentamos en un sitio cercano a la ventana:

–Entonces T_n -dije cuando una de las empleadas nos trajo nuestras bebidas-, ¿para qué me citaste aquí?

–Quería saber que tal fué mi consejo con tu amigo... La verdad es que puede que haya sido una mierda, por eso pregunto.

Suspiré pesadamente:

–Pues... No le fue tan bien como esperábamos.

Comencé a contarle todo desde la perpectiva de otra persona, en este caso mi compañero inexistente, y cuando finalicé de narrar los hechos ella hizo un sonido de: " Vaya, me lo esperaba":

–Era de imaginarse que el ex no se lo tomaría bien, pero bueno puedo decirte que le digas esto: que espere unos días que las aguas se calmen. Si de verdad son amigos lo entenderá.

–¿Tú crees?

–No puedo asegurarte nada, pero esperemos que así sea.

Finalizamos nuestra comida entre risas y pequeñas historias, y en cuanto salimos se volteó a verme con una sonrisa en la cara:

–Me la he pasado muy bien, espero volver a repetirlo.

–Claro que se repetirá -revolví bromista su cabello-.

–Oye que me despeinas -soltó un pequeño bufido-.

–Ok, ya paro señorita gruñona.

Rió por el apodo:

–Pues ya me tengo que ir señor Desordena-cabellos -¿ese apodo me lo tenía que aprender?-, debo ayudar a mi mamá en su negocio de los fines de semana.

–¿Quieres que te acompañe?

–Antes pasaré por mi casa, tengo que recoger algunas cajas, no te molestes.

–¡No es molestia! -me apresuré a decir-, anda deja que vaya contigo.

–B-Bueno... Sólo hasta mi hogar -frunció el ceño levemente-.

Sonreí, con tal de que me dejara caminar junto a ella un rato más me sentía feliz:

–No te preocupes.

Y así es como proseguimos nuestra cita en un cómodo paseo pero al llegar a su casa... Nos topamos con una imágen desgarradora: Soobin, sentado frente a la entrada, llorando desconsoladamente.

Echo  <<Kai x T_n>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora