Echo <<Kai x T_n>>

Capítulo XIII

**Flashback**

–¿Mamá?...

Silencio, no hubo respuesta:

–¿Dónde estás?

No había nadie a su alrededor, Soobin estaba sólo. Ese niño de 8 años de edad despertó una mañana como cualquiera y se percató de que su madre no estaba en casa, como de costumbre pero siempre le dejaba a su hijo el desayuno: un pan, cosa del cual no había rastros en la mesa. Nunca se preocupó de darle una buena alimentación, el pobre tuvo que aprender a arreglárselas como podía.

Soobin se marchó a la escuela con el estómago vacío y sintiéndose muy enfermo, no tenía fuerzas para caminar, sin embargo en la escuela no se sentía solo y lleno de tristeza; por un momento dejaba de pensar en sus problemas.

Cuando regresaba bañado por los últimos rayos del sol y entró a su casa aún ella no llegaba: "extraño" pensó él, no obstante comió algunas sobras que quedaban en el refrigerador y se puso a hacer los deberes.

Así pasaban los días, él contra el mundo, solitario como un lobo. Transcurrió un mes... Su madre nunca regresó.

Su mente inocente de niño le decía que ella se encontraba muy ocupada trabajando y no podía volver a casa, pero naturalmente creció y su mente maduró; se adaptó a la idea de que su propia madre lo había abandonado y dejado a su suerte.

Por años la odió y sintió rencor, ¿cómo podía hacerle eso a un niño?, porque aún a los 14 años de edad eso seguía siendo. Tan flaco y enfermizo, como debía suponerse, vagaba por las calles de noche después de regresar del colegio con un hambre voraz, pedía comida a los que transitaban por ahí, él no quería gastar el poco dinero que tenía; pues era para pagar la matrícula del colegio.

Todos notaron un gran cambio en Soobin: ya no prestaba atención a las clases, se alejó  cada vez más de las personas, parecía no tener energía ni para respirar; era un desastre. Se sentía deprimido y con un gran peso sobre los hombros hasta que algo lo hizo olvidarse de sus líos y le quitaba el hambre: las drogas. A pesar de que él sabía que le harían daño se sintió con fuerzas de nuevo para seguir viviendo, adelgazó demasiado pero podía mantenerse en pie.

Unos meses después el pobre muchacho sufría de anorexia: desnutrido era la palabra correcta pero a pesar de todo mantenía siempre una sonrisa en el rostro. Eso hizo que se acercaran a él; ellos querían ayudarlo. Soobin se ganó el cariño y aprecio de YeonJun: este último lo alimentó, le brindó un techo para vivir, le ofreció una familia... YeonJun hizo todo eso.

Y así fue como se conocieron todos, ese chico de pelo azul y payaso los juntó como mejores amigos y hermanos. Todo iba de bien a mejor para Soobin y es por una simple razón: ella, la que conoció en primavera.

Una calle
Una guitarra
Una chica cantando

Fue todo para que callera en tentación, llevó un tiempo siendo un fantasma cada vez que iba a escucharla, pero pronto perdió rastros de timidez cuando sus ojos se toparon con los suyos y decidió dar el paso.

Ambos eran tímidos pero una cosa eran segura: se amaban.

Eso se acabó cuando hizo aquello. T_n quería ser solista, viajar por el mundo y cumplir sus sueños con el dinero que ahorraba con tanto esfuerzo; Soobin no respetó eso, robó sus ahorros y los derrochó en sustancias adictivas sin ningún rastro de arrepentimiento.

Naturalmente ella consiguió darse cuenta de lo ocurrido,

¿Sintió furia?

Mucha

¿Tristeza?

Demasiada

¿Decepción?

Abundante

Los bonitos momentos que pasó junto al muchacho se desvanecieron de inmediato, lo finalizó todo. Era razonable pero... Ese día una parte del chico murió.

**Fin flashback**

—

¿Qué ocurrió... Cuando terminé con Soobin? -preguntó T_n a mi lado-.

—Acabó destrozado, antes no teníamos idea de por qué puesto que no sabíamos que tenía una novia hasta ahora; pero nos reunió a todos un día rogando y con voz rota que lo ayudáramos a terminar con su adicción y eso hicimos: lo llevamos a terapias, deshechamos toda su droga y no le permitimos comprar más. Lo salvamos.

—¿Estaba... Arrepentido?

Me encogí de hombros:

—Era muy probable.

Se recostó con su cabeza hacia atrás en el sillón:

—Pienso que... ¿Qué opinas si le doy otra oportunidad, de que seamos novios de nuevo?

No me hagas esa pregunta, no la hagas.