Cap 2.

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Me la pase con él, en su oficina tratando de que no siguiera bebiendo, pero me era imposible así que lo dejé que se acabará la botella de whisky.

Miré la hora y ya iban a dar las siete de la noche y yo todavía seguía en esa oficina con mí jefe que estaba ahogado de borracho.

"Ya fue suficiente alcohol por hoy". Le dije poniendo la botella vacía en la mesa. 'Cómo no puede manejar por todo lo que se bebió lo tendré que llevar a su casa'. Pensé.

Fui por mis cosas a mi oficina y desde ahí le llame a LeeJong, el guardia de seguridad para que subiera asta la oficina para ayudarme a bajar a nuestro querido jefe asta el estacionamiento y llevarlo a su casita.

Cuado LeeJong, llegó al piso 53... yo estaba en el pasillo esperándolo.

"¡Por fin llegas LeeJong!" Le dije cuando lo mire salir del elevador.

"¡Calmate muñeco!, tenía que cerrar bien el edificio y, ¿Dónde esta el adolorido?" Me preguntó.

"Esta en su oficina, no se puede poner ni de pie por lo ebrio que esta, se terminó una botella de whisky".

Cuando entramos a la oficina de nuestro querido jefe, lo encontramos acostado en el sofa dormidote.

"¡¡Sólo esto me faltaba, ¿ahora como lo vamos a despertar?!!"

LeeJong, me dio un vaso con agua.

"¡Despiertalo!"

"¿Y por qué no lo despiertas tú?"

"No sabrá que le aventaste un vaso de agua, ¿mira como está?"

Agarre el vaso de agua pero ni con eso despertó, lo moví y grité y ni señales, sin pensarlo le di una fuerte bofetada que calló al pisó.

"¿Qué pasó?" Dijo con su voz borracha.

"Se quedó dormido en el sofa y se calló señor".

Entre LeeJong y yo, lo levantamos y como pudimos lo sacamos de ahí, LeeJong, me ayudó a subirlo a su auto.

"Lo llevaré a su casa LeeJong, aquí dejaré mi auto, nos vemos mañana".

LeeJong, se retiró y yo empecé a buscarle las llaves a mi jefe entre las bolsas de su pantalón.

"Por Dios este hombre esta muy bien dotado". Dije al sentir sin querer su bulto en medio de sus piernas.

Cuando encontré sus llaves encendí el auto y salí del edificio, ya sabía donde vivia porque varias veces me hizo llevarle algunos papeles en mis días de descanso.

El vivía del lado norte de la ciudad y yo del lado Sur, su edificio era enorme, el vivía en un Penthouse y yo en un departamento.

Me costó mucho trabajo bajarlo del auto, cuando logré llegar con él al elevador, tuve tan mala suerte que una mujer de unos 60 años subiera con nosotros, yo sólo recargue a mi jefe y lo abracé de su cintura para que no se fuera a caer, pero el me abrazó y me empezó a besar el cuello.

"Hueles delicioso Saeng".

La mujer sólo se nos quedaba mirando y yo trataba de agarrarle las manos a mi jefe para que no me estuviera agarrando el trasero.

"Esta noche quiero que te quedes haciendo el amor conmigo". Yo sentía la cara roja de la vergüenza.

La mujer bajo unos pisos antes que nosotros.

"Deberían de irse a un hotel par de sinvergüenzas". Nos dijo la mujer antes de que se cerrarán las puertas del elevador.

Mi jefe ni siquiera alejo sus manos de mi trasero y sus labios de mi cuello cuando la mujer nos dijo éso.

"¡¡Ya deje de estar agarrando mi trasero señor Kim!!".

Cuando llegamos a su piso, salí con el abrazado y cuando estábamos afuera de su departamento le tuve que revisar las bolsas de su pantalón y esta vez mi jefe ya tenía un enorme bulto en su pantalón.

"¡Diosito!, ¿Por qué me haces esto y me pones esta tentación? ¡si sabes que soy débil!" Dije suspirando.

Entre con mi jefe y lo lleve asta su habitación logre acostarlo en la cama para que se volviera a quedar dormido, pero apenas lo acosté y él se levantó y empezó a quitarse toda su ropa frente a mí.

"¡¡Aaaay no!!" Me volteé para no ver ese pedazo de carne que tenia en medio de sus piernas. "Debo irme señor espero y mañana ya se sienta mejor".

Apenas estaba por dar un par de pasos sentí como me jaló.

"No te vayas Saeng, quiero que te quedes aquí, déjame hacerte el amor para olvidarme de mi desgracia". Me aventó a la cama.

"¡¡Acaso está loco!! ¡¡Esta muy borracho señor!! Dije con mis ojos muy abiertos al ver que eso que tenía en medio de sus piernas era más grande de lo que me lo imaginé. "Aparte eso, ¡¡es demasiado grande para mi!!". Dije apuntandole con mi dedo índice y mis ojitos muy abiertos.

Intente ponerme de pie pero él no me dejó y se me subió, me comenzó a desabrochar mi camisa mientras me besaba el cuello.

'¿Pero que estoy haciendo?' Pensé en silencio, desde que empecé a trabajar con el siempre me imaginé teniendo sexo salvaje con este hombre, pero solo era una fantasía que podia hacer realidad en ese momento.

"Sólo dejate llevar". Me dijo al intentar quitármelo de encima.

Hice lo que el me pidió, me deje llevar, ese hombre me dejo desnudo en segundos, me besaba como si me quisiera comer vivo, sus besos sabían a ese whisky que había bebido y sus caricias eran con desesperación que sentía que me dejaría marcas en mi cuerpecito.

Cuando me abrió mis piernas con las de él, sabía que empezaría lo mejor, yo no era Virgen porque había perdido mi virginidad a mis 18 y a veces solía acostarme con mi amigo Yesung, el hijo del dueño del club donde bailaba los fines de semana, pero este hombre era enorme para mi.

Intente alejarlo con mis manos para que no me penetrará cuándo sentí que colocó en medio de mis piernas su miembro que solo con verlo me provocaba dolor.

"Esperé, todavía no estoy relajado". Ese hombre ni siquiera me escuchó, me agarró de mis manos y las colocó sobre la almohada.

Me besaba el cuello, empezó a prepararme, sentia delicioso su forma de mover sus dedos, me estaba volviendo loco, al hundirse en mí me miró a los ojos.

"¡¡Aaaay me duele!! Por favor detengase". El sólo me miraba con sus ojos brillosos. A pesar de estar bien preparado me dolió.

Sentía tanto dolor como si fuese mi primera vez.

Dejó de hundirse y me soltó las manos para después besarme en los labios... sentí como metió sus manos por debajo de mi cintura.

Me empecé a relajar pero ese hombre se hundió con fuerza en mí. ¡Aaaahg! Salió de su garganta.

"¡Aaaay por Dios!" Sentí como si ese hombre me hubiera partido en dos. "¡Aaaah... Ay!" Decía al sentir como entraba y salía una y otra vez de mí.

Los dos ya estábamos bañados en sudor y cada vez nuestra respiración era más rápida. Sentía como sus movimientos eran más rápidos y sentía que yo explotaria en cualquier momento.

"No aguanto más". Me susurró y sentí como todas esas convulsiones inundaron mi cuerpo, sentí como él explotó al igual que yo.

Había tenido el mejor sexo de mi vida con mi jefe pero el apenas terminó y se quedo dormido arriba de mi aplastandome.

Grandioso, siempre lo quise asi, que se quedará dormido después de meterme eso.

Me lo quite de encima y por más que lo moví ese hombre no despertó, me vestí rápido y le puse su boxer con la esperanza de que mañana no se acordará de nada.

Salí de su Penthouse con una enorme sonrisa en mi cara, tomé un taxi y me fui a mí casa.

Las Apariencias Engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora