Cap 7.

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Cuando llegué a mi departamento me fui directo a mi cama, pero antes puse la alarma para no quedarme dormido.

Cuando escuché la alarma sonar sentí como si apenas hubiese cerrado los ojos, me levanté y me di un baño rápido para despertar .

Esta vez no me dio tiempo de desayunar. 'Pasaré a la cafetería por algo y me lo comeré en la oficina'. Pensé, cuando conducía al trabajo.

Nancy, la chica que atendía la cafetería ya me tenía listo mi café y unas donas, porque le había mandado un mensaje.

"Te pagó cuando salga a comer". Le dije saliendo rápido de la cafetería porque ya era tardísimo y no quería que mi querido jefecito llegará antes que yo.

Cuando llegue a mi oficina, deje mis cosas y fui a la oficina del jefe por los papeles que tuvo que haber firmado el día de ayer.

Lo bueno que todavía no llegaba, me puse rápido a trabajar para tenerle listo todo para cuando él llegará, me sentía cansado y con mucho sueño y sentía que si dejaba de trabajar me quedaría dormido sobre el escritorio.

"¡¡Por eso odio ir a trabajar entre semana!!" Dije cuando me quité los horrible lentes que traía en mis ojitos.

"Joven Saeng, si ya tiene listo el informe de los proyectos nuevos traigamelos". Escuché decir a mi jefe por el intercomunicador.

"En seguida se los llevo señor". Le respondí. Me puse de pié tome los informes y me dirigí a su oficina.

Como siempre no tuve que tocar a su puerta para entrar porque el ya me había visto por la camara.

"Pase". Lo escuché decir.

"Buenos dias señor Kim". Lo salude y me acerqué a poner los papeles en su escritorio.

Lo mire que se estaba tomando un café, al menos no tenia que prepararlo yo, porque a él le gustaba preparar su propio café.

"¿Se le ofrece algo más señor?

"Es todo por ahora, si lo necesitó lo llamó".

Salí de su oficina y me fui a la mía, mande unos correos y otros los contesté, el café no me ayudaba en nada porque yo sentía mucho sueño.

Me recargue en mi silla cuando terminé de mandar todos los correos y recargue mi cabeza hacia atrás con mis ojos cerrados.

Recordé que en mi bolso siempre cargaba esas paletitas de caramelo que tanto me gustaban, saqué una, le quite la envoltura y la meti a mi boca.
Me volví a concentrar en el trabajo revisando unos planos para un nuevo centro comercial que se harían en la ciudad y que la constructora sería quien estaba haciendo ese proyecto.

Tenía dudas con unas medidas y fui a pedirle su opinión a mi jefe.

"¿Señor puedo pasar? Dije asomando mi cabeza por la puerta.

El ni siquiera me miró, sólo me hizo señas con su mano para que me acercara, también estaba revisando unos planos.

"Tengo dudas sobre unas medidas de este plano del nuevo centro comercial y quisiera saber su opinión antes de autorizarlo".

Puse el plano sobre el restirador donde se hacían los planos, el tenía el otro plano a un lado y después se giró para revisarlo.

Lo empezó a revisar sin decir nada, yo ya le había marcado el lugar de las medidas que no me convencían.

"Creó que si el baño de las personas discapacitadas lo hacemos un poco más grande, será más fácil para ellas usarlo ya que la mayoría usan sillas de ruedas y con las medidas que tiene este plano les sera imposible lograr entrar con sus sillas".

Me incline hacia mi jefe y le estuve corrigiendo las medidas, no me había dado cuenta de que dos de los botones de mi camisa se habían abierto y se me miraba el pecho.

"Lo siento señor". Dije enderezandome y botonando mi camisa.

Mi jefe sólo me miraba pero no decía nada.

"¿Estuvo comiendo fresas joven Saeng?"

"No señor... ¿por qué?"

"Por nada sólo que me llegó un olor a fresas". El estaba mirando nuevamente los planos.

"Quizá sea el agua de aroma que usó". Dije mientras le pasaba un lapicero y una escuadra.

"Quizá sea eso". Dijo mientras trazaba el plano, para corregir las medidas que le había dicho.

Me pidió que lo ayudará con unos planos que estaba haciendo mientras el corregía los planos del centró comercial, me senté para hacer lo que me pidió y metí la paleta a mi boca.

Tenía esa costumbre de trabajar mientras disfrutaba de mi paleta.... estaba tan concentrado que no me había dado cuenta de que mi jefe me observaba mientras yo jugaba con la paleta en mi boca.

Al menos no me llamó la atención, me la pase la mitad del día en su oficina... estaba tan concentrado en el trabajo que se me olvido que estaba en la oficina del jefe.

Mi celular comenzó a sonar y sin pensar contesté poniendo el alta voz. Quién me llamaba era Yesung.

"Hola corazón". Le dije sin dejar de mirar los planos que estaban frente a mi.

"Hola muñeco, sólo te llamo para decirte que esta noche duermo en tu casa y no te preocupes por la cena yo la llevo".

"Esta bien nos vemos en la noche y disculpa por no seguir platicando pero ahora estoy trabajando".

"Asta la noche precioso".

Dijo por último Yesung, había respondido esa llamada olvidandome por completo que lo tenía prohibido, me di cuenta de lo que había hecho asta que mire a mi jefe mirándome y negando con su cabeza.

"Lo siento, es que se me olvidó que me encontraba aquí en su oficina".

"Si ya me di cuenta joven Saeng". Dijo muy serio.

Yo sólo regrese la mirada a los planos, nos quedamos en silencio asta que él lo rompió.

"Era su novio?".

"¡Perdón!".

"¿Qué si era su novio el tipo que lo llamó?.

"Oh no, señor sólo somos amigos, las relaciones son complidas y prefiero no tener una".

"No es su novio pero, ¿duermen juntos?"

"No se nesesita ser novio de alguien para dormir juntos, digamos que somos amigos con algunos privilegios entre nosotros, así no tengo que estar soportando celos o reclamos".

"Entonces usted y su amigo tienen una relación abierta".

"Mmmm, algo así señor, él sale con quien se le antoje y Yo hago lo mismo pero ninguno de los dos hace reclamos y escenas de celos, ¡¡odio los celos!!".

Mi jefe ya no me hizo ninguna pregunta y nos concentramos en el trabajo asta que lo terminamos.

Las Apariencias Engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora